EL VIGÉSIMO OCTAVO DESTELLO

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    El segundo punto:

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

    {Y no he creado a los genios ni a los hombres sino para que Me adoren, no quiero de ellos provisión alguna ni quiero que Me alimenten. Es cierto que Allah es el Proveedor, Dueño de la fuerza, el Inquebrantable} (Sura de Los que levantan un torbellino, 56-58)

    El significado aparente de esta noble aleya no explica el estilo elevado que está en consonancia con la elocuencia inimitable del Corán, como lo que viene en la mayoría de los comentarios, por esto ocupaba mi pensamiento en muchas ocasiones. De manera que vamos a explicar tres aspectos resumidamente entre los significados bellos y elevados que aparecen procedentes de la emanación del Noble Corán.

    El primer aspecto: Allah, sea glorificado, se atribuye a veces a Sí mismo lo que podría remitirse a Su noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, en cuanto a estados y lo hace para honrarlo y ennoblecerlo.

    De manera que la noble aleya que se ha citado aquí, cuyo contenido indica que Yo os ha creado para la adoración y no para Mi provisión ni para que me alimentéis, necesariamente lo que se quiere decir con ella es el alimentar y la provisión remitidos al más noble Mensajero, que Alla le dé Su gracia y paz, de manera que significaría que Mi mensajero no quiere de vosotros que lo alimentéis ni busca pago ni compensación por el servicio de transmitiros el mensaje de la adoración y la servidumbre a Allah. Porque si no es esto lo que quiere decir, entonces sería informar de algo obvio y conocido, lo cual no se corresponde con la elocuencia inimitable del Corán.

    El segundo aspecto: El ser humano está muy ligado a la provisión y se imagina que el esfuerzo por la provisión le impide la servidumbre, y es para rechazar esa imaginación y para que no se tome como excusa para dejar la adoración, que dice la noble aleya: {Y no he creado a los hombres y a los genios sino para que Me adoren} y circunscribe el propósito de la creación a la servidumbre a Allah. Y en verdad que el esfuerzo por la provisión-desde el punto de vista del mandato divino-es también servidumbre a Allah. En cuanto al hecho de traer la provisión para Mis criaturas y para vosotros mismos y vuestras familias e incluso la provisión para vuestros animales, Yo me encargo de ello. Pues vosotros no habéis sido creados para ello, de manera que todo lo que trata de la provisión y dar de comer Me afecta a Mí y Yo soy el Proveedor, Dueño de la fuerza, el Inquebrantable. De manera que no necesitáis esto hasta el punto de que tengáis que dejar la adoración, pues Yo soy el que envío la provisión de aquéllos de Mis siervos vinculados a vosotros.

    Y si no es este significado el pretendido formaría parte de informar de lo ya conocido, porque proveer a Allah, sea glorificado y ensalzado, y darle de comer es un absurdo evidente y algo conocido claramente. Y hay una regla establecida en la ciencia de la elocuencia que consiste en que si el significado de lo que se dice es conocido y evidente este significado no es el que se pretende sino que lo que se pretende es inherente a él o una de sus consecuencias. Así pues, por ejemplo: Si le dices a alguien que sabe el Corán de memoria: Tú sabes el Corán de memoria. Estas palabras son una información de algo que es conocido en él, de manera que lo que quiere decir es: Yo sé que tú sabes el Corán de memoria, es decir le hago saber lo que él no sabe que es el hecho de que yo sé que él sabe el Corán de memoria.

    De manera que en base a esta regla el significado de la aleya, que alude a la negación de que se provea a Allah y se Le alimente, sería: Vosotros no habéis sido creados para hacer llegar la provisión a Mis criaturas de cuya provisión me encargo Yo, pues la provisión es aquello de lo que Yo soy garante y vuestra obligación esencial es la servidumbre y esforzaros, en concordancia con Mis órdenes, por la provisión, lo cual en sí mismo en un tipo de adoración.

    El tercer aspecto: El significado externo de la noble aleya {no ha engendrado ni ha sido engendrado} en la sura de la Adoración Pura (al-Ijlaṣ) es conocido y evidente de manera que lo que se quiere decir es una de las cosas inherentes a ese significado, es decir: Aquéllos que tienen madre e hijos no pueden ser dios en absoluto. De manera que Allah, sea glorificado y ensalzado, con Sus palabras: {no ha engendrado ni ha sido engendrado} que son algo evidente y conocido quiere decir que Él es anterior al tiempo y eterno al negar la divinidad de nuestro señor ‘Isa, sea con él la paz y ‘Uẓair, sea con él la paz, y los ángeles, los astros y todo aquello que es objeto de adoración falsamente. Y al igual que esta aleya, aquí también está el significado de la noble aleya {no quiero de ellos provisión alguna ni quiero que me alimenten} en el sentido de que todo lo que recibe provisión o es alimentado y es susceptible de recibir provisión y ser alimentado no es posible que sea dios, pues no es propia la divinidad de quien necesita de la provisión y ser alimentado.

    Sa’id an-Nursi

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo {O sesteaban} (Sura de las Alturas de Reconocimiento, 4)

    Ráfat se interesó por el significado de la palabra “sesteaban” que aparece en la noble aleya y se escribió este estudio a propósito de su petición de interpretación sobre ella y para no entorpecer su pluma diamantina por el decaimiento corporal a causa de su sueño después de la oración de faŷr como los otros que están con él en la cárcel.

    El sueño es de tres tipos:

    El primero es el al-ghailula que es el sueño después de faŷr hasta el fin del límite del tiempo desaconsejable.

    Este sueño es contrario a la sunna porque provoca una merma en la provisión y una desaparición de su baraka tal y como aparece en el noble ḥadiz. Ya que el mejor momento para preparar los prolegómenos del esfuerzo para obtener la provisión es en el aire sutil después de la aurora (al-faŷr), sin embargo cuando transcurre le sobreviene al hombre una flojera y un decaimiento dentro de lo que le perjudica en su esfuerzo en ese día y consecuentemente le perjudica en la provisión al igual que causa la desaparición de su baraka. Y esto está demostrado por muchas experiencias.

