LA DÉCIMO NOVENA PALABRA

    Risale-i Nur Tercümeleri sitesinden
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    (Acerca del Mensaje Aḥmadiano)

    [Y no he elogiado a Muḥammad con mis palabras / sino que lo he elogiado mis palabras con Muḥammad.]

    (Sean con él la gracia y la paz)

    En efecto: Esta palabra es bella pero lo que la hace bella son las cualidades Muḥammadianas que son las más bellas de las bellas.


    Del destello catorceavo que contiene catorce efluvios…

    El primer efluvio:

    Tenemos tres cosas grandes y universales que nos dan a conocer a nuestro Señor.

    Una es el libro de este universo. Y has oído una pizca de su testimonio a través de trece destellos de la clase décimo cuarta en la Risale-i Nur árabe.

    Otra es el Sello de los Profetas, la paz y las bendiciones sean con él, que es la aleya suprema de este gran libro.

    Y la otra es el Corán de enorme transcendencia.

    Conozcamos ahora al Sello de los Profetas, que la paz y las bendiciones sean con él, esta segunda prueba que habla y escuchémoslo.

    En efecto: Mira la persona inmaterial de esa prueba, pues ciertamente la superficie de la Tierra es una mezquita, Meca un miḥrab, y Medina un púlpito. Y en verdad nuestro Profeta (la paz y las bendiciones sean con él), es esa prueba deslumbrante, imam de toda la gente de fe, orador de toda de la humanidad, jefe de todos los profetas, señor de todos los santos, eje de un círculo para el recuerdo de Allah formado por todos los profetas y santos, un árbol luminoso cuyas raíces vivas son todos los profetas, y cuyos frutos frescos son todos los santos. Y en verdad cada uno de la totalidad los profetas que se apoyan en sus prodigios y todos los santos que se apoyan en sus milagros confirman sus afirmaciones y las firman.

    Porque él afirma y dice: "¡No hay dios sino Él!" Y repiten la misma palabra esos invocadores luminosos y puros en los dos extremos de la derecha y la izquierda, es decir del pasado y el futuro, y son unánimes en ella y dicen en significado: “Has dicho la verdad y con la verdad has hablado”. Así pues, ¿qué ilusión pude inmiscuirse en una afirmación que ha sido ayudada con firmas como éstas que son incontables?

    El segundo efluvio:

    La evidencia de la unicidad divina, esa evidencia luminosa, al igual que es ayudada por el consenso de las dos alas y su transmisión continuada, también la ayudan y la confirman los libros celestiales como la Torá y el Evangelio con cientos de sus indicaciones*(*[1]) y los signos con miles de sus símbolos y las voces con sus indicaciones continuadas y los miles de sus prodigios como: la hendidura de la luna con sus indicios y la ley revelada con su ley, del mismo modo que sus cualidades de carácter loables en el máximo de la perfección en su persona y sus estimadas cualidades al máximo de la bondad en su tarea y la plenitud de su fiabilidad y su temor de Allah, su adoración, su seriedad y firmeza que están por encima de lo normal y señalan la fuerza de su fe, el extremo de su tranquilidad y el término de su confianza, indican claramente como el sol que era sincero en sus afirmaciones en un grado máximo.

    El tercer efluvio:

    Si quieres, ven y viajemos a la era de la felicidad y la península de los árabes; y lo veremos y lo visitaremos encima de su tarea, aunque sea imaginariamente. Así que mira, pues nosotros vemos a una persona distinguida por su hermosa conducta y bella imagen. En su mano hay un libro que muestra los prodigios y en su lengua, un discurso que hace asequible las verdades y que transmite un discurso eterno a todos los hijos de Adam, y aún a los genios, los seres humanos, los ángeles, y a todos los seres. Resuelve y explica el asombroso enigma que es el misterio de la creación del mundo; y abre y descubre y el talismán cerrado que es el misterio del universo; y da una respuesta convincente y satisfactoria a las tres, grandes, difíciles y tremendas preguntas que se hacen todos los seres y desconciertan a los intelectos y que son: "¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Y a dónde vas?"

