El UNDÉCIMO DESTELLO

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    El UNDÉCIMO DESTELLO

    La escalera de la Sunna y el antídoto de la enfermedad de la innovación

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

    {Os ha venido un mensajero de vosotros mismos, es penoso para él lo que os aflige, está empeñado en vosotros, con los creyentes es clemente, compasivo.} (Sura de la Retractación, 128)

    La primera estación de esta aleya es el mensaje del camino de la Sunna y la segunda estación de ella es la escalera de la Sunna.

    {Y si dan la espalda, di: Allah me basta, no hay dios sino Él, en Él me confío y Él es el Señor del Trono Inmenso} (Sura de la Retractación, 129) {Di: Si amáis a Allah, seguidme. Allah os amará…} (Sura de la Familia de ‘Imrán, 31)

    Vamos a explicar resumidamente once puntos de cien de estas dos sublimes aleyas.

    El primer punto:

    El Mensajero más noble, que Allah le dé Su gracia y paz, dijo:

    “Quien se aferre a mi sunna en el momento de corrupción de mi umma, tendrá la recompensa de cien mártires”.

    Es decir: Quien se aferre a mi sunna en el momento de deterioro de mi umma, puede que obtenga la recompensa y el pago de cien mártires.
    

    En efecto: Seguir la sunna sublime es valioso al máximo absolutamente, y es de aún más valor especialmente en el tiempo de predominio de la innovación, y especialmente en el tiempo de la corrupción de la umma. Pues en verdad la observancia de una cortesía pequeña de entre las cortesías de la sunna sublime hace sentir un temor de Allah muy grande y una fe muy fuerte. Porque seguir la sunna sublime recuerda al mismísimo Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz, y esa evocación que surge de ese seguimiento se convierte en la evocación de la presencia divina y en el instante en el que se observa la sunna sublime,

    incluso en el más pequeño comportamiento, incluso en los modales de la comida, la bebida y el sueño, ese comportamiento habitual y esa acción natural se convierte en un acto de adoración que tiene una recompensa y una acción de la ley revelada, porque con ese movimiento habitual piensa en seguir al Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz, y concibe que es una de las cortesías de la ley revelada y pasa por su mente que él, que Allah le dé Su gracia y paz, es el portador de la ley revelada y su corazón se dirige, por ese pensamiento, a Allah, sea ensalzado, el Legislador Verdadero, y obtiene así un tipo de presencia y adoración.

    Y es en base a este secreto que quien convierte en costumbre suya seguir la sublime sunna, transforma sus costumbres en actos de adoración y es posible que haga toda su vida fructífera y recompensada.

    El punto segundo:

    El imam venerable Aḥmad al-Faruqí*(*[1]) dijo: Cuando atravesaba los grados en el recorrido espiritual vi a los amigos de Allah que habían adoptado seguir la sublime sunna como fundamento del camino, con un rango más brillante, de mayor magnificencia, más sutil y salvo que los otros, incluso los amigos de Allah comunes de ese rango aparecían con mayor magnificencia que los amigos de Allah de la élite de los demás rangos. Así es: Dice la verdad el imam venerable, renovador del segundo milenio (de la Hégira),

    pues ciertamente quien adopta la sunna sublime como fundamento es lugar de manifestación de la estación del que es amado por Allah bajo la sombra del amado de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz.

    El punto tercero:

    Este pobre Sa’id se estaba esforzando en salir del estado de Sa’id el viejo. En ese momento mi intelecto y mi corazón se tambaleaban entre las verdades dentro de una tormenta espiritual terrible derivada de la pérdida de un guía y la propia vanidad del ego y oscilaban entre caída y subida, desde las Pléyades hasta el suelo a veces, y desde el suelo hasta las Pléyades otras veces.
    
    Y en ese tiempo observé que las cuestiones de la sunna sublime, incluso sus modales pequeños, eran como los interruptores de las luces en los caminos oscuros ilimitados, como las brújulas que marcan la dirección del movimiento en las naves.
    

    Y del mismo modo cuando me veía habiendo sido cargado con cargas pesadas bajo muchas confusiones encontraba alivio cada vez que seguía las cuestiones de la sunna sublime relacionadas con ese estado, era como si ella cargara por mí todas mis cargas. Y solía salvarme, sometiéndome a ella, de los peligros, las vacilaciones y los susurros, indeciso, sorprendentemente, sobre si la acción era así verdadera y conveniente o no.

