EL VIGÉSIMO SEGUNDO DESTELLO

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    12.45, 29 Aralık 2023 tarihinde Ferhat (mesaj | katkılar) tarafından oluşturulmuş 58570 numaralı sürüm ("¡Oh Allah! ¡Oh Protector, Oh Preservador, Oh Tú el mejor de los protectores, protégeme y protege a mis compañeros del mal del ego y el Shaiṭán y del mal de los genios y de los hombres y del mal de la gente del extravío y la gente de la tiranía. Amin, amin, amin." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu)

    EL VIGÉSIMO SEGUNDO DESTELLO

    En Su nombre, sea glorificado

    Esta es la epístola pequeña que escribí hace veintidós años, cuando residía en la zona de Barla, perteneciente a la provincia de Isparta. Es una epístola privada dirigida a los más sinceros de mis hermanos y los más selectos. La escribí en el máximo secreto y ocultación, sin embargo puesto que guarda relación con las gentes de Isparta y los responsables en ella, la presento a su gobernador justo y a los responsables en ella de los departamentos de la justicia, la seguridad y el orden. Y si se considera que merece ser imprimida, que se impriman de ella unas cuantas copias con las letras antiguas o las nuevas, con una máquina de escribir, para que sepan aquéllos que acechan e investigan mis secretos desde hace más de quince años que no tenemos nada que esconder y que el más escondido de nuestros secretos es esta epístola.

    Sa’id an-Nursí

    Las tres indicaciones

    Esta epístola era la cuestión tercera del memorándum décimo séptimo del destello décimo séptimo, excepto que la fuerza de sus preguntas y lo que abarcan y la brillantez de sus respuestas y su acierto la han hecho el destello vigésimo segundo del escrito trigésimo primero, de manera que ha entrado dentro de los destellos y se ha mezclado con ellos. Y los destellos deben dejarle sitio entre ellos, pues ella es una epístola especial para los más especiales de nuestros hermanos, los más fieles y los más sinceros.

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

    {Y quien se confía en Allah, Él le basta. Es cierto que Allah hace llegar Su mandato. Allah ha hecho para cada cosa una medida.} (Sura del Divorcio, 3)

    Esta cuestión son tres indicaciones

    La primera indicación:

    Es una pregunta importante que me concierne en particular y concierne a las epístolas de la luz (rasáil an-nur).

    Dicen muchos: ¿Por qué la gente de este mundo se entromete en los asuntos de tu Otra Vida siempre que encuentran oportunidad a pesar de que tú no te entrometes en los asuntos de su vida mundanal? Sabiendo que la ley de cualquier gobierno no toca los asuntos del que deja este mundo y se aparta de la gente.

    La respuesta es: En verdad la respuesta de “Sa’id el nuevo” a esta pregunta es el silencio, puesto que dice: Que responda por mí el decreto divino. Y a pesar de esto dice con el intelecto de “Sa’id el viejo” que se ve forzado a su metáfora: En verdad el que responde a esta pregunta es el gobierno de la provincia de Isparta y las gentes de esa provincia, porque éstos-los responsables y la gente en general- tienen más relación que yo con el significado que encierra la pregunta. Y mientras un gobierno cuyos miembros pasan de miles y unas gentes que son más de unos cientos de miles estén necesitados de pensar y defenderse en lugar de mí, ¿por qué entonces discutir inútilmente con los que acusan defendiéndome a mí mismo? Y heme aquí desde hace nueve años en esta provincia, y conforme pasó el tiempo le di la espalda a su vida mundanal y ninguno de mis estados ha quedado escondido o velado para ellos, sino que hasta mis epístolas más privadas y las más secretas se las han pasado de mano en mano los responsables del estado y están a disposición de un número de diputados.

    De manera que si yo tuviera alguna injerencia o cualquier intento de enturbiar la pureza de su vida mundanal y perturbarla o incluso pensar acerca de este asunto, los responsables de esta provincia y de las sentencias no habrían preferido callarse ante mí y no oponerse a mí, a pesar de su control sobre mí, su vigilancia hacia mí y su espiarme a lo largo de nueve años, y a pesar de que yo revelo sin vacilación mis secretos a quien me visita.