    El cuarto efluvio:

    ¡Mira! Pues ciertamente él propaga la luz de una verdad tal, que si miras al universo con una imagen fuera del círculo de la realidad de esa orientación luminosa suya, verás la forma del universo como un funeral general y las cosas existentes como seres extraños los unos para los otros e incluso enemigos y los seres inanimados como cadáveres horribles y todos los dotados de vida como huérfanos que lloran por la bofetada de la muerte y la separación…

    Y mira ahora cómo ese funeral general se ha transformado por la luz que ha propagado en una morada de recuerdo entre el anhelo y el éxtasis y esas cosas existentes extrañas y enemigas han entrado en la forma de los seres queridos y los hermanos, y esos seres inanimados muertos y callados han tomado la manera de los empleados amistosos y los sirvientes dóciles; y en verdad esos huérfanos llorosos y quejosos extraños han entrado en la forma de los que recuerdan en la glorificación y los que agradecen por la suspensión de la tarea.

    El quinto efluvio:

    Los movimientos del universo, y sus variaciones, cambios y transformaciones, han salido también, por esa luz, de la inutilidad, el sinsentido y el juego de la casualidad y se han elevado al grado de los escritos del Señor las páginas de las aleyas (signos) de la creación y los espejos de los Nombres Divinos; y el mundo también asciende al grado del libro de la sabiduría sempiterna.

    Y en verdad la ilimitada debilidad e impotencia del hombre, así como su pobreza y su necesidad, como parte de aquello que hace caer al ser humano por debajo de todos los animales y su inteligencia que es un medio para transmitir la tristeza, el dolor y la angustia, y hace al ser humano más desgraciado que todos los animales, si se iluminan con esa luz, el ser humano se eleva por encima de todos los animales y todas las criaturas. Y el ser humano se convierte en un sultán sutil a través de la súplica y a través de esa incapacidad, pobreza e intelecto iluminado, y se convierte en lugarteniente (califa) mimado de la Tierra por medio de la plegaria.

    Y entonces, si no es por esa luz, caerían el universo, el ser humano, incluso toda cosa, en la nada. En efecto, tal noble persona es necesaria en tan maravilloso universo; pues de lo contrario, el universo y los cuerpos celestes no existirían.

    El sexto efluvio:

    Así, esa noble persona es informador de una felicidad eterna, anunciador de ella, revelador y proclamador de una misericordia sin límite, pregonero de las bellezas de la soberanía del Señorío y su observador, y explorador de los tesoros de los Nombres Divinos y el que los muestra. Y por ello, si lo miras en este sentido, es decir en el sentido de la adoración, lo verás como un ejemplo del amor, un modelo de la misericordia, un honor para la humanidad y el fruto más luminoso del árbol de la creación. Y si lo miras en ese sentido, es decir: en el sentido del Mensaje, lo verás como una evidencia del Real, como una lámpara de la verdad y un sol de la guía, y un medio para la felicidad.

    Así pues, mira cómo su luz abarca desde el oriente al occidente, como un relámpago repentino; y la mitad de la Tierra y una quinta parte de la humanidad ha aceptado el regalo de su guía y lo ha preservado como se preserva el espíritu. Entonces, ¿qué pasa con nuestras personas y nuestro demonio que no aceptan “no hay dios sino Allah” en todos sus grados, que es la base de todas las afirmaciones de este hombre generoso?

    El séptimo efluvio:

    Así pues, mira: Él erradicó y eliminó de unas gentes heterogéneas, pertinaces, fanáticas de sus costumbres y salvajes en esta extensa península, sus costumbres y cualidades de carácter malas y salvajes de una vez y les proporcionó inmediatamente todas las mejores cualidades de carácter y los convirtió en maestros de todo el mundo y profesores de las naciones civilizadas. Y mira, no fue una dominación externa, sino que conquistó los intelectos, los espíritus, los corazones y las almas y los subyugó y pasó a ser el amado de los corazones, el maestro de los intelectos, el educador de las almas y el sultán de los espíritus.

    El octavo efluvio:

    Sabes que un pequeño hábito como el de fumar, en un pueblo pequeño, puede eliminarlo para siempre un gran gobernante con una gran ambición. Y mira cómo esta noble persona eliminó en un pequeño tiempo con una pequeña fuerza y con una ambición insignificante en lo externo, muchos y grandes hábitos de grandes pueblos tercos y fanáticos y puso en su lugar elevadas cualidades y las afirmó de tal manera que fue como si se hubieran mezclado con su sangre y nervios. Y así llevó a cabo muchos otros logros extraordinarios.


