İçeriğe atla

Otuzuncu Lem'a/es: Revizyonlar arasındaki fark

düzenleme özeti yok
Değişiklik özeti yok
Değişiklik özeti yok
Etiketler: Mobil değişiklik Mobil ağ değişikliği
765. satır: 765. satır:
  Y esto es necesario porque la belleza eterna no se complace con un anhelante efímero y un amigo pasajero, porque la belleza se ama a sí misma e implica el amor ante su amor, y la desaparición y la extinción torna ese amor y lo transforma en enemistad.
  Y esto es necesario porque la belleza eterna no se complace con un anhelante efímero y un amigo pasajero, porque la belleza se ama a sí misma e implica el amor ante su amor, y la desaparición y la extinción torna ese amor y lo transforma en enemistad.


Y es necesario que acompañe a esa belleza eterna, esa perfección sempiterna y esa misericordia continua en la eternidad para siempre. Y esto es necesario porque la belleza eterna no se complace con un anhelante efímero y un amigo pasajero, porque la belleza se ama a sí misma e implica el amor ante su amor, y la desaparición y la extinción torna ese amor y lo transforma en enemistad.
Y si no fuera porque el ser humano va hacia la eternidad y se convierte en permanente, existiría en su naturaleza primordial una enemistad hacia la belleza sempiterna en lugar del amor básico que hay en ella. En una ocasión una beldad famosa en el mundo, echó a un enamorado de su presencia y repentinamente el enamoramiento que había en esa persona se convirtió en animadversión y se enojó con respecto a su belleza y la negó y dijo: ¡Bah! ¡Qué fea es! Y ello para consolarse a sí mismo, como lo explica en la nota de la Palabra Décima.
Efectivamente: El ser humano busca a modo de animadversión los defectos de lo que no comprende o no retiene, hasta el punto de que quiere la hostilidad hacia ello, al igual que es enemigo de lo que ignora.


<div lang="tr" dir="ltr" class="mw-content-ltr">
<div lang="tr" dir="ltr" class="mw-content-ltr">