    El segundo es al-failula que es el sueño después de la hora de al-‘aṣr hasta el magrib.

    Este sueño provoca la merma de la vida. Es decir: Acorta la vida del ser humano materialmente en el día que se contamina con el sueño que produce olvido, puesto que aparece ese día corto disminuido como si el transcurso del tiempo de ‘aṣr durmiendo equivaliera a no ver los resultados inmateriales de ese día, esos resultados que se manifiestan normalmente en ese momento, de manera que el ser humano es como si no hubiera vivido ese día.

    El tercero es al-qailula (la siesta) que es una sunna profética noble y cuyo tiempo empieza a partir de aḍ-ḍuḥá (la mañana una vez que el sol ha salido y se alza sobre el horizonte) hasta un poco después de aḍ-ḍhuhr (el mediodía)

    y además de que ese sueño pertenece a la sunna*(*[1]), ya que ayuda a levantarse en la noche a hacer oración, ha consolidado esta sunna profética la costumbre de la gente de la península arábiga de hacer una parada relativa de las actividades en el momento en el que aprieta el calor al mediodía en virtud de sus condiciones ambientales. Y este sueño aumenta la vida y aumenta la provisión, porque media hora de siesta equivale a dos horas de sueño nocturno, es decir: aumenta la vida de su día una hora y media y libra de una hora y media de sueño que es como la muerte y le da vida haciendo que aumente el tiempo de su actividad para obtener la provisión, de manera que alarga el tiempo del esfuerzo y el trabajo.

    Sa’id an-Nursi

    Y esta es una hermosa idea

    Cuando estaba recitando la frase “mil millares de oraciones y mil millares de saludos de paz para ti, oh Mensajero de Allah” después de la oración preceptiva se presentó ante de mí desde lejos una ocurrencia sutil que se desprendía de esas oraciones solo que no fui capaz de atraparla por completo, pero aludiré a alguna de sus frases.

    Vi que el mundo de la noche era como una residencia nueva que se abría en la morada de este mundo y entré en ese mundo en la oración de al-‘ishá y debido a una expansión por encima de lo normal de la imaginación y en virtud de la ligazón de la naturaleza del hombre con este mundo en su totalidad vi que este mundo enorme se había convertido en esa noche en una residencia muy pequeña hasta el punto de que casi no se podía ver lo que había en ella de seres humanos o dotados de vida y vi en una imaginación que no había quien iluminara esa residencia excepto la personalidad inmaterial del Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, hasta llenarse sus rincones de esplendor, intimidad y alegría.

    Y al igual que se empieza saludando al entrar en una casa, del mismo modo encontré en mí mismo un anhelo enorme y un deseo desbordante de decir: “Mil millares de saludo de paz para ti, Oh Mensajero de Allah”*(*[2]). Y a partir de aquí me encontré a mí mismo como si lo saludara con el número de los seres humanos y los genios y expresara con este saludo mío mi renovación del compromiso de fidelidad con él, mi satisfacción con su mensaje y mi aceptación del mismo procedente de él, mi obediencia a las normas que trajo, mi sumisión a sus órdenes, transmitiendo con el saludo que esté a salvo de nuestras objeciones. Es decir: Es como si presentara ese saludo-pronunciando esos significados-en nombre de cada uno de los individuos de mi mundo que son los provistos de conciencia, genios y hombres, y todos los seres creados.

    Y así es pues lo que trajo de la inmensa luz y la valiosísima guía ilumina mi mundo particular como ilumina el mundo particular de cada uno en la vida mundanal y transforma nuestro mundo en un mundo lleno de bendiciones. Y entonces dije frente a esas bendiciones tremendas: “Oh Allah haz descender mil oraciones sobre él” quizás sean agradecimiento y reconocimiento de lo hermoso por esa luz amada y esa guía valiosa, ya que nosotros no podemos devolver su hermosura y su bien hacia nosotros nunca de manera que hemos manifestado suplicando a Allah, sea enaltecido y elevado, con el ruego y la súplica para que haga descender de las despensas de Su misericordia una misericordia sobre él en el número de todos los que están en los cielos. Así lo sentí en mi imaginación.

    Pues él, que Allah le dé Su gracia y paz, pide una oración con el significado de misericordia en cuanto que “siervo” y en cuanto que se dirige desde la creación al Real, sea glorificado, y merece el saludo de paz en cuanto que él es “mensajero” del Real, sea glorificado, a las criaturas. Y al igual que nosotros elevamos hacia él un saludo de paz en el número de los hombres y los genios y le renovamos el compromiso de lealtad general en su número también, él, que Allah le dé Su gracia y paz, merece también una oración procedente de las despensas de la misericordia divina en el número de los que están en los cielos y en el nombre de cada uno de ellos.

    Eso es porque la luz que trajo es lo que manifiesta la perfección de cada cosa en la existencia y hace sobresalir el valor de toda cosa existente y se contempla con ella la misión divina de cada criatura y se manifiestan con ella los propósitos divinos de cada cosa creada. Por ello, si cada cosa tuviera lengua repetiría de palabra como lo hace de facto: La oración y el saludo de paz sean sobre ti ¡oh Mensajero de Allah! De manera que nosotros por nuestra parte decimos en lugar de todas las cosas creadas: Mil millares de oraciones y mil millares de saludos de paz sobre ti ¡Oh mensajero de Allah! en el número de los hombres y los genios y en el número de los ángeles y los astros.

    Y te basta con que Allah mismo hizo oración y Sus ángeles oraron por él y lo saludaron con paz.

    Sa’id an-Nursi

    ¡Querido hermano!