    De manera que aquellos que no ven esta era de la felicidad, les metemos la península de los árabes por los ojos; y que tomen cientos de filósofos y vayan a ella y se esfuercen cien años. Y ¡qué asombroso!, ¿es posible que hicieran una centésima parte de lo que hizo esa persona noble y generosa en un solo año en relación a ese tiempo?

    El noveno efluvio:

    También sabes que un hombre insignificante con unas circunstancias pequeñas en una pequeña comunidad, en una cuestión insignificante, en una afirmación discutida, no puede decir una mentira pequeña, que aun siendo pequeña provoque la vergüenza ante sus enemigos, sin velo ni cuidado sin que muestre la emoción e irritación en un grado que no les haga sentir su argucia… Y mira ahora a ese hombre noble…¿Acaso puede haber contrariedad, y acaso es posible la intromisión de la argucia en palabras que dijo con una forma elevada y fuerte que se clavan en los nervios de sus oponentes, con una pureza profunda, con una seriedad enorme y una libertad muy grande sin cuidado ni vacilación, sin velo ni miedo en una comunidad enorme, frente a un antagonismo grande en una cuestión enorme, y en una gran afirmación, y en una tarea enorme; siendo él un gran empleado con un gran honor a pesar de que él está necesitado de una gran seguridad? ¡Pero no! {No es sino una revelación que ha sido inspirada}

    En efecto, la verdad no engaña y el que conoce la verdad no es engañado; y su recorrido verdadero prescinde de la argucia. ¿Y cómo podría concebirse que aparezca la fantasía como verdad a su vista que contempla la verdad y lo engañe?

    El décimo efluvio:

    Así pues, mira: ¡Qué formidables y necesarias verdades aclara y qué cuestiones atractivas y que suscitan querer saber afirma!

    Y tú sabes que lo que más mueve al hombre es la curiosidad. Incluso, si te dijeran: Si entregas la mitad de tu vida y la mitad de tus bienes, vendrá uno de la Luna y de Júpiter y te informará de sus estados y de lo que hay en ellos o de lo que no hay y te informará con veracidad de tu futuro y de lo que te pasará de una manera veraz, si tienes curiosidad, las entregarás.

    Y el caso es que esa persona noble menciona las noticias de un Sultán en Cuyo dominio gira la Luna como una mosca alrededor de una polilla y esa polilla, que es la Tierra, vuela alrededor de una lámpara y esa lámpara, que es el Sol, es una lámpara, entre los miles de lámparas, de ese Sultán en uno de los hospedajes de entre los miles de Sus residencias.

    E investiga a modo de verificación acerca de un mundo sorprendente e informa de una transformación que si miles de globos terráqueos fueran bombas y explotaran no sería tan sorprendente. Así pues, mira: en Su lengua hay azoras como éstas: {Cuando el sol se pliegue…Y cuando el cielo se hienda…. Y la Conmoción} y escúchalas…

    Él informa de una manera veraz acerca de un futuro en comparación con el cual el futuro de este mundo es como una gota de un espejismo, e informa con seriedad de una felicidad en comparación con la cual, toda la felicidad de este mundo no es más que un fugaz relámpago en relación a un sol eterno.

    El undécimo efluvio:


    No hay ninguna duda de que, bajo el aparente velo de este universo sorprendente parecido a un enigma, tales maravillas nos aguardan. Y es necesaria una persona así, extraordinaria y por encima de lo acostumbrado y mostrador de prodigios que informe de tales maravillas. Y también se observa de los movimientos de esta persona que él ha sido testigo y da testimonio y menciona aquello de lo que ha sido testigo; y en verdad él nos enseña, de una manera muy correcta, qué quiere de nosotros el Dios de los cielos y de la Tierra, Aquel que nos cría con Sus bendiciones, y cuáles son las cosas que Le complacen.

    Y sería necesario dejarlo todo y correr y prestar atención a este noble ser humano que enseña muchas verdades como éstas necesarias y que despiertan interés por conocerlas. ¿Pero qué es lo que le ocurre a la mayoría de la gente que están ciegos y sordos y más aún, locos, y no ven esta realidad ni escuchan esta verdad y no las entienden?