    Y si tuviera alguna actividad que perturbara la felicidad de la nación y la seguridad de la patria o supusiera un perjuicio para su futuro, el responsable de ello serían todos los miembros del gobierno a lo largo de nueve años, empezando por el gobernador hasta el más pequeño empelado en el puesto de guardia de la aldea. De manera que sobre todos éstos recae la defensa de mí y a ellos les corresponde empequeñecer lo que consideraron terrible y engrandecieron los otros. Y eso para librarse de las consecuencias de la responsabilidad, y por este motivo se traslada la respuesta a esta pregunta a ellos.

    En cuanto a lo que empuja a los ciudadanos de esta provincia en general a defenderme más que yo mismo, es que estos nueve años y los cientos de epístolas que nos hemos esforzado en publicar han demostrado su influencia en este joven, hermano sincero, bendito y bueno, y han manifestado su resultado efectivo y material en su vida eterna y en el refuerzo de su creencia y la felicidad de su vida, y sin tocar a nadie con mal o engendrar ninguna agitación o turbación, ya que no apuntan hacia un propósito político y un beneficio mundanal, sea el que fuera. Incluso esta provincia Isparta ha adquirido, y a Allah pertenece la alabanza, por medio de las epístolas de la luz una posición de baraka en cuanto a la fuerza de la creencia y la firmeza en el Din, del tipo de la baraka que obtuvo el buen Sham en el pasado y del tipo de la baraka de la universidad de al-Aẓhar, que es la escuela del mundo islámico en general. Así pues esta provincia tiene una superioridad y una distinción sobre las demás provincias puesto que ha obtenido de las epístolas de la luz el aferrarse a los faldones del Din, de manera que impera en ella la fuerza de la creencia ante la dejadez y domina en ella el deseo por la adoración frente a la necedad y el descarrío. Y por todo esto, la gente toda en esta provincia, incuso si hubiera en ella un ateo-supongamos-se ven precisados a defenderme a mí y a las epístolas de la luz. Y así no me lleva mi derecho particular, que carece de importancia dentro de los derechos de la defensa que tienen importancia, al extremo de defenderme a mí mismo, especialmente porque yo he terminado mis servicios, y de Allah es la alabanza, y se afanan por ellos miles de estudiantes en lugar de este incapaz. Así pues quien tiene procuradores de demanda y abogados que llegan a miles, no defiende su demanda por sí mismo.

    La segunda indicación:

    La respuesta a una pregunta que se caracteriza por la crítica.

    Se dice por la parte de la gente de este mundo: ¿Por qué estás descontento de nosotros y te has callado sin consultarnos ni una sola vez? Luego te quejas de nosotros fuertemente diciendo: Habéis sido injustos conmigo. Y nosotros somos gente de principios, tenemos leyes específicas a cuya luz caminamos en concordancia con lo que requiere nuestro tiempo, mientras que tú no cumples estas leyes en ti mismo y las rechazas a sabiendas de que quien cumple la ley no es injusto mientras que el que la rechaza es desobediente.

    De  manera que en nuestra época, la época de la libertad-por ejemplo-y en la época de las repúblicas que acabamos de comenzar está en curso la regla de suprimir la coacción y la imposición sobre los demás. Puesto que la igualdad de la ley es un principio para nosotros, mientras que tú obtienes la aprobación de la gente hacia ti y que vuelvan a ti sus miradas, unas veces por la apariencia del conocimiento y otras por el desapego, de manera que intentas formar una fuerza y obtener una posición fuera del círculo de influencia del estado.
    

    Así se entiende por lo externo de tu situación y así nos indica el recorrido de tu vida anterior. Y esta situación quizás es aprobada en el círculo del despotismo de los burgueses-según la expresión moderna-excepto que el despertar de la clase de la gente común y su pujanza ha hecho todas las leyes socialistas y bolcheviques dominar y prevalecer y ellas son las que convienen a nuestros asuntos más que las demás. De manera que nosotros en el momento en el que hemos aceptado complacidos las leyes de los socialistas hemos sentido aversión de tus posiciones, ya que ellas son contrarias a nuestros principios. Por eso no tienes derecho a estar descontento con nosotros ni a quejarte de nuestras molestias.

    La respuesta es: Quien atraviesa un camino en la vida social y funda un movimiento, sus esfuerzos no fructifican ni el éxito es su aliado en los asuntos del bien y el progreso mientras el movimiento no esté en consonancia con las leyes naturales que rigen el universo, por el contrario, todas sus acciones estarán en el camino de la ruina y el mal. Y mientras la consonancia con la ley naturaleza primordial sea necesaria, la ejecución de la ley de la igualdad absoluta no es posible sino cambiando la naturaleza primordial del ser humano y suprimiendo la sabiduría fundamental en la creación de la especie humana.