    Pedís alguna aclaración sobre “la unidad de la existencia” y en el destello treinta y uno hay una respuesta transparente, contundente y clara sobre la opinión de Muḥyiddin Ibn ‘Arabí en esta cuestión. Por lo que aquí respecta nos basta con decir lo siguiente:

    La enseñanza de la cuestión de “la unidad de la existencia” en el momento actual a la gente le perjudica de una manera seria ya que al igual que las alegorías y las representaciones*(*[3]) cuando salen de las manos de la élite y entran en las manos del común de la gente y pasan de las manos del conocimiento a las manos de la ignorancia, se toman como realidades, así mismo la unidad de la existencia y realidades elevadas similares, si entra entre la gente común y la gente de la inadvertencia que divagan sobre la influencia de las causas, la toman como “naturaleza” y engendra tres daños importantes.

    El primer daño: La corriente de la unidad de la existencia a pesar de que supone negar la existencia de los seres existentes ante la existencia de Allah, sea glorificado, cada vez que entra entre la gente común les lleva, en el pensamiento de los inadvertidos de ellos y especialmente los que están contaminados con la realidad material, al punto de negar la existencia de la Divinidad ante el universo y la realidad material.

    El segundo daño: La corriente de la unidad de la existencia rechaza con un rechazo contundente la divinidad de lo que no es Allah, sea ensalzado, hasta el punto de negar lo que no es Él, sea ensalzado, y no admite que haya otro con Él, de manera que no ve existencia independiente del alma que ordena insistentemente (el mal) ni de cualquier otra cosa, sin embargo en este tiempo en el que predomina el concepto de la naturaleza y se han endiosado almas que ordenan el mal y en especial quien tiene predisposición para tomarse a sí mismo como su objeto de adoración en lugar de Allah y se ha insuflado la vanidad y el egoísmo en sus venas además del olvido del Creador y de la Otra Vida hasta tal extremo, enseñar a éstos la unidad de la existencia desenfrena sus egos hasta el punto de que nada los contiene, y nos refugiamos en Allah de ello.

    El tercer daño: Provoca pensamientos y conceptos que no son apropiados para la necesidad de la existencia de la Esencia Sublime, que está exenta, libre, purificada y por encima del cambio, la sustitución, la división y la particularidad, y no concuerdan en absoluto con Su estar por encima de toda imperfección y Su absoluta pureza, sea glorificado, de manera que ello es causa de enseñanzas falsas.

    En efecto quien habla de la unidad de la existencia debe elevar una idea desde el subsuelo hasta las pléyades, dejando detrás de sí por completo a los seres existentes, fijando su mirada en el Trono Excelso, contando los seres existentes como inexistentes en un estado de inmersión, de manera que le es posible ver con la fuerza de la fe que todo procede del Uno, el Único, sea glorificado, directamente. Y si no, el que se detiene detrás de los seres existentes y los mira y ve las causas ante él y mira desde la Tierra, puede que se sumerja en la influencia de las causas y caiga en el pantano de la naturaleza,

    mientras que el que eleva un pensamiento hacia el Trono como Ŷalalud-din ar-Rumí puede decir: “Abre tu oído pues tú puedes escuchar de cada uno -como si fueras un fonógrafo natural- lo que escuchas del Real, sea ensalzado”. Y si no, quien no puede acceder como él a este grado elevado y no ve los seres existentes desde el suelo hasta el Trono en la imagen de un espejo (de Sus manifestaciones) si le dices: “Presta atención a cada uno y escucharás de él la palabra de Allah”, será puesto a prueba con sus imaginaciones falsas contrarias a la realidad como aquel que cae alegóricamente desde el Trono hasta el suelo.

    {Di: Allah y déjalos jugando en su palabrería} (Sura de los Rebaños, 91) (No de la tierra y del Señor de los señores)

    ¡Gloria a Aquel Cuya esencia no se asemeja a la de nadie y Cuyos atributos están más allá de que existan otros parecidos y Cuyos signos dan testimonio de Su señorío, sea honrada Su majestad, no hay dios sino Él.

    Sa’id an-Nursí

    Respuesta a una pregunta

    No dispongo del tiempo suficiente para establecer una comparación entre las ideas de Muṣṭafá Ṣabri*(*[4]) y Musa Bigiyef*(*[5]), pero me limitaré a decir lo siguiente: Uno de los dos se ha extralimitado y el otro se queda corto. Y a pesar de que Muṣṭafá Ṣabri merece ser defendido frente a Musa Bigiyef, no tiene derecho a declarar impostor a la persona de Muḥyiddin Ibn ‘Arabí que es uno de los prodigios de las ciencias del Islam.

    En efecto, Muḥyiddin Ibn ‘Arabí está en la guía y es aceptado, sin embargo no es alguien que pueda orientar a otros ni guiarlos ni ser un ejemplo a seguir en todos sus escritos, puesto que a menudo se adentra sin ponderación en las realidades y parece contrario a los fundamentos firmes de la gente de la Sunna, y algunos de sus dichos manifiestan aparentemente el extravío a pesar de que él es inocente de ello, puesto que las palabras pueden parecer kufr en su apariencia pero el que las dice no es káfir.

    Y Muṣṭafá Ṣabri no observa estos puntos con la mirada de la consideración de manera que se queda corto en algunos puntos por su fervor con las normas de la gente de la Sunna.

    En cuanto a Musa Bigiyef se equivoca mucho con sus ideas que van con la civilización y muy fuertemente asociadas a la renovación ya que tergiversa algunas verdades del Islam con interpretaciones erróneas y toma a una persona refutada como Abul-‘Alá al-Ma’arri en un nivel superior a los eruditos del Islam indagadores de la verdad y se extralimita mucho en tomar partido fuerte por estas cuestiones en las que se oponen a Muḥyiddin la gente de la Sunna y que concuerdan con sus ideas.

    Y Muḥyiddin dijo: “Es ilícito leer nuestros libros para quien no es de los nuestros”. Es decir: Para quien no conoce nuestra estación. En efecto, la lectura de los libros de Muḥyiddin y especialmente las cuestiones en las que trata la unidad e la existencia son dañinas en este tiempo.

    Sa’id an-Nursi

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

    Mientras miraba desde la ventana de la prisión cómo la gente reía en una fiesta nocturna llena de júbilo, risas que me provocaban llanto, mirándola a través de la lente de la reflexión sobre el futuro y la inquietud por él, se reveló ante la mirada de mi imaginación lo que explico a continuación:

    Al igual que ves en el cine situaciones de la vida de quienes ahora duermen en las tumbas, fue como si yo contemplara delante de mí los cadáveres andantes de quienes en un futuro próximo serán habitantes de las tumbas. Y lloré por esos que ahora se reían y me embargó un sentimiento de nostalgia y dolor. Y pregunté por la realidad con estas palabras: ¿Qué es esta imaginación? Y dijo la realidad:

    Cinco de cada cincuenta de estos desgraciados que se ríen ahora y se regocijan en exaltación y júbilo serán hombres maduros después de cincuenta años y se habrán encorvado sus espaldas y estarán cerca de los setenta años de edad. Y los cuarenta y cinco restantes se descompondrán en las tumbas. De manera que esas caras radiantes y esas risas espléndidas se transformarán en su opuesto y según la regla de que “todo lo que ha de venir está cerca”, la contemplación de lo que ha de venir como si hubiera venido ahora esconde la realidad, de manera que lo que contemplé no es una imaginación.

    Y dado que las risas de este mundo caracterizadas por la inadvertencia son temporales, están expuestas a la desaparición y esconden esos estados dolorosos y que mueven al llanto, es necesario que lo que alegre el corazón del ser humano desdichado, enamorado de la eternidad, y regocije su espíritu turbado por la pasión de la permanencia sea esa diversión inocente y disfrute decente y alegrías y regocijos que son eternos por su recompensa dentro del ámbito de la ley revelada además de cumplir con el agradecimiento con la tranquilidad del corazón y su presencia lejos de la inadvertencia.

    Y para que la inadvertencia no se fortalezca en las almas en las fiestas y empuje al hombre a salir del círculo de la ley revelada aparece en los nobles hadices un estímulo fuerte y abundante en agradecer y recordar a Allah en esos días. Y ello para transformar las bendiciones de la alegría y el regocijo en agradecimiento que haga permanente esa bendición y la aumente, puesto que el agradecimiento aumenta la bendición y elimina la inadvertencia.

    Said Nursî

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo Uno de los puntos de la noble aleya: {En verdad el alma ordena con insistencia el mal} (Sura de Yusuf, 53) y del noble hadiz:

    “El mayor de tus enemigos es tu propia alma (tu propio “yo”) que está entre tus costados”.

    En efecto, el que ama su alma (su ego) que ordena con insistencia el mal-no la purificada- y se admira de ella, en realidad no ama a nadie que no sea ella, e incluso si le muestra a otro amor no lo amará en lo profundo de su corazón sino que tal vez lo ame por sus beneficios y por un disfrute que espere de él. De manera que estará siempre en un intento de hacerse amar por los demás y en un esfuerzo continuado para provocar su admiración hacia él, apartará toda deficiencia de su alma y no la asumirá sea cual fuera la deficiencia, sino que se defenderá como un abogado abnegado para declarar su inocencia y la elogiará con exageraciones e incluso mentiras para librarla de todo defecto o imperfección hasta casi hacerla sagrada, e incluso llegará al extremo de que se cumpla en él la noble aleya: {Quien toma como su dios a su deseo} (Sura del Discernimiento, 43) Entonces se sucederán sobre él las bofetadas de esta noble aleya-según su grado- y su elogio se convertirá en que la gente se aparte de él, y el hacerse amar a sí mismo se transformará para ellos en algo que les produzca rechazo y encontrará lo contrario de lo que pretendía, además de echar a perder la sinceridad por la afectación y el disimulo que mezcla en sus actos de la Otra Vida, de manera que se verá sobrepasado por su apetito, su deseo y sus pasiones, esos que no ven el resultado final y no piensan en las consecuencias y están perdidos en el placer del momento.

    Incluso puede que sus deseos extraviados le justifiquen asuntos que cometa por un disfrute que dure un rato y lo lleve a ser arrojado a la cárcel por un año. Y puede que sufra diez años de pago justo por calmar su ánimo de venganza y el apetito engañoso que no dura ni un solo minuto. Y se asemeje a ese niño tonto que no aprecia el valor de la parte de la noble copia coránica que lee y estudia y la vende por un trozo de dulce barato, ya que cambia sus buenas acciones que son más valiosas que el diamante y las sustituye por lo que se parece en su insignificancia a unos trozos de cristal, esas son sus sensaciones, su deseo y su engaño. Y sufre una gran pérdida en lo que debía ganar una enorme ganancia.

    ¡Oh Allah, protégenos del mal del ego y del Shaiṭán, y del mal de los genios y los hombres!


    Una pregunta: ¿Cómo es que la permanencia eterna en la prisión de Ŷahannam es un pago justo para la incredulidad que dura un tiempo corto?

    La respuesta es que el asesinato que sucede en un instante tiene como castigo siete millones ochocientos ochenta y cuatro mil minutos, considerando un año como trescientos sesenta y cinco días. Y si esto es una ley justa, el que pasa veinte años de su vida en el seno de la incredulidad y muere en ella, merece un pago acorde con esta ley justa humana de cárcel que dure cincuenta y siete trillones doscientos y un mil años, considerando un minuto de incredulidad equivalente a mil asesinatos. Y puede que de esto se entienda el sentido de la coincidencia con la justicia de Sus palabras, sea ensalzado: {inmortales en él para siempre} (Sura de la Evidencia, 8).

    El secreto de la correspondencia entre los dos números muy alejados el uno del otro, es que la incredulidad y el asesinato son un atentado y una agresión a los demás y ambos tienen un efecto en los demás. Siendo así que el asesinato que sucede en un minuto arrebata al menos quince años de la vida del asesinado, según la aparente situación, por eso se encierra al asesino un equivalente a eso, y un minuto de incredulidad que es negar mil y un nombre de los nombres más hermosos y declarar falsos sus grabados insólitos y una agresión a los derechos de los seres, una negación de sus perfecciones, un desmentido de los indicios de la unicidad que no tienen límite y un rechazo de sus testimonios, hace caer al incrédulo entre los más bajos de los bajos por más de mil años y lo encierra en Sus palabras, sea ensalzado: {inmortales..}.

    Said Nursî

    Coincidencia curiosa que posee una moraleja:

    El artículo 163 de la ley en virtud de la cual se acusa a los estudiantes de la Luz y se pide que sean castigados, coincide en su número con el número de los diputados que firmaron la moción del Parlamento que asignaba la concesión de ciento cincuenta mil liras para construir la escuela del autor de la Epístola de la Luz. Y fueron 163 diputados entre los 200 del Congreso de la Nación Turca. Y esta coincidencia dice en significado: La firma de 163 de los diputados del gobierno de la República en el sentido de la estimación y la admiración de su trabajo anula el juicio del artículo 163 en relación a él.

    Y también entre las coincidencias curiosas que tienen moraleja está: La orden de arresto del autor de las Epístolas de la Luz y sus estudiantes y su detención tuvo lugar el día 27 de Abril de 1935 mientras que el decreto del juzgado en relación a ellos tuvo lugar el día 19 de Agosto de 1935, es decir 115 días después. Este número coincide con el número de libros de las Epístolas de la Luz que es de 115 que contienen 128 epístolas. Al igual que coincide con el número de los acusados, ciento quince, de entre los alumnos de la Luz que fueron interrogados y acusados. Y esta coincidencia indica que la adversidad con la que fueron puestos a prueba el autor de las Epístolas de la Luz y sus estudiantes fue simplemente organizada por una mano de la providencia divina*(*[6]).


    Bu Lem’a’nın başında İmam-ı Ali (ra) Risale-i Nur’a işaret ettiğinden, bir kardeşimiz heyecanlı bir iştiyakla Risale-i Nur’a, Elmas Cevher Nur ismini takıp tekrar ederek yazmıştı. Bu Lem’a’nın âhirinde derci münasip görüldü:

    Takva dairesinde bulunan talebe deli de olsa, acaba Risale-i Nur’un ve kıymetli elmasın nurundan ayrılabilir mi? Öyle tahmin ederim ki Risale-i Nur’un bu âciz talebeniz kadar kerametini, faziletini, lezzetini yiyen, tatlı meyvesinden koparan nadirdir. Hem bu kadar âcizliğim ile beraber, Risale-i Nur’a hizmet edemediğim halde göstermiş olduğunuz teveccühe medyun-u şükranım. Binaenaleyh Risale-i Nur’dan bendeniz değil, hiçbir talebeniz o mübarek elmastan ve lezzetten ayrılamaz.

    Affınıza mağruren Risale-i Nur’un bu defaki taharriyatında iki kerameti meydana aynen çıkmıştır: Hapishane içerisinde polis, jandarma ve gardiyanlar müthiş arama yaparken, o esnada hiç kimse görmeden, yedi sekiz yaşında, hemşiremin mahdumu, mektep çantasının içerisine Risale-i Nur’un nüshalarını koyarak alıp gitmiştir.

    Arama, bendenizin odasında idi. Çocuk odaya geldi, odada telaş görünce, odanın bir tarafında ayrıca duran Risale-i Nurları çantasına koydu ve içerideki memurların hiçbirisi farkına varmadı, çocuğa da bir şey demediler. Fedakâr çocuk doğruca validesine gidiyor. “Dayımın daima bize okuduğu Risale-i Nurları getirdim. Bunları alacaklarmış. Ben onların haberi olmadan, onlar başka mektup, kitap karıştırırlarken aldım, çantama koydum. Bunları iyice bir yere koyunuz, muhafaza ediniz. Ben bunların okunmasını çok seviyorum. Dayım bize bunları okuyordu. O okurken ben başka bir halet kesbediyordum.” diye validesine söylüyor ve mektebine avdet ediyor. Bu sayede Elmas Cevher Nurlar ele geçmemiş oluyor.

    Bu keramet değil de nedir? Kur’anî bir mu’cize değildir de nedir? Acaba bu fazilet, acaba bu lezzet, acaba bu Elmas Cevher, hangi telifatta vardır ki bu Elmas Cevher Nurlar, şimdiye kadar hangi zatın ağzından dökülmüştür? Ben de hapis değil, bu Elmas Cevher Nurlar için her an her dakika her fedakârlığı memnuniyetle kabul ederim. Benden sonra bu Elmas Cevher Nurlar yoluna evladım Emin de bütün hayatını sarf etmeye hazırdır.

    İşte bu Elmas Cevher Nur’un ikinci kerametini ispat ile üç yaşından sekiz yaşına kadar akrabalarım ve evladım, bu Elmas Cevher Nurlar için fedakârane ve bu yolda hayatlarını hiç düşünmeden feda edeceklerini ispat ederim. Çünkü bu Elmas Cevher Nur’u okurken hepsi başıma toplandı. Onları sevdim ve birer çay verdim, bu Elmas Cevher Nur’u okumaya devam ettim. Hepsi birden “Bu nedir? Bu yazı nasıl yazıdır?” sordular. Ben de dedim: “Bu Elmas Cevher Nur’dur.” diye bunlara okumaya başladım. Onuncu Söz’ü okurken saatler geçmiş. Çocuklar merakından, anlayamadıkları zaman hemen bendenize soruyorlardı. Ben de bu Elmas Cevher Nur’u onların anlayabileceği şekilde izah ederken çocukların renkleri, renk renk oluyordu ve güzelleşiyordu. Bendeniz de çocukların yüzüne baktıkça hepsinde ayrı ayrı nurlu Said görüyordum.

    Suallerinde “Nur hangisi, Cevher hangisi ve Elmas hangisi?” diye sorduklarında; “Evet Nur, bunu okumaktır. Bak sizde bir güzellik meydana geldi.” Onlar da birbirinin yüzüne baktılar, tasdik ettiler. “Ya Elmas nedir?” “Bu sözleri yazmaktır. O zaman, yani yazdığınız zaman sizin yazılarınız elmas gibi kıymetli olur.” Tasdik ettiler. “Ya Cevher nedir?” “İşte o da bu kitaptan aldığınız imandır.” Hepsi birden şehadet getirdiler. Bu sohbette üç dört saat geçmiş, bendeniz farkına varmadım.

    İşte “Elmas Cevher Nur budur.” dedim. Tasdik ettiler. Hepsi birden bana bakıyorlardı ve “Bunu kim yazdı?” diyorlardı.

    Âciz talebeniz

    Şefik

    Zekâi’nin Rüyası

    Bu sabah rüyamda, İstanbul’un Tophane sahiline benzer saf ve berrak bir deniz kenarındayım. Kuşluk zamanında olduğunu zannettiğim güneşin ziyası, o derya-yı azîmin üzerinde hoş parıltılar husule getiriyor. Ben deryaya müteveccihim. Denizin orta ve cenubu tarafından yüze yüze sahile gelen bir genç, omuzundaki bir sabanı sahile çıkardı. Orada bütün kardeşlerimize (tahliyeden sonra) istikbal edilmekteler iken, sahil boyunu takiben, garptan dolu dizgin iki atlı geliyor. “Üstad geliyor!” dediler. Bu izdiham yarıldı, hiç durmaksızın bu mühib yağız atlı ve esmer çehreli iki zat, şarka doğru uzaklaştılar. Ben, o deryaya dalmak üzere iken uyandım.

    Zekâi

    Tarafgirane ve Risale-i Nur’a rakibane söylenen sözlere mukabildir.

    Ger medhetmekse tefahurla kendinizi maksadın

    Risale-i Nur’un en sönük yıldızının peykisiniz

    Zinhar seyyare zannetme kardeşim, Risale-i Nur’un

    Arz değil, âfitab dahi peykidir onun

    Pek yakında parlayacaktır âlemde Risale-i Nur

    Sönmez, belki gizlenir, zira nurun alâ nur

    Bir nur ki bahr-i hakikat ve mahz-ı hidayettir o

    مَن۟ اَص۟حَابُ الصِّرَاطِ السَّوِىِّ وَ مَنِ اه۟تَدٰى yı oku.

    Hak’tan olmaz şikâyet, belki maksat hikâyet

    Şer’in üzere giderken Hakk’a malûm

    Risale-i Nur’a ki eylemiştim hem de hizmet

    Risale-i Nur ki Aliyyü’l-Murtaza ve Gavs-ı A’zam

    Celcelutiye’de ve bazı kasaidde etmişler işaret

    Risale-i Nur ki urvetü’l-vüska, lenfisam

    Temessük etmiştim zira hem hidayet ve ayn-ı hakikat

    Koydular bizleri ki orada durmuştu Yusuf aleyhisselâm

    Hem de beraberimizde idi Hazret-i Üstad.

    Halil İbrahim

    El punto vigésimo octavo Del destello vigésimo octavo

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

    {No pueden escuchar al Consejo Supremo y se les arrojan proyectiles desde todas partes para ahuyentarlos. Tendrán un castigo perpetuo. Aunque alguno consigue arrebatar algo y es perseguido por un lucero fulgurante.} (Sura de Los que se ponen en filas, 8-10)

    {Y hemos embellecido el cielo de este mundo con lámparas y las hemos hecho objetos para lapidar a los demonios.} (Sura de la Soberanía, 5) Vamos a explicar uno de los puntos importantes de estas nobles aleyas y similares a propósito de una objeción que responde a la gente del extravío a modo de crítica.

    Estas nobles aleyas revelan que los espías de entre los genios y los demonios ponen oído furtivamente a las noticias de los cielos y traen noticias del no-visto a los adivinos, los materialistas y los que trabajan en convocar a los espíritus de manera que se puso una barrera entre estas noticias y entre el espionaje continuo de esos espías y se les arrojaron luceros principalmente en ese periodo del principio de la revelación con el fin de que nada se mezclara con la revelación. Aclararemos una respuesta resumida al máximo de una pregunta de la máxima importancia que tiene tres ramificaciones.

    Pregunta: Se entiende de nobles aleyas semejantes a éstas que acaban de ser mencionadas más arriba que por escuchar furtivamente y averiguar una noticia del no-visto hasta en los sucesos particulares e incluso a veces en sucesos personales, los espías de entre los demonios irrumpen en el reino de los cielos que está en una lejanía máxima como si esos sucesos particulares fueran lugar de búsqueda en cada una de las partes de ese reino inmenso y fuera posible para cualquier demonio de cualquier lugar dentro de los cielos escuchar, aunque sea de una manera incompleta, esa noticia y traerla tal cual a la Tierra. Este significado que se entiende las nobles aleyas no lo acepta el intelecto y la razón.

    Luego una parte de los Profetas que son la gente del Mensaje y de los auliyá (los cercanos a Allah), que son la gente de los hechos milagrosos, recogen los frutos del Jardín que están por encima de los cielos elevados-según el texto del Corán- y es como si los tomaran desde un lugar cercano y a veces contemplan el Jardín desde cerca. Esta cuestión quiere decir que el límite de la lejanía está en el límite de la cercanía y esto no lo comprende el intelecto de esta época.

    Luego uno de los estados particulares de una persona particular es lugar de mención y palabra para el Consejo Supremo en los cielos superiores muy extensos. Esta cuestión no coincide con la dirección del universo que discurre en el extremo de la sabiduría. Sabiendo que estas tres cuestiones se cuentan entre las verdades del Islam.

    La respuesta es:

    En primer lugar la noble aleya: {Hemos embellecido el cielo de este mundo con lámparas y las hemos hecho objetos arrojadizos para los demonios} pone de manifiesto que los espías de los demonios que intentan subir a los cielos para espiar son expulsados con las estrellas de los cielos. Y he estudiado esta cuestión muy bien en la Palabra décimo quinta y se ha demostrado con una consistencia que convence hasta a los arrogantes de los materialistas e incluso los obliga a callarse y aceptar, y ello por medio de siete introducciones concluyentes que equivalen a siete niveles de acceso al entendimiento de la noble aleya.

    En segundo lugar señalamos estas tres verdades del Islam que pensamos están lejos (del intelecto) con una semblanza y ello para acercarlas a las mentes cortas y estrechas.

    Supón que el círculo militar de un gobierno está en el este del país y su círculo de justicia en el oeste y el círculo de la instrucción pública en el norte y el círculo de los asuntos religiosos en el sur y el círculo de los empleados de la administración en el centro y así sucesivamente. Y a pesar de la lejanía entre los círculos de ese gobierno, si cada círculo pide información de lo que pasa entre ellos por medio del teléfono o el telégrafo teniendo una conexión completa, entonces el país será como un solo círculo que será el círculo de la justicia o el círculo militar o religioso o administrativo y así sucesivamente.

    Otro ejemplo: A veces sucede que estados múltiples con capitales distintas forman juntos un solo reino con autoridades diferenciadas en virtud de sus intereses coloniales en él o debido a la existencia de diferencias específicas o en virtud de tratos comerciales y demás. De manera que en esa situación cada gobierno establece una relación con esos súbditos en virtud de sus diferencias, por lo que a pesar de que son unos mismos súbditos y una sola nación, los tratos de esos gobiernos diferenciados-que están extremadamente lejos-están en contacto y se acercan uno al otro en la misma casa y aún más se asocian en cada hombre. Hasta el punto de que sus cuestiones particulares se contemplan en círculos particulares y son puntos de contacto y acercamiento y no se toma cada cuestión particular del círculo total. Sin embargo cuando se estudian esas cuestiones particulares se estudian como si se hubieran tomado del círculo total y ello por su vínculo con las normas totales de ese círculo y se le da una forma como si fuera una cuestión que se hubiera convertido en un objeto de estudio en ese círculo total.

    Y así a la luz de estos dos ejemplos el reino de los cielos que está extremadamente lejos en cuanto a la capital y el centro, tiene teléfonos inmateriales que se extienden desde ellos hasta los corazones de la gente en el reino de la Tierra, además de que el mundo de los cielos no se alza sobre el mundo corporal sólo sino que comprende el mundo de los espíritus y el mundo del dominio del no-visto, por esto el mundo de los cielos rodea en un sentido el mundo visible bajo el velo.

    Y así mismo el Jardín que forma parte de los mundos permanentes y es la morada de la permanencia, a pesar de que está extremadamente lejos, el círculo de sus dominios se extiende con una extensión luminosa y se propaga hacia toda dirección bajo el velo del mundo de lo visible.

    Y al igual que el universo que es un hombre mayor encierra miles de mundos parecidos a los círculos concéntricos, los estados que circulan en esos mundos y los sucesos que tienen lugar en ellos son objeto de consideración en cuanto a sus particularidades y sus generalidades y sus individualidades y su grandeza.

    Lo que significa que las particularidades se contemplan en los lugares particulares y cercanos mientras que las generalidades y los asuntos grandiosos se ven en las estaciones generales e inmensas.

    Sin embargo puede que un suceso particular individual domine sobre un mundo inmenso y dondequiera que se ponga el oído se escuche ese suceso.

    Y a veces se movilizan tremendos ejércitos para mostrar grandeza y organización y no por la fuerza del enemigo, así pues, por ejemplo: El suceso del mensaje de Muḥammad, al que Allah le dé Su gracia y paz, y el descenso de la revelación coránica por ser un suceso sublime, el mundo de los cielos todo, incluso cada uno de sus rincones, está preparado y los guardianes está alineados en él en esas torres inmensas de esos cielos elevados y tremendamente alejados y arrojan los astros para ahuyentar a los espías de los demonios y defender los cielos de ellos. De manera que la noble aleya cuando destaca la cuestión así con el apedreamiento de los demonios con una abundancia tremenda y el arrojar bólidos, y especialmente al principio de la Revelación en aquel tiempo, aclara una alusión divina del anuncio acerca del grado grandioso de la Revelación del Corán y el magnitud de su poder, y del grado de su legitimidad y su autenticidad y aquel al que no le afecta la falsedad ni por delante ni por detrás. Y así traduce el noble Corán ese anuncio universal grandioso y alude a esas alusiones celestiales.

    En efecto, la manifestación de estas grandiosas alusiones celestiales y la exposición de la contienda de los demonios con los ángeles, cuando el soplo de un ángel bastaría para expulsar a los espías demonios, no es sino para manifestar la grandeza de la Revelación del Corán y su altura y elevación.

    Luego esta aclaración coránica tremenda y la manifestación de las enormes concentraciones celestiales no es expresión de que los genios y los demonios tengan fuerza y poder como para conducir a la gente de los cielos a la contienda y a la defensa sino que es alusión a que los demonios y los genios no tienen cabida en ninguno de los lugares de este camino largo que se extiende desde el corazón del Mensajero grandioso, al que Allah le dé Su gracia y paz, hasta el mundo de los cielos, hasta el Trono grandioso. Y con esto el noble Corán expresa que la revelación coránica es una realidad sublime merecedora de ser objeto de mención y estudio para el Consejo Supremo y todos los ángeles en esos cielos colosales, ya que fuerzan a los demonios a subir a los cielos para conseguir algo de sus noticias pero son apedreados y no consiguen nada. De manera que el noble Corán alude con esta alusión de la lapidación de los demonios al hecho de que la revelación coránica que descendió al corazón de Muḥammad, al que Allah le dé Su gracia y paz, y Ŷibril, sea con él la paz, que descendió a donde él estaba, y las realidades del no-visto atestiguadas por su visión sana, certera, correcta, no entra en ella ambigüedad nunca, ni en ningún sentido, en absoluto. Y así expresa el noble Corán esta cuestión con su carácter prodigioso profundo.