    El duodécimo efluvio:

    Y así, esta noble persona, al igual que es una prueba que habla y un indicio veraz al nivel de la veracidad y de la unidad del Creador de estas cosas existentes, también es una prueba categórica y un indicio brillante de la Resurrección y la felicidad eterna. Y aún más, al igual que ese noble es la causa de la consecución de la felicidad eterna y el medio de llegar a ella a través de su guía, así mismo es la causa de la existencia de esa felicidad y el medio de su creación gracias a su súplica y oración. Y debido a su importancia, repetimos este secreto que ha sido mencionado previamente en la Cuestión de la Resurrección.

    Así pues, mira: Este noble pide en una oración tan grande que es como si esta península, y aún más la Tierra, rezara y suplicara con su oración sublime. Y mira; Él suplica en una comunidad enorme que son como los perfectos luminosos de los hijos de Adam desde Adam hasta nuestros tiempos y hasta el día del Levantamiento, se guían por él y dicen “Amín” a su ruego, siguiéndolo.

    Y mira también: Ruega por una necesidad general y participan en su súplica no solo la gente de la Tierra, sino la gente de los cielos y todas las cosas existentes, diciendo: Sí, ¡Señor nuestro!, dáselo y nosotros lo pedimos también. Y suplica con una súplica pobre, triste, amada, anhelada e implorada que hace llorar a todos los seres del universo y los hace partícipes de su ruego.

    Y ¡mira!: Él ruega con un propósito y un objetivo tal que hace salir al hombre, al mundo y a todas las criaturas, desde el nivel más bajo, la inferioridad, la inutilidad y la futilidad, a lo más alto de lo alto; es decir, al valor, la permanencia y las tareas elevadas…

    Y ¡mira!: Él pide y busca socorro con una petición de socorro tan elevada y persistente, y con una súplica tan dulce y que implora tanta compasión, que es como si hiciera oír a todas las cosas existentes y a los cielos y al Trono, y los moviera al arrobamiento, y los llevara a decir amín por su ruego, haciéndoles decir estas palabras: Amín, ¡oh Allah!, Amín.

    Y ¡mira!: Él busca lo que necesita, de Uno que es Poderoso, Oyente y Generoso, y de Uno que es Conocedor, Veedor y Compasivo, y ve y oye la necesidad y el ruego más escondidos del ser vivo más oculto y los acepta y se apiada de él al contemplarlo, porque Él le da lo que pide, aunque lo pida con la lengua de la situación. Y lo da de una forma tan sabia, clarividente y compasiva que no deja lugar a dudas de que esa crianza y disposición es algo propio de Ese que es El que oye, El que ve, el Generoso y el Compasivo.

    El décimo tercer efluvio:

    ¡Cuán asombroso! ¿Qué busca éste, que es el honor del género humano, el único del universo y el tiempo, el orgullo del universo en verdad, aquel que ha tomado todo lo mejor de los hijos de Adam y se para sobre la Tierra rogando con las manos levantadas en dirección al Trono Supremo? Mira y escucha,

    pues él pide la felicidad eterna, busca la permanencia y pide el encuentro (con Allah) y busca el Paraíso. Y pide junto con todos los Nombres Puros Divinos, que muestran sus leyes y su belleza en los espejos de las cosas existentes.

    Incluso, si no fuera por las causas que requieren eso que se busca, que no tienen límite, como la misericordia, la gracia, la sabiduría y la justicia, uno solo de los ruegos de ese noble cumpliría el hecho de ser la causa de la edificación del Paraíso, cuya creación es tan fácil para Su poder, sea ensalzado, como la creación de nuestra primavera.

    En efecto, así como el mensaje de ese noble produjo la causalidad de la conquista de esta morada de la prueba, del mismo modo la adoración de ese noble es también una causa de la conquista de la Otra Vida.

    ¡Y qué asombroso! ¿Acaso admite este orden elevado y atestiguado, y la hermosa hechura en la que no cabe mengua, y la belleza del Señorío que no tiene igual entre esta misericordia, dentro de que ha hecho decir a la gente de intelecto y verificación: "No es posible que haya nada mejor que lo que existe" ¿Acaso admite en absoluto algo tan feo como esto, y tan oscuro y corrompido? Porque escuche la más cercana de las peticiones y voces particulares sin importancia y cumpla con ellas con preocupación de manera que vea la más importante de las peticiones y la más necesaria sin importancia y no la escuche ni la comprenda ni la satisfaga ¡Lejos de eso y no! Pues en verdad que una belleza tal no admitiría semejante fealdad de manera que no se volvería feo. ¡Lejos de eso cien veces!