    Y cuando apartaba mi mano de ella veía que las confusiones eran muchas y que había muchos caminos que no se sabía a dónde iban, y la carga era pesada y yo débil, y mi mirada corta y el camino oscuro. Y cada vez que me aferraba a la sunna sentía un estado como si se iluminara el camino y se viera la vía salva y se aligerara la carga y desaparecieran las confusiones. Y en esos momentos di crédito, por testimonio directo, del juicio del imam venerable, que Allah esté complacido con él.
    

    El punto cuatro:

    En un tiempo determinado me vi en un mundo extraño, dentro de un estado inmaterial que surgió del vínculo de la muerte y de la confirmación sobre el asunto de que la muerte es verdad y de la desaparición del mundo y su extinción, y vi que yo era una cadáver parado sobre las cabezas de tres cadáveres importantes, grandes:

    El primero de ellos era el cadáver inmaterial del conjunto de todos los seres creados vivos relacionados con mi vida, enterrado en la tumba del tiempo pasado, y yo estaba como una lápida junto a su cabeza.

    El segundo era el cadáver inmenso enterrado en la tumba del pasado del conjunto de todos los géneros de los dotados de vida relacionados con la vida del género humano en la tumba del globo terráqueo, y yo, sobre la faz de esta época que es una lápida, junto a su cabeza, era una hormiga que morirá pronto y un punto que será borrado inmediatamente.

    El tercero era el cadáver enorme de este universo cuya muerte se convertía, en mi mirada, en algo que estaba ocurriendo, porque ocurrirá con certeza, y me veía en pánico por las agonías de ese cadáver enorme y en estupor y perplejidad por su muerte, además de que mi muerte, que ocurrirá con certeza en el futuro, aparecía como si ocurriera en ese tiempo y se desentendían de mí todas las cosas existentes y todas las cosas amadas por el secreto de Sus palabras: {Y si se dan la vuelta…}dejándome solo con mi muerte, y mi espíritu era conducido al futuro en el lado de la eternidad que adoptaba la forma de un mar que no tiene límite y era necesario lanzarse a ese mar inevitablemente.

    Y mientras estaba en ese estado tan asombroso y tan triste, la aleya: {Y si se dan la vuelta, di: Allah me basta, no hay dios sino Él, en Él confío y Él es el Señor del Trono inmenso} vino en mi ayuda con un refuerzo proveniente de la fe y el Corán y se convirtió en algo equivalente un barco salvador y el espíritu entró en esa aleya con total salvedad y alegría.

    En efecto: Supe que un significado alusivo, que no es el significado explícito de la aleya, me consolaría y me daría sosiego, y encontré el sosiego. En efecto: Al igual que su significado explícito le dice al Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz: Y si se dan la vuelta la gente del extravío y se apartan de tu camino revelado y tu sunna, y no prestan atención al Corán, no te entristezcas y di: Allah me basta, en Él me confío pues Él hará surgir seguidores en lugar vuestro; y en verdad el trono de Su poder rodea toda cosa, de manera que los desobedientes no pueden penetrar por sus confines ni los que piden refuerzo permanecen sin ayuda,

    del mismo modo dice con su significado alusivo: ¡Oh hombre! ¡Oh jefe de la gente y guía suyo! Si te dejan todas las cosas existentes y viajan hacia la inexistencia en el camino de la extinción y se separan de ti los dotados de vida y compiten en el camino de la muerte y te deja la gente y entran en la tumba, y no te prestan atención la gente del olvido y el extravío y se precipitan en las tinieblas, no te entristezcas y di: Allah me basta, puesto que si Él existe, toda cosa existe. Y en esta situación, los que se van no irán a la inexistencia sino que irán a otro de Sus reinos, y el Dueño de ese Trono inmenso enviará, en lugar de ellos, a otros de entre Sus ejércitos, y los que entraron en la tumba no serán destruidos sino que viajarán a otro mundo, y Él enviará en su lugar otros oficiales y puede enviar a Sus siervos obedientes que seguirán el camino de la verdad en lugar de los que caen en el extravío. Y si es así, Él basta con respecto a toda cosa y todas las cosas no reemplazan un solo atisbo de Su atención.

    De manera que los tres cadáveres imponentes que me asustaban tomaron otra forma a causa de este significado alusivo. Es decir: Transmitió que ese estado es un recorrido y un viaje, un despedir y un emplear, en la forma de un viaje dotado de sabiduría, un paseo dotado de lección, una excursión dotada de función bajo el señorío de un Señor, Dueño de majestad, Sabