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    99. satır: 99. satır:
    {¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado, es cierto que Tú eres el Conocedor, el Sabio.}
    {¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado, es cierto que Tú eres el Conocedor, el Sabio.}


    <div lang="tr" dir="ltr" class="mw-content-ltr">
    {Señor nuestro no nos reprendas si olvidamos o erramos.}
    رَبَّنَا لَا تُؤَاخِذ۟نَٓا اِن۟ نَسٖينَٓا اَو۟ اَخ۟طَا۟نَا
    </div>


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    13.31, 19 Aralık 2023 tarihindeki hâli

    EL TERCER DESTELLO

    Este destello reúne algo de saboreos y sentimientos, y espero que no se consideren desde los parámetros de la ciencia de la lógica, porque lo que mueve los sentimientos no observa mucho las normas de la razón ni presta oídos a los parámetros del pensamiento.

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo {Todo perece excepto Su faz, Suyo es el juicio y a Él habréis de volver.}(Sura del Relato, 88) Esta gran aleya la explican dos frases que expresan dos realidades importantes, hasta el punto de que los maestros de la tariqa naqshabandi las han adoptado como la quinta esencia de los aurad*(*[1]) para ellos, con las que concluyen su sello especial, y son: ¡Oh Permanente! Tú eres el Permanente. ¡Oh Permanente! Tú eres el Permanente. Y puesto que estas dos frases comprenden significados excelsos de esa noble aleya, mencionaremos algunos puntos para explicar las dos realidades que expresan.

    El primer punto

    El primer punto es que la repetición de “¡Oh Permanente!, Tú eres el Permanente” por primera vez despoja al corazón de lo que no es Allah, sea Ensalzado, y actúa como algo parecido a una operación de cirugía en él separándolo de lo que no es Él, sea glorificado.

    Y la aclaración de esto es que el ser humano gracias a la esencia universal que Allah ha depositado en él conecta con la mayoría de los seres existentes por medio de nexos y lazos diversos. Y en esta esencia universal hay una predisposición ilimitada para el amor, que lo hace albergar un amor profundo hacia los seres creados en general, de manera que ama este gran mundo como ama su casa, y ama el Jardín eterno como ama su jardín. Mientras que los seres creados hacia los que el ser humano dirige su amor no permanecen, sino que desaparecen al poco. Por ello el hombre saborea siempre el tormento del dolor de la separación y ese amor que no tiene fin se convierte en motivo de un tormento de significado, sin fin, al ser negligente con lo que le es debido. Así pues los sufrimientos que tiene que soportar son producto de su propia negligencia,

    ya que no se ha depositado en él la predisposición del amor excepto para dirigirlo hacia Quien tiene belleza eterna, absoluta; mientras que si el hombre no usa bien su amor y lo dirige a seres existentes efímeros, perecederos, saborea sus consecuencias con el sufrimiento de la separación.

    Así pues, cuando el hombre repite: ¡Oh Permanente! Tú eres el Permanente, quiere decir con ello: El librarse por completo de esa insuficiencia y romper los vínculos con esas cosas amadas efímeras y desprenderse de ellas por completo antes de que ellas se desprendan de él. Luego colmar la mirada en el Amado Permanente que es Allah, sea glorificado y no otro que Él.

    Esto es, al decirlo, está diciendo: No hay permanente con una permanencia verdadera excepto Tú, Dios mío. Y lo que no eres Tú, es efímero, y lo efímero no es digno del amor permanente, ni de la pasión continua, ni de ligar a él los lazos de un corazón que ha sido creado originalmente para la eternidad y la inmortalidad.Y puesto que los seres existentes son perecederos y me dejarán para ir a lo que les atañe, yo habré de dejarlos antes de que me dejen a mí, repitiendo: “¡Oh Permanente! Tú eres el Permanente”. Es decir: Creo y estoy convencido con certeza que no hay Permanente excepto Tú, Dios mío. Y la permanencia de las cosas existentes está supeditada a que Tú las haces permanecer, de manera que no se dirige hacia ellas el amor, excepto a través de la luz de Tu amor y dentro de lo que Te complace y si no, no son dignas de que el corazón se ligue a ellas.