    ¡Oh tú, mi amigo imaginario! Esto es suficiente por ahora, volvamos atrás y si no, aunque permaneciéramos en este tiempo, en esta península Arábiga cien años, sólo comprenderíamos por completo una centésima parte de las singularidades de las acciones de ese noble y las maravillas de sus tareas, y nunca nos cansaríamos de explorarlas.

    ¡Así pues, ven ahora! Y miraremos cada época, una a una, dentro de aquello sobre lo que volveremos. Y mira cómo todas las épocas han florecido a través de la emanación que han recibido de ese sol de la Guía. Y han dado como fruto millones de frutos iluminados como Abu Ḥanifa, ash-Shafi’i, Abu Yaẓid al-Bisṭami, el sultán al-Ỹiláni, el Shah an-Naqshbandi, el Imam al-Ghaẓẓali, y el Imam Ar-Rabbani, que Allah esté complacido con todos ellos.

    Pero pospongamos los detalles de nuestras observaciones para otro momento, y traigamos oraciones para ese manifestador de milagros y conductor de la guía, que aluden a una parte indiscutible de sus milagros:

    Sean sobre aquel al que le fue hecho descender el Sabio Discernimiento por parte del Misericordioso, Compasivo, desde el Trono Inmenso, nuestro señor Muḥammad, miles de miles de oraciones y miles de miles de saludos de paz, en el número de las buenas obras de su comunidad…Sean sobre aquel cuyo mensaje fue anunciado en la Torá, el Evangelio y los Salmos y cuya profecía fue anunciada por las indicaciones y las voces procedentes de los genios y los amigos de Allah humanos así como los adivinos, aquel por cuya indicación se hendió la luna, nuestro señor Muḥammad, miles de miles de oraciones y miles de miles de saludos de paz en el número de las respiraciones de su comunidad…

    Sean sobre aquel a cuya llamada acudieron los árboles y por cuyo ruego descendió rápidamente la lluvia y le dio sombra la nube protegiéndolo del calor y se saciaron

    con un ṣa’*(*[2]) de su comida cientos de seres humanos y manó el agua entre sus dedos tres veces como el Kauzar*(*[3])y Allah hizo que le hablaran el lagarto, la gacela y el lobo, así como el tronco de palmera, la pierna de la oveja , el camello, la montaña, las piedras y la arcilla, el que ascendió a los cielos tras el viaje nocturno y la vista no se desvió, nuestro señor e intercesor Muḥammad, miles de miles de oraciones y miles y miles saludos de paz en el número de cada una de las letras que forman las palabras representadas con permiso del Misericordioso en los espejos de las ondas del aire al leer cada palabra del Corán por parte de cada recitador desde el principio de la Revelación hasta el final de los tiempos;

    y perdónanos, ten misericordia de nosotros ¡Oh Allah nuestro! Por cada una de esas oraciones. Amín

    Y he explicado en una epístola turca llamada “Los rayos del conocimiento del Profeta, que Allah le dé Su gracia y paz” y en el Escrito Décimo Noveno aquello a lo que hemos aludido resumidamente en esta Palabra en cuanto a las pruebas de la profecía Aḥmadiana y asimismo se han mencionado al respecto resumidamente los aspectos del carácter prodigioso del Corán Sabio. Y he explicado resumidamente en otra epístola turca también llamada “Los Destellos” y en “La Palabra Vigésimo quinta” que el Corán es un prodigio inimitable en cuarenta aspectos y he indicado en ambas cuarenta de los aspectos de su carácter prodigioso. Y he escrito en cuarenta páginas, de esos cuarenta aspectos, solo la elocuencia que hay en la composición, dentro de un comentario del Corán en árabe llamado “Las alusiones del carácter inimitable (del Corán)”, de manera que si tienes necesidad consulta esos tres libros.

