78.339
düzenleme
("Puesto que hay ida de la Tierra hacia el cielo y la vuelta desde él, el descenso desde el cielo y la subida a él también se da, incluso los requisitos y las necesidades terrenales son enviados desde allí; y puesto que los espíritus buenos parten hacia el cielo desde la Tierra, es necesario que se adhieran lo espíritus malos e intenten emular a los buenos de ella en la ida a los cielos; y ello por su sutileza y ligereza y es necesario que no los ac..." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu) |
("Y puesto que el anuncio de esta competición elevada es una necesidad que presupone la sabiduría, es necesario la existencia de una indicación sobre ella mientras no contemple cualquier suceso que sea dentro de los sucesos aéreos y celestiales que son adecuados a este anuncio y concuerdan con él. Pues lo que hemos mencionado entonces es la señal más apropiada para ello porque los sucesos estelares relativos al arrojar las estrellas fugaces que se p..." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu) |
||
64. satır: | 64. satır: | ||
Puesto que hay ida de la Tierra hacia el cielo y la vuelta desde él, el descenso desde el cielo y la subida a él también se da, incluso los requisitos y las necesidades terrenales son enviados desde allí; y puesto que los espíritus buenos parten hacia el cielo desde la Tierra, es necesario que se adhieran lo espíritus malos e intenten emular a los buenos de ella en la ida a los cielos; y ello por su sutileza y ligereza y es necesario que no los acepte la gente del cielo, sino que los expulse a lo que hay en su naturaleza de calamidad y mal. | Puesto que hay ida de la Tierra hacia el cielo y la vuelta desde él, el descenso desde el cielo y la subida a él también se da, incluso los requisitos y las necesidades terrenales son enviados desde allí; y puesto que los espíritus buenos parten hacia el cielo desde la Tierra, es necesario que se adhieran lo espíritus malos e intenten emular a los buenos de ella en la ida a los cielos; y ello por su sutileza y ligereza y es necesario que no los acepte la gente del cielo, sino que los expulse a lo que hay en su naturaleza de calamidad y mal. | ||
Luego es necesaria la existencia de una señal de este trato importante y esta competencia de significado en el mundo visible porque la grandeza del señorío divino supone que se ponga una indicación de las disposiciones del no-visto divinas importantes y una señal sobre ellas para que la vean los dotados de percepción y conciencia y especialmente el ser humano que carga con la tarea más sublime que es la contemplación, el testimonio, la llamada y la supervisión. Y del mismo modo que Él, sea glorificado, ha hecho de la lluvia una indicación de los milagros de la primavera y ha hecho de las causas externas una señal de los prodigios de Su obra, haciendo que la gente del mundo visible sean testigos de ello, no hay duda de que Él atrae las miradas de toda la gente del cielo y la gente de la Tierra a ese espectáculo enorme y asombroso, de manera que ese cielo inmenso se muestra como la fortaleza inexpugnable cuyas torres son adornadas con guardianes elegidos a su alrededor o como una ciudad floreciente que hace anhelar a la gente de reflexión meditar sobre ella. | |||
Y puesto que el anuncio de esta competición elevada es una necesidad que presupone la sabiduría, es necesario la existencia de una indicación sobre ella mientras no contemple cualquier suceso que sea dentro de los sucesos aéreos y celestiales que son adecuados a este anuncio y concuerdan con él. Pues lo que hemos mencionado entonces es la señal más apropiada para ello porque los sucesos estelares relativos al arrojar las estrellas fugaces que se parece a tirar con las catapultas y disparar los cañonazos de la iluminación desde la fortaleza elevada y sus torres protegidas está dentro de lo que hace entender obviamente el alcance de su carácter apropiado e idoneidad con el apedrear a los demonios con las estrellas fugaces a pesar de que no se le conoce a este suceso (el apedrear a los demonios) excepto esta razón y no se le conoce la meta de su idoneidad excepto lo que hemos mencionado, además de que el apedrear a los demonios es un acontecimiento conocido desde los tiempos de nuestro señor Adam, sea con él la paz, y atestiguado por la gente de la realidad contrariamente a otros sucesos. | |||
<div lang="tr" dir="ltr" class="mw-content-ltr"> | <div lang="tr" dir="ltr" class="mw-content-ltr"> |
düzenleme