    Y esta situación hace que le corazón se desprenda de cosas amadas a las que dedicaba un amor sin límite cuando ve el fin de los perecedero y atestigua la naturaleza de lo efímero en la belleza y lozanía que les prodigaba; y en ese momento, se cortan esos lazos que ataban el corazón a los seres existentes. Y por el contrario, si el corazón no se desprende de las cosas que ama, entonces habrá heridas, sufrimientos y lamentos que brotarán de sus profundidades, en la medida de esas cosas amadas perecederas.

    En cuanto a la frase segunda: ¡Oh Permanente! Tú eres el Permanente. Es como el ungüento curativo y el bálsamo nutritivo que se unta sobre la operación quirúrgica que llevó a cabo la primera frase sobre el corazón y sus lazos, ya que quiere decir: “Tú eres Suficiente, ¡Oh Dios mío!, como Permanente. Y Tu permanencia sustituye a todo, y puesto que Tú existes, existe toda cosa”. En efecto: La hermosura, el bien y la perfección que aparecen en los seres creados, y que provoca amarlos, no son sino indicaciones de la hermosura permanente, real, y su bien y perfección. Y no es sino una sombra atenuada de esa hermosura, bien y perfección que penetra a través de muchos velos y numerosas cortinas, incluso es una sombra de la sombra de las manifestaciones de Sus nombres más hermosos, sea ensalzada Su majestad.

    El segundo punto:

    En la naturaleza primordial del ser humano hay un fuerte apego hacia la permanencia, hasta el punto de que imagina un tipo de permanencia en todo lo que ama, incluso no ama nada excepto después de imaginar la permanencia en ello. Sin embargo tan pronto como reflexiona sobre su carácter efímero o atestigua su carácter perecedero, se disparan sobre él los suspiros y los lamentos desde lo profundo. En efecto, todos los gemidos y lamentos producidos por los tipos de separación no son sino expresiones tristes que parten del apego a la permanencia, y si no fuera por la ilusión de la permanencia el hombre no amaría nada.

    Y cabría decir:

    Que una de las causas de la existencia del mundo de la permanencia y el Jardín eterno es el deseo insistente de la permanencia implantado en la naturaleza primordial del ser humano, y el ruego universal y común que pide con vehemencia la inmortalidad. Y el Permanente, Dueño de majestad, respondió a ese deseo insistente y a ese ruego universal impresionante y creó, sea glorificado, un mundo permanente, eterno, para este hombre perecedero y efímero.

    Puesto que ¿acaso es posible que no responda el Creador Generoso y el Originador Compasivo a un ruego que pide el género humano en bloque con la lengua de su estado y de su palabra; ese ruego total, continuo, verdadero, sincero, salido de lo más profundo de su necesidad primordial y de lo más hondo de su deseo insistente, si responde al ruego de un pequeño estómago que le pide con la lengua de su estado y crea para él tipos de alimentos deliciosos y sacia con ellos su deseo particular de la permanencia temporal? ¡Lejos está a Allah de eso, mil veces!La denegación de este ruego de inmortalidad es absolutamente imposible, porque Su ausencia de respuesta, sea honrado y enaltecido, sería incompatible con Su sabiduría eterna, Su justicia completa, Su misericordia que todo lo abarca y Su poder absoluto.

    Y mientras el hombre siga anhelando la permanencia, necesariamente todas sus palabras y saboreos estarán supeditados también a la permanencia. Y puesto que la permanencia es un atributo exclusivo del Permanente, Dueño de majestad, y Sus nombres más hermosos son permanentes, y los espejos que reflejan las manifestaciones de esos nombres se tiñen con su tintura y toman su norma, es decir:

    obtienen un tipo de permanencia; necesariamente la cosa más indispensable para este ser humano y la más ilustre como tarea para él será cerrar los lazos y atar los vínculos con aquel Permanente, Dueño de majestad, y aferrarse por completo a Sus nombres más hermosos; porque lo que se dedica al camino del Permanente obtiene una clase de permanencia. Esta realidad es la que expresa la segunda frase: “¡Oh Permanente!, Tú eres el Permanente.” Y venda las heridas profundas de significado del ser humano a la vez que calma su deseo insistente de permanencia, que está depositado en su naturaleza primordial.

