Translations:Yirmi Altıncı Lem'a/252/es
El segundo ejemplo es que un hombre al que no conozco ni he conocido hasta el momento dio su caballo para que me paseara- y yo solía dar un paseo en verano la mayor parte de los días para respirar puesto que estaba enfermo- y le prometí al dueño de ese caballo y del carro cincuenta liras en libros, para no incumplir mi regla y no quedar debiendo un favor. Y ¡cuán sorprendente!, ¿acaso cabe en este asunto la posibilidad de hacer daño alguno, cuando además el gobernador, los funcionarios de justicia, las fuerzas de seguridad y la policía me preguntaron cincuenta veces de quién era ese caballo? Y fue como si hubiera sido un suceso político de enorme transcendencia y un acontecimiento que afectaba a la seguridad, hasta el punto de que dos hombres, dijeron, uno de ellos que el caballo era suyo y el otro que el carro era suyo respondiendo valerosamente a estas preguntas que carecían de sentido, y los detuvieron conmigo también.