LA QUINTA PALABRA

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    LA PALABRA QUINTA

    بِسْمِ اللّٰهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيمِ

    اِنَّ اللّٰهَ مَعَ الَّذ۪ينَ اتَّقَوْا وَالَّذ۪ينَ هُمْ مُحْسِنُونَ

    Si quieres ver que cumplir con la oración y abandonar las faltas graves es una tarea humana verdadera y un resultado natural apropiado para la naturaleza humana, mira y presta atención a este relato en forma de parábola:

    Dos soldados estaban juntos en un batallón en un momento de movilización general (durante la primera guerra mundial), uno de ellos estaba entrenado y conocía su cometido mientras que el otro era insensato y vanidoso.

    El primer soldado, el experto, estaba preocupado por el entrenamiento y la lucha y no pensaba en su sustento ni su manutención en absoluto porque había entendido que su manutención, su equipamiento y su cura en caso de enfermar, incluso ponerle el bocado en la boca en caso de necesidad, era el cometido del estado y que su cometido original era la instrucción y la lucha. Sin embargo a veces trabajaba en los asuntos de las provisiones y los equipamientos, de manera que cocinaba y lavaba los cacharros y si

    le preguntaban: ¿Qué haces?

    Decía: Cumplo voluntariamente con algunas obligaciones del estado. Y no decía: Trabajo para mi manutención.

    En cuanto al otro soldado insensato y servidor de su estómago no se preocupaba por entrenar y luchar y decía: Eso es el trabajo del estado y no es mi obligación. Y siempre pensaba en su manutención y se esforzaba por buscarla y dejaba el batallón, se marchaba al mercado y se dedicaba a la compraventa.

    Y un día su avezado compañero le dijo:

    ¡Oh hermano! Tu cometido original es el entrenamiento y la lucha y es para eso para lo que se te ha traído aquí, así pues confía en el Sultán, pues él no va a dejarte hambriento, ya que eso es su cometido. Y además tú eres incapaz y pobre y no puedes mantenerte a ti mismo en todo lugar, y el momento es el tiempo de lucha y movilización y ellos te considerarán desobediente y te harán pagar por ello. En efecto: Se muestran ante nosotros dos cometidos: Uno de ellos es el cometido del Sultán, y a veces cargamos con su obligación que es mantenernos, el otro, que consiste en el entrenamiento y la guerra, es nuestro cometido, y el Sultán nos ayuda con facilidades.

    Y es asombroso cuánto permanece el soldado insensato en peligro si no presta atención a ese avezado, luchador. Entiende eso.

    Así pues, ¡Oh alma mía perezosa! El ámbito turbulento de la guerra es esta agitada vida mundanal, el ejército dividido en batallones es la colectividad humana, el batallón es la comunidad de los musulmanes en esta época y los dos soldados, uno de ellos es el musulmán piadoso que conoce sus preceptos religiosos, los pone en práctica, lucha contra sí mismo y el Shaiṭán para dejar las faltas graves y no comete actos de desobediencia. Y el otro es el descarriado perdedor que se ve inmerso en la ansiedad de buscarse el sustento en un grado tal que pone en cuestión al Proveedor Verdadero, abandona los preceptos y comete los actos de desobediencia que le salen al paso en el camino de buscarse el sustento. Y el aprendizaje y entrenamiento son la adoración, y a su cabeza la oración, y la guerra es la lucha contra las pasiones del alma y el deseo, así como contra los demonios de entre los genios y los hombres, y salvar a su corazón y su espíritu de los actos de desobediencia, las cualidades de carácter viles y la perdición eterna. Y los dos cometidos son: Uno de ellos otorgar la vida y mantenerla y el otro adorar a Aquel que ha otorgado la vida y la mantiene, y suplicarle y confiar en Él con plena confianza.

    En efecto: Quien ha creado y ha otorgado la vida, que es el milagro más brillante de la creación del Señor Absoluto y un prodigio de la sabiduría divina, es el que cuida de esa vida y la mantiene con la provisión y no otro. ¿Quieres la prueba? El animal más débil y más necio es criado con la mejor crianza como es el caso de los peces y los gusanos de los frutos. Y la criatura más impotente y delicada come la mejor provisión como es el caso los bebés y los niños.

    En efecto: Basta comparar los peces con los zorros, los niños con las fieras y los árboles con los animales para que se entienda que el medio de la provisión lícita no es a través de la capacidad y la elección sino a través de la incapacidad y la debilidad.

    Demek derd-i maişet için namazını terk eden, o nefere benzer ki talimi ve siperini bırakıp çarşıda dilencilik eder. Fakat namazını kıldıktan sonra Cenab-ı Rezzak-ı Kerîm’in matbaha-i rahmetinden tayinatını aramak, başkalara bâr olmamak için kendisi bizzat gitmek; güzeldir, mertliktir, o dahi bir ibadettir.

    Hem insan ibadet için halk olunduğunu, fıtratı ve cihazat-ı maneviyesi gösteriyor. Zira hayat-ı dünyeviyesine lâzım olan amel ve iktidar cihetinde en edna bir serçe kuşuna yetişmez. Fakat hayat-ı maneviye ve uhreviyesine lâzım olan ilim ve iftikar ile tazarru ve ibadet cihetinde hayvanatın sultanı ve kumandanı hükmündedir.

    Demek ey nefsim! Eğer hayat-ı dünyeviyeyi gaye-i maksat yapsan ve ona daim çalışsan en edna bir serçe kuşunun bir neferi hükmünde olursun. Eğer hayat-ı uhreviyeyi gaye-i maksat yapsan ve şu hayatı dahi ona vesile ve mezraa etsen ve ona göre çalışsan; o vakit hayvanatın büyük bir kumandanı hükmünde ve şu dünyada Cenab-ı Hakk’ın nazlı ve niyazdar bir abdi, mükerrem ve muhterem bir misafiri olursun.

    İşte sana iki yol, istediğini intihab edebilirsin. Hidayet ve tevfiki Erhamü’r-Râhimîn’den iste.