    El décimo cuarto efluvio:

    El Sabio Corán es el almacén que atesora los prodigios y es el mayor de los prodigios que demuestra la unicidad divina junto con la profecía de Aḥmad de una manera categórica que no deja necesidad de ninguna otra prueba. Y nosotros indicamos su definición y algunos destellos de su carácter prodigioso que se han convertido en el eje de la crítica…

    Así pues, el Sabio Corán que nos da a conocer a nuestro Señor es una traducción sempiterna de este gran libro del universo,

    un descubridor de los tesoros de los nombres divinos que están ocultos en las páginas de la Tierra y el Cielo,

    la llave de las verdades latentes bajo las líneas de los acontecimientos,

    el tesoro de las atenciones relativas al Misericordioso y los discursos sempiternos que vienen del mundo del No-visto detrás del velo de este mundo de lo visible,

    el sol de este mundo inmaterial islámico y su fundamento e ingeniería,

    un plano de los mundos de la Otra Vida,

    la palabra que explica el ser, los atributos y los asuntos divinos y su explicación clara, su evidencia categórica y su intérprete brillante,

    el educador del mundo de la humanidad, su sabiduría verdadera y su orientador

    y su guía, una librería sagrada que expone ante todos sus necesidades inmateriales, libros como el libro de una sabiduría y una ley revelada, el libro de una oración y adoración, el libro de un mandato y predicación y el libro de un recuerdo y conocimiento; y expone mensajes apropiados a la tendencia de cada uno de los amigos de Allah y los veraces, los puros y los que han verificado la verdad de toda la gente de los distintos caminos y tendencias.

    Y mira al destello del carácter inimitable en sus repeticiones que son imaginadas como causa de insuficiencia, pues el Corán por ser un libro de recuerdo, un libro de oración y un libro de predicación, la repetición en él es algo bueno e incluso más necesario y elocuente; y no es como piensa la gente que ve defecto, pues el asunto del recuerdo (la invocación de Allah) es la iluminación por medio de la repetición y el asunto de la oración es la confirmación por medio de la repetición frecuente y el asunto del mandato y la predicación es la afirmación por medio de la repetición.

    Y también no todo el mundo es capaz de leer todo el Corán en cada momento, sin embargo, normalmente, es capaz de una azora y por ello se han incluido los temas coránicos más importantes en las azoras largas de manera que cada azora se convierte en el equivalente a un Corán pequeño…Así pues, repite algunos temas como la unicidad divina, la resurrección, la historia de Musa, sea con él la Paz, para no privar a nadie.

    Y además las necesidades espirituales son también diversas como la necesidad corporal, de manera que el ser humano necesita alguna de ellas en cada aliento y como el cuerpo necesita el aire, el espíritu necesita de {Él}, y en cada momento, alguna como {En el nombre de Allah} y así. De manera que la repetición de la aleya surge de la repetición de la necesidad y la repite para aludir a esa necesidad y despertarla y hacerla desear, y para mover el deseo y el anhelo.

    Y también el Corán es un fundador y fundamento de una clara religión y los fundamentos del mundo del Islam y una respuesta para preguntas repetidas por distintas generaciones que cambia la vida social humana; de manera que la repetición es necesaria para el fundador para reafirmar y la reiteración es necesaria para la confirmación y la corroboración, la verificación y la repetición son necesarias para enfatizar.

    Y también habla de cuestiones transcendentales y verdades sutiles que hacen necesaria la repetición muchas veces en diferentes formas para asentarlas en los corazones de todo el mundo; y a pesar de esto, es una repetición en cuanto a la forma, pero cada aleya tiene muchos significados y abundantes provechos y aspectos y niveles ingentes según el significado, de manera que se mencionan en cada posición por un significado, un provecho y otros propósitos.

    Y también la incomprensibilidad del Corán y su concisión en algunas cuestiones del universo es un destello de su carácter inimitable y prodigioso cuyo propósito es la guía y no es posible que sea el eje de la crítica ni la causa de un desmerecimiento como imaginan los ateos.

    Y si dices: ¡Qué asombroso! ¿Por qué el Corán no debate acerca de los seres existentes como lo hace la filosofía? Pues ciertamente deja algunas cuestiones resumidas y menciona algunas en una forma sencilla, exterior, que se atiene a la mirada de la gente común y no sale del sentido de la generalidad ni va más allá del pensamiento de la gente común de manera que les aburra.

    Y la respuesta es que decimos: La filosofía se ha extraviado del camino de la verdad y por ello… Y también habrás entendido categóricamente de las lecciones y los artículos precedentes que el Sabio Corán debate sobre estos seres existentes para dar a conocer la esencia, los atributos y los nombres divinos; es decir: que aporta los significados de este libro del universo para dar a conocer con ellos a su Creador, de manera que no mira a los seres existentes por sí mismos sino por Aquel que los hace existir y además le habla a la generalidad de la gente…

    En cuanto al conocimiento de la sabiduría, mira a los seres existentes por ellos y se dirige especialmente a la gente especialista en la materia; así pues, el Corán si pone a los seres existentes como un indicio y hace de ellos una evidencia, necesariamente ha de ser un indicio externo y que se entienda rápidamente a la vista de la gente común. Y también si el Corán es el guía que se dirige a todos los niveles del ser humano y el nivel más numeroso es el nivel de la gente común, la guía implica que resuma de manera vaga las cosas que no son indispensables, que haga asequible por medio de parábolas la comprensión de las cosas sutiles y no cambie las cosas que son obvias en la mirada externa de ellos con una forma innecesaria e incluso perjudicial para que no les haga caer en errores.

    Así pues, por ejemplo, dice acerca del sol: Es una luminaria y una lámpara que gira, ya que no menciona el sol por sí mismo ni por su naturaleza, sino que menciona el hecho de que sea el resorte de un tipo de orden y el centro de un sistema y que tal orden y sistema son un espejo del conocimiento del Hacedor. En efecto, dice: {Y el sol discurre}, es decir: gira y da a entender con esta expresión la grandeza del Hacedor por medio de notificar las disposiciones del poder divino ordenadas en la rotación del verano y el invierno, la noche y el día, de manera que sea cual sea la realidad de este transcurrir no influye en el orden que es lo que se pretende y el tejido que se observa.

    Y dice: {Y hemos hecho del sol una lámpara} y al usar la expresión “lámpara” da a entender la misericordia del Creador y Su hacer el bien haciendo notar que el mundo es representado bajo la forma de un palacio y las cosas que hay en él son adornos, productos alimenticios y necesidades que han sido preparadas para el ser humano y para los dotados de vida y que el sol se asemeja a una vela supeditada…

    Y mira ahora: ¿Qué dice la filosofía confundida y burlona? Mira:

    Ella dice que el sol es una masa enorme líquida y de fuego alrededor de la cual giran los planetas que han sido arrojados desde él cuyo tamaño es tal medida y cuya naturaleza es tal y tal…De manera que no proporciona al espíritu un conocimiento completo, sino que provoca una estupefacción desoladora y una perplejidad pasmosa y no habla de él como lo hace el Corán… Así pues, por analogía con esto entiendes el valor de las cuestiones filosóficas que resuenan externamente y están vacías internamente; por lo tanto, no te engañes con su brillo formal para que no te haga tener mala cortesía ante la elocuencia del Corán que es prodigiosa al máximo.

    ¡Oh Allah! Haz del Corán una cura para nosotros de todo mal y un acompañante para nosotros en nuestra vida y después de nuestra muerte, y en este mundo un compañero y en la tumba un acompañante, y en el día del Levantamiento un intercesor y sobre el ṣiraṭ una luz y frente el Fuego una cortina y un velo, y en el Jardín un camarada, y una guía y dirección hacia todos los bienes, por Tu favor, generosidad, munificencia y misericordia, ¡oh Tú el más Generoso de los generosos y el más Compasivo de los compasivos. Amín.

    ¡Oh Allah! Dale Tu gracia y paz a aquel al que le fue revelado

    el Sabio Discernimiento, así como a su familia, compañeros todos. Amín.

    Aviso: En la gota décimo cuarta en la Risale-i Nur (Epístola de la Luz) árabe hay seis gotas y la gota cuarta en particular tiene seis puntos que explican quince tipos de la magnitud de cuarenta tipos del carácter prodigioso del Sabio Corán, de manera que hemos resumido aquí dándolas por suficientes y si quieres puedes repasarlas y encontrarás que son el tesoro de los prodigios.



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    1. *[Ḥusain al-Ỹisrí recoge en su Epístola Ḥamidiyyah ciento catorce indicaciones de esos libros. Y si existe esa cantidad a pesar de la alteración que han sufrido quiere decir que había muchas afirmaciones existentes antes de ello. El autor.]
    2. *[Un ṣa’ era una medida equivalente a cuatro almudes siendo un almud lo que cabe en ambas manos juntas.]
    3. *[al-kauzar significa la abundancia y es un río del Paraíso.]