    El punto tercero

    En este mundo el efecto del tiempo en la extinción de las cosas y su desaparición es muy diferente. Y a pesar de que las cosas existentes están rodeadas unas de otras como círculos superpuestos, su norma en cuanto a la desaparición y la extinción es muy distinta. Y al igual que los círculos del movimiento de las agujas del reloj que cuentan los segundos, los minutos y las horas son distintos en la velocidad, a pesar de su similitud aparente, así es el caso del ser humano, en el sentido de que la norma del tiempo es diferente en el círculo de su cuerpo, el círculo de su alma, el círculo de su corazón y el círculo de su espíritu.

    Así, mientras que ves la vida del cuerpo, su permanencia y su existencia, restringidas al día en el que vive o a su momento y dejan de existir ante él el pasado y el futuro, así mismo ves el círculo de la vida de su corazón y el ámbito de su existencia extenderse y extenderse hasta reunir varios días antes de su presente y días después de él, e incluso el círculo de la vida del espíritu y su ámbito es mayor y más amplio en mucho, al extenderse años antes de su día presente y años después.

    Y así es, en base a esta predisposición, la vida efímera del ser humano contiene una vida permanente desde el punto de vista de su vida del corazón y del espíritu, que viven por medio del conocimiento divino, el amor del Señor y la servidumbre de la glorificación y las cosas que complacen al Misericordioso. Y aún más, esta vida permanente (contenida en la vida efímera) tiene un resultado en la morada de la inmortalidad y la permanencia, de manera que esta vida efímera equivale a una vida eterna.

    En efecto, un solo segundo que el hombre emplea en el camino de Allah, el Permanente, la Verdad, en el camino de Su amor, en el camino de Su conocimiento y buscando Su complacencia, cuenta como un año entero, y aún más, perdura siempre sin que le afecte lo perecedero. Mientras que un año de vida, si no está dedicado a Su camino, sea glorificado, desaparecerá inexorablemente y será como un instante fugaz. De manera que dure lo que dure la vida de los inadvertidos será como instantes que pasan sin ir más allá de un solo segundo.

    Y existe un conocido dicho que expresa esta realidad:

    El leve sueño de la separación es un año y el año de la unión es un leve sueño. Es decir: Un solo segundo de separación se hace muy largo, como si fuera un año, mientras que un solo año de unión parece corto como un segundo. Personalmente contradigo este conocido dicho y digo: Un segundo que el hombre emplee dentro de lo que complace a Allah, sea glorificado, y en el camino del Permanente, Dueño de majestad, y por Su noble faz; es decir: Un solo segundo de esta unión, no es como un año, sino que es como una ventana que da a una vida continua, permanente. En cuanto a la separación que surge de la mirada de la inadvertencia y el extravío, no hace que un año sea como un segundo, sino que hace que mil años sean como un segundo.Y hay otro refrán más conocido aún que el anterior que apoya lo que afirmamos y es:

    Una vasta extensión de tierra en compañía el enemigo es una taza. / El ojo de la aguja en compañía de los amados es una explanada.

    Y si queremos explicar un aspecto acertado del refrán anterior será como sigue: La unión de las cosas existentes perecederas es muy corta porque es perecedera y dure lo que dure se va en un instante y se convierte en una imaginación que produce lamento y una visión pasajera que causa pesar. Y el corazón humano que anhela la permanencia no disfruta del año de esta unión sino en la medida de lo que hay en un segundo de placer. Mientras que la separación es larga y su ámbito amplio y vasto. De manera que un solo segundo de ella reúne matices de la separación que duran un año completo, incluso años. De modo que el corazón que ansía la inmortalidad, sufre por una separación que transcurre en un segundo como si estuviera padeciendo los sufrimientos de la separación de varios años, puesto que esa separación le recuerda innumerables clases de separación. Y así el pasado de todos los tipos de amor material y bajo, y su futuro está lleno de aspectos de la separación.

    Y a propósito decimos:

    ¡Gente! ¿Queréis convertir vuestra corta vida perecedera en una vida permanente larga, extensa, y además fructífera con botines y beneficios? Y mientras la respuesta sea sí, y ello está implícito en la humanidad, usad entonces vuestra vida en el camino del Permanente, porque cualquier cosa que se dedica al Permanente obtiene una de Sus manifestaciones permanentes.
    

    Y puesto que el ser humano busca con insistencia una vida larga y ansía la permanencia y hay un medio ante él para convertir esta vida efímera en una vida permanente, e incluso es posible sustituirla por una vida larga en significado, necesariamente él, si no pierde su humanidad, buscará ese medio e indagará acerca de él y necesariamente correrá con rapidez a convertir esa posibilidad en un hecho tangible y necesariamente será perseverante en ese propósito con sus acciones y sus movimientos en su totalidad.

    Y ahí tenéis el medio: Obrad por Allah, encontraros por la faz de Allah, poned vuestro afán por Allah. Que vuestros movimientos sean todos dentro de lo que complace a Allah, por Allah, por la faz de Allah, a causa de Allah, y entonces veréis que los minutos de vuestra corta vida se han convertido en el equivalente a varios años.

    Esta realidad viene indicada por la noche del Decreto que, a pesar de que es una sola noche, es mejor que mil meses, tal y como declara el Noble Corán. Es decir: Equivalente a ochenta y pico años. Y hay otra alusión a la misma realidad, que es el principio establecido por la gente de la cercanía (a Allah) y la realidad, que consiste en que el tiempo se expande, lo cual demuestra y pone de manifiesto la ascensión profética (en el viaje nocturno) pues en ella minutos contados se expandieron varios años y las horas de la ascensión tuvieron una extensión, comprensión y duración como la de mil años, pues entró, que Allah le dé Su gracia y paz, a través de la ascensión, al mundo de la permanencia. Y minutos contados del mundo de la permanencia abarcan miles de años de este mundo.

    Y entre lo que demuestra la realidad de la expansión del tiempo son los abundantes sucesos acaecidos a los amigos (de Allah) justos. Pues alguno de ellos realizaba en un minuto lo que requiere un día completo para terminarlo. Y alguno de ellos acababa en una hora asuntos que se acaban en un año. Y alguno de ellos recitó el Corán completo en un minuto. Así es, pues las transmisiones que se han contado de ellos y otras similares no ofrecen duda alguna ya que los transmisores son sinceros, rectos, por encima de la mentira, además de que los sucesos han sido transmitidos por varias vías y son muchos, y los transmisores fueron testigos de ellos. De modo que la expansión del tiempo es una realidad demostrada.


    Y hay un tipo de ello al que todo el mundo da crédito y es lo que el hombre ve en sueños, puesto que puede tener un sueño que dure un minuto y experimentar en él estados y hablar y disfrutar placeres y soportar sufrimientos que requieren un día entero en estado de vigilia y hasta varios días.

    En resumidas cuentas: A pesar de que el ser humano es perecedero, aun habiendo sido creado para la permanencia, el Creador Generoso lo ha creado como un espejo que refleja Sus manifestaciones permanentes, lo ha hecho responsable de llevar a cabo asuntos importantes que dan frutos permanentes y lo ha conformado con la mejor de las formas, hasta el punto de que su forma se ha convertido en el eje de los grabados de las manifestaciones de Sus nombres más hermosos permanentes.

    Por ello la felicidad de este ser humano y su tarea esencial no es sino dirigirse a ese Permanente con todos sus esfuerzos y sus miembros, y con todas sus predisposiciones primordiales caminando por el camino de lo que Le complace, aferrándose a Sus nombres más hermosos, repitiendo con todos sus aspectos sutiles: corazón, espíritu e intelecto, lo que repite su lengua: ¡Oh Permanente, Tú eres el Permanente! Él es el Permanente, Él es el Preexistente, el Eterno, el Sempiterno, el Continuo, el Buscado, el Amado, el Pretendido, el Adorado.

    {¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado, es cierto que Tú eres el Conocedor, el Sabio.}

    {Señor nuestro no nos reprendas si olvidamos o erramos.}


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    1. *[Plural de wird, de la la raíz “warada”, acudir al abrevadero. Designa la recitación periódica de partes del Corán y otras invocaciones. Cada uno de los grandes maestros tiene su propio wird. Su contenido es diverso, pero siempre procede aleyas escogidas del Corán junto a invocaciones procedentes de la Sunna, así como oración sobre el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz.]