    En efecto, yo pertenezco por linaje y el modo de los medios de vida a la clase de la gente común y a los que aceptan la igualdad en los derechos por pensamiento y tendencia. Y de los que trabajan en rechazar el dominio de la clase de los notables llamados burgueses y su despotismo desde el pasado y eso por requerimiento de la misericordia y exigencia de la justicia que emerge del Islam. Por esto, yo con toda la fuerza que se me ha dado, estoy del lado de la justicia total y en contra de la injusticia, el dominio, la arbitrariedad y el despotismo.

    Aunque la naturaleza primordial del género humano y la sabiduría de su creación son contrarias a la ley de igualdad absoluta puesto que el Originador, Sabio, sea glorificado, al igual que obtiene de algo exiguo muchas cosechas, escribe en una página muchos libros y realiza con una sola cosa numerosas tareas, así mismo lleva a término con la especie del ser humano las tareas de miles de especies.

    Y eso es manifestando Su poder total y Su sabiduría completa. Y por esta sabiduría inmensa, creó, sea glorificado, al hombre en una naturaleza primordial universal, que tiene el poder de lo que producen las miles de espigas de las especies y de lo que dan muchas generaciones de todas las especies de los demás animales, puesto que Él, sea glorificado, no limitó las fuerzas del ser humano, sus ingenios y sentidos, como es el caso de los animales, sino que les dio rienda suelta concediéndole una predisposición que le daba poder de trasladarse y desplazarse dentro de niveles sin límite, de manera que es virtualmente miles de especies aunque sea una sola especie.

    A partir de aquí el hombre se convirtió virtualmente en el califa de la Tierra, la culminación del universo y el sultán de los seres vivos. Y así es, pues el más excelso catalizador para la diversidad de la especie humana y el impulso más importante que lo mueve es la superación para conseguir la excelencia que se caracteriza por la creencia verdadera, de manera que no es posible suprimir la excelencia excepto sustituyendo la esencia humana, extinguiendo el intelecto, matando el corazón y aniquilando el espíritu.

    Estas palabras juiciosas fueron mencionadas por error en la cara de un hombre importante para el que no era apropiada una bofetada semejante, sino que es digno de que se abofetee con estas palabras la cara del pérfido de esta época, el portador de un despotismo terrible que se esconde tras el velo de esta libertad.

    No es posible por medio de la injusticia y el abuso borrar la libertad

    Suprime la comprensión, si eres capaz, de la humanidad.

    Y digo en vez de estas palabras:

    No es posible con la injusticia y el abuso borrar la realidad

    Suprime el corazón, si eres capaz, de la humanidad

    O digo:

    No es posible con la injusticia y el abuso borrar la excelencia

    Elimina la emoción, si eres capaz, de la humanidad

    En efecto, la excelencia que se caracteriza por la creencia, al igual que no es medio para la coacción, no es motivo para el despotismo categóricamente, ya que la coacción, la imposición y el dominio sobre los otros es una vileza sin excepción, y aún es más la tendencia más importante para la gente de excelencia es la inserción en la sociedad con la incapacidad, la pobreza y la humildad. Y nuestra vida, gracias a Allah, ha transcurrido y así sigue, en consonancia con esta tendencia. Así pues, yo no pretendo con jactancia ser alguien dotado de excelencia, pero digo refiriendo las bendiciones de Allah sobre mí y con la intención de agradecerle, sea glorificado,

    que Él, sea honrado y enaltecido, me ha favorecido con Su favor y Su honor y me ha hecho propicio trabajar para las ciencias de la creencia y del Corán y su comprensión y entendimiento. Y he empleado a lo largo de mi vida, gracias a Allah, este beneficio divino por un encauzamiento procedente de Él, sea ensalzado, en provecho de esta nación musulmana, y lo entregué por la causa de su felicidad y no ha sido en ningún momento medio de la coacción y el dominio sobre los demás.
    Al igual que yo-en base a un secreto importante-huyo de la aceptación de la gente y de atraer su aprobación, tan deseadas por la gente del olvido, ya que me han hecho perder anteriormente veinte años de mi vida. Y por esto las he considerado dañinas para mí, solo que yo las veo una señal de la aceptación de la gente hacia las epístolas de la luz de manera que no me enojo con ellos.
    

    Así pues, ¡Oh gente de este mundo! En el momento en el que no me entrometo en vuestra vida mundanal nunca ni tengo relación en ningún sentido con vuestros principios y no estoy resuelto a la intromisión como reformador en este mundo, por el contrario carezco de anhelo por él en absoluto, como da testimonio de ello mi vida, ésta que pasé como cautivo del exilio a lo largo de nueve años. Así pues ¿por qué me miráis y como si yo fuera un engreído previo que oculta el dominio sobre los demás y aguarda las oportunidades para ello? ¿Con qué ley se aplica y en base a qué interés, este nivel de control, vigilancia y aprieto? Pues no hay en todo el mundo un gobierno que actúe por encima de la ley y permita este trato duro que recibo y que no acepta nadie donde quiera que esté. De manera que estos malos tratos con los que me tratáis no engendran mi enojo solo, sino el enojo del género humano-si le llega- e incluso el enojo de los seres existentes.

    La tercera indicación:

    Una pregunta que viene a modo de necedad y locura y contiene un sofisma.

    Dice una parte de los miembros del estado y la gente del gobierno: Mientras permanezcas en este país tienes que someterte a las leyes vigentes en él, así pues ¿por qué te eximes a ti mismo de estas leyes bajo la cortina del asilamiento de la gente? Por ejemplo: Aquel cuya influencia sobre los demás se lleva a cabo fuera de la función del estado, asumiendo una excelencia y distinción por sí mismo, niega la ley del gobierno presente y la constitución de la república que está basada en el principio de la igualdad. Entonces ¿por qué asumes la cualidad de quien quiere atraer la admiración por sí mismo y es como si la gente tuviera que rendirse ante él y obedecerle, y los haces besar tu mano a pesar de que tú no tienes función en el estado?

    La respuesta es que aquéllos que hacen cumplir la ley deben hacerla cumplir sobre ellos mismos en primer lugar, y luego podrán aplicarla a los demás. Pues aplicar una constitución a los demás sin aplicarla sobre ellos mismos significa vuestra oposición a vuestra constitución y vuestra ley antes que nadie, porque vosotros buscáis aplicar esta ley de la igualdad absoluta sobre mí mientras que vosotros no la aplicáis sobre vosotros mismos.

    Y yo digo: ¿Cuándo ha ascendido un soldado raso a la posición social del mariscal y ha compartido con el mariscal el respeto y el ensalzamiento que la gente le confiere y obtenido como él esa acogida y respeto?¿ O cuándo se convierte el mariscal en un soldado raso y asume sus estados inactivos y pierde toda su importancia fuera de su función? Y también ¿cuándo se equiparan un jefe inteligente del estado mayor del ejército, que los conduce a la victoria, con un soldado necio, en la aceptación de la gente en general y el respeto y el amor hacia él? Así pues os corresponde decir entonces según vuestra ley, la ley de la igualdad: No te llames a ti mismo erudito, rechaza el respeto de la gente hacia ti, niega tu mérito, sirve a tu sirviente, acompaña a los mendigos.

    Y si decís: Este respeto, posición y aceptación que le confiere la gente, es exclusivo de los que tienen una función y durante su dedicación a su oficio, mientras que tú eres un hombre sin función, de manera que no te corresponde recibir el respeto de la nación como los que tienen una función.

    La respuesta es: Si el hombre se convirtiera simplemente en cuerpo, pasara a estar en este mundo para siempre, se cerrara la puerta de la tumba y se diera muerte a la muerte, y las funciones se limitaran al ejército y a los funcionarios de las administraciones. Entonces vuestras palabras significarían algo.Sin embargo, teniendo en cuenta que el ser humano no es simplemente cuerpo y no se abstrae del corazón, la lengua y el intelecto para dar alimento al cuerpo, no es posible aniquilar esos miembros. Así pues cada uno de ellos requiere alimento y atención.

     Y la puerta de la tumba no se cierra, sino que la cuestión más importante para cada individuo es su inquietud por lo que hay tras la tumba. 
    

    Por esto no se limitan las funciones que se basan en el respeto de la gente y su obediencia a funciones sociales, políticas y militares que afectan a la vida mundanal de la nación.

    Puesto que al igual que el aprovisionamiento de los viajeros por medio de billetes de viaje y pasaportes es una función, conceder un documento de viaje a los viajeros hacia las moradas de la eternidad y ofrecerles una luz para disipar las oscuridades del camino es una función insigne, puesto que no hay ninguna otra función que alcance su importancia. De manera que negar una función excelsa como esta, no es posible sino negando la muerte y desmintiendo el testimonio de treinta mil difuntos diarios que confirman la afirmación de que la muerte es verdad.

    Así pues mientras haya funciones inmateriales que se basan en necesidades ineludibles inmateriales, la más importante de esas funciones es la fe, su fortalecimiento y guiar a ella, ya que es el pasaporte en el camino de la eternidad, la lámpara de los corazones en las oscuridades del espacio intermedio y la llave de la morada de la felicidad eterna. Y no hay duda de que el que cumple esta función, la función de la fe, de entre la gente del conocimiento (divino), no menoscaba el valor de la bendición con la que Allah lo ha favorecido siendo ingrato con ella, ni menosprecia el mérito de la fe que Allah le ha concedido, ni cae al nivel de los necios y los pervertidos, ni se contamina a sí mismo con la necedad de los bajos y sus innovaciones, de manera que el apartarse y retrotraerse de la gente que no os queda claro y lo consideráis una infracción de la igualdad, no es sino por esta causa.

    Y a pesar de esta realidad, no me dirijo con estas palabras a aquéllos que me hacen probar la dificultad al atormentarme, de entre los que son como vosotros, tan soberbios y engreídos de sí mismos que llegan a ser como Firaún en el quebrantamiento de esta ley, la ley de la igualdad, puesto que procede no mostrarse humilde frente a los soberbios para que no se piense que es humillación ante ellos…Sino que me dirijo a los equitativos, humildes, justos de entre la gente del gobierno y digo:

    Yo, y la alabanza pertenece a Allah, reconozco mi cortedad y mi incapacidad, de manera que no pretendo por encima de nadie una posición de respeto y muchos menos la pretendo sobre los musulmanes. Sin embargo veo por el favor de Allah mis deficiencias sin límite y sé con certeza que no estoy en nada memorable. de manera que encuentro la conformidad y el consuelo en la petición de perdón y la esperanza de la súplica de la gente no en la búsqueda del respeto por su parte. Y creo que esta conducta mía es conocida por todos mis amigos,

    solo que hay un asunto y es que yo asumo temporalmente una posición preeminente que es requerida por  la posición de la preeminencia del conocimiento y su respeto. Y ello por medio de llevar a cabo el servicio del Corán y el estudio de las realidades de la Creencia, la asumo temporalmente por causa de estas realidades y la nobleza del Corán,  y para no agachar mi cabeza ante la gente del extravío. Creo que no hay en el círculo de las leyes de la gente de este mundo oposición a estos puntos.
    

    Un trato que acarrea perplejidad La gente del saber y el conocimiento en todo lugar, como es sabido, sopesa los asuntos con la balanza del conocimiento y el saber, y donde quiera que encuentran saber y cualquier persona en la buscan conocimiento, le otorgan respeto y traban con él amistad en consideración del camino del conocimiento. E incluso si viene un erudito-un profesor-de un país enemigo nuestro a este país, la gente del conocimiento y los estudiosos de las ciencias lo visitan, lo aprecian y lo respetan por su conocimiento y su saber.

    Y el caso es que cuando el consejo superior científico eclesiástico inglés pidió de los eruditos islámicos que respondieran a seis preguntas con seiscientas palabras, asumió uno de la gente de conocimiento-que recibió la ausencia de respeto por parte de la gente de este país- la respuesta a estas preguntas con seis palabras consiguiendo su respuesta la apreciación y la admiración. Él es el que confrontó con el conocimiento verdadero y el saber certero a la más importante de las instituciones extranjeras y la base de sus sabios, y los superó. Y él es el que desafió a filósofos europeos apoyándose en la fuerza del saber y el conocimiento procedente de la inspiración del Noble Corán. Y él es el que llamó a los eruditos y a la gente de las escuelas nuevas en Estanbul- seis meses antes del anuncio de la libertad- al debate, la discusión y la respuesta a sus preguntas sin preguntarle a nadie nada, y respondió a todas sus instancias con una respuesta satisfactoria, certera.*(*[1]) Y él es el que ha dedicado su vida a hacer feliz a esta nación y ha publicado cientos de epístolas en su lengua, la lengua turca, y los ha iluminado con ellas. El que ha llevado a cabo estas acciones es un hijo de esta patria, un amigo sincero de sus gentes y un hermano en el Din, que ha sido recibido por una parte de los afiliados al conocimiento y al saber junto con un número de los eruditos oficiales del Din con la persecución y abrigar la enemistad hacia él, e incluso siendo denigrado.

    Así pues ven y medita esta situación. ¿Cómo la llamas? ¿Es civilización y cultura? ¿Es amor por el saber y el conocimiento? ¿Os es patriotismo? ¿O es nacionalismo? ¿Os es una llamada a aferrarse a los objetivos de la república? Que Allan nos libre, no hay nada de esto en absoluto. Si no que es un decreto divino justo que ha hecho que la gente de conocimiento manifieste la enemistad hacia esa persona en lo que se esperaba la amistad sincera por parte de ellos para que no entrara en su conocimiento el aparentar esperando respeto y lograra así la sinceridad (en las acciones).

    LA CONCLUSIÓN

    ¡Una agresión sorprendente para mí que requiere agradecimiento!

    En verdad la gente de este mundo, los soberbios, los que son seducidos por una vanidad por encima de lo normal, tienen una fuerte sensibilidad en el reconocimiento del egoísmo y la vanidad, siendo así que si ese trato fuera con conciencia por parte de ellos, se contaría como un honor o como una gran estratagema. Y es como lo que sigue:

    Lo que mi propio ego y mi intelecto no perciben en cuanto a un estado de vanidad particular revestido de actuar aparentado, es como si ellos lo percibieran con la balanza de su vanidad y su soberbia susceptible de manera que confrontan mi vanidad que yo no percibo. Y durante estos nueve años que casi hay mí cerca de nueve experiencias, hasta el punto de que a consecuencia de su trato injusto hacia mí estuve reflexionando sobre el decreto divino y decía: ¿Por qué el decreto divino le ha dado poder a éstos sobre mí? E indagué con esta pregunta acerca de las intrigas de mi ego. Cada vez entendía que mi ego o bien se inclinó por naturaleza hacia la vanidad y la soberbia sin que yo me diera cuenta o me engañó a sabiendas. Y solía decir en ese momento: El decreto divino ha sido justo con respecto a mí por medio de la injusticia de esos injustos.

    Y parte de ello es que este verano mis amigos me dieron a montar un hermoso caballo y fui con él a dar un paseo y se despertó un deseo en mi ego hacia gustos mundanales mezclados con la vanidad, sin que yo me diera cuenta, hasta que la gente de este mundo se opuso a ese deseo con fuerza erradicándolo, así como muchos otros anhelos en el ego.

    Y esta vez, después del mes bendito de Ramadán y en el clima de los más sinceros nobles hermanos y su temor de Allah y el respeto a los visitantes y su buena opinión, tras la atención que otorgó un gran imam elevado de los precursores hacia nosotros con un honor escondido, mi ego deseó asumir-sin que yo me diera cuenta-un estado de vanidad mezclado con aparentar y mostró su deseo con orgullo bajo el velo del agradecimiento. Y entretanto se opuso a mí de repente la gente de este mundo con una susceptibilidad fuerte, hasta el punto de que fue como si percibiera los átomos del aparentar. Así pues al Señor Poderoso imploro agradecido por Sus dones, ya que la injusticia de aquéllos se convirtió en un medio para la sinceridad (en las acciones).

    {Y di: ¡Señor mío! Me refugio en Ti de los susurros de los demonios. Y me refugio en Ti, Señor mío, de que se hagan presentes.}

    ¡Oh Allah! ¡Oh Protector, Oh Preservador, Oh Tú el mejor de los protectores, protégeme y protege a mis compañeros del mal del ego y el Shaiṭán y del mal de los genios y de los hombres y del mal de la gente del extravío y la gente de la tiranía. Amin, amin, amin.

    اَه۟لِ الضَّلَالَةِ وَ اَه۟لِ الطُّغ۟يَانِ اٰمٖينَ اٰمٖينَ اٰمٖينَ

    {Gloria a Ti, no tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado, en verdad Tú eres el Conocedor, el Sabio.}


    1. *[Dice Sa’id el nuevo: Yo no comparto con Sa’id el viejo estas palabras que dice en esta posición jactándose. Aunque yo no puedo callarlo porque le he dado el derecho a hablar en esta epístola. Y aún es más prefiero callarme en relación a él para que muestre algo de su orgullo ante los soberbios. El autor.]