    En cuanto a la contemplación del jardín en el más cercano de los lugares y tomar alguno de sus frutos a veces, a pesar de su lejanía total y el hecho de pertenecer al mundo de la permanencia, por la indicación de los dos ejemplos precedentes se entiende que: Este mundo perecedero, el mundo de lo visible, es un velo del mundo del no-visto y del mundo de la permanencia. Es posible ver el Jardín en todas partes a pesar de que su centro inmenso está en un lugar muy lejano, y ello por medio del espejo del mundo de la semblanza. Y es posible también por medio de una fe que alcance el grado de la verdad de la certeza que el Jardín tenga círculos y colonias (no hay equívoco en la semblanza) en este mundo perecedero y es posible que haya allí comunicaciones y contactos con él a través de los espíritus elevados y a través del teléfono del corazón, y es posible que respondan desde él los frutos.

    En cuanto a la ocupación de un círculo general con un suceso personal particular, es decir: Lo que aparece en los comentarios coránicos en cuanto a que los demonios suben a los cielos y prestan oídos a hurtadillas allí y traen noticias del no-visto que adulteran para los adivinos, su realidad debe ser así:

    No hay acceso a la capital del mundo de los cielos para recibir esa noticia particular, sino que es un acceso a algunos lugares particulares en el aire de la atmósfera-que está dentro del significado de los cielos-y en el que hay lugares equivalentes a puestos de guardia (sin equívoco en la semblanza) de los cielos y tienen lugar relaciones en estos lugares particulares con el reino de la Tierra, de manera que los demonios escuchan furtivamente en esos lugares particulares para obtener información de los sucesos particulares, hasta el punto de que el corazón del hombre es una de esas estaciones en las que pugna el ángel de la inspiración con el demonio particular.

    En cuanto a las realidades del Corán y de la fe y los sucesos del Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, por muy particulares que sean, equivaldrán al mayor de los sucesos y el más insigne en el círculo de los cielos y en el Trono inmenso. Hasta el punto de que serán como si se publicaran en las páginas inmateriales de los decretos divinos universales (sin equívoco en la semblanza) ya que se hablará de ellos y se estudiarán sus cuestiones en cada uno de los rincones de los cielos puesto que desde el corazón del noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, hasta llegar al círculo del Trono inmenso está protegido de cualquier intromisión que pudiera haber por parte de los demonios. Pues en verdad el Corán a pesar de su explicación de esto simplemente expresa con esas insignes aleyas que no hay artimaña ni medio para los demonios de obtener las noticias de los cielos excepto prestando oídos a hurtadillas. De manera que el Corán explica con esto de una manera clara, prodigiosa y elocuente: ¡Qué grande es la revelación coránica y qué grande es su valía! ¡Y cuán verídica y certera es la profecía de Muḥmamad, al que Allah le dé Su gracia y paz! Hasta el punto de que no es posible acercarse a ambas sea con la similitud que sea y sea con la forma que sea.

    {¡Gloria a Ti, no tenemos conocimiento excepto lo que Tú nos has enseñado, en verdad Tú eres el Conocedor, el Sabio.}

    Sa’id an-Nursí.



    El Vigésima Séptima Destello ⇐ | Destellos | ⇒ El Vigésima Novena Destello

    1. *[De Anas, que Allah esté complacido con él, que dijo: El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Dormid la siesta, pues los demonios no duermen la siesta”. Y de Anas también, que dijo: “Solíamos hacer la oración del viernes temprano y dormir la siesta después”. Y de Sahl Ibn Sá’id, que dijo: “No solíamos dormir la siesta, ni comer, ni almorzar, sino después de la oración del viernes”.]
    2. *[Eso es porque la misericordia descendida sobre el noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, está dirigida a la necesidad de la umma concentrada en un tiempo eterno, por eso la oración sin fin que le es ofrecida es muy adecuada. Pues si una persona entrara en una casa vacía, oscura y desolada como este mundo oscuro y desolado por la inadvertencia ¿cuánto miedo, turbación y desasosiego se apoderarían de él? Y sin embargo ¿cuánto le alegraría, le confortaría, le regocijaría y le iluminaría si viera que una persona presidia esa casa y le daba a conocer todo lo que hubiera en ella? ¿Y qué me dices si esa persona fuera el amado y el compañero entrañable y fuera el gran Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, presidiendo la casa del mundo y dándonos a conocer al Dueño Generoso, con las cosas que hay en él? Haz esta analogía para valorar por ti mismo el valor de las oraciones por él y su deleite. El autor.]
    3. *[Como los dos ángeles enormes llamados el toro y la ballena que se convierten por el secreto de la alegoría para la gente común en la imagen de un gran toro y una ballena grande. El autor.]
    4. *[Muṣṭafa Ṣabri (1869-1954) fue el último shaij al-Islam del califato otomano y se enfrentó al movimiento kemalista huyendo a Egipto. Su obra más conocida es “La posición de la razón, la ciencia y el hombre de saber con respecto al Señor de los mundos y Sus siervos los enviados”, obra monumental escrita en tres volúmenes como una respuesta intelectual frente al feroz ataque contra el Islam habido en su tiempo.]
    5. *[Musa Ŷarullah al-Turkestani al-Qaẓáni ar-Rusi (Bigiyef) fue shaij al-Islam en la Rusia anterior a la revolución bolchevique.]
    6. *[Es digno de observación que la orden de arresto de una parte de los estudiantes de la Luz y su detención comenzó el día 25 de Abril de 1935 y el número de los que fueron acusados por el decreto del juzgado fue de 117, ya que el nombre de dos de ellos fue repetido. Y este número de alumnos (117) coincide con el número de días de la detención que llegó a 117 días, considerando la detención de esa parte de los alumnos hasta el día de la sentencia del juzgado. De manera que esta coincidencia suma otra curiosidad a la curiosidad de las coincidencias previas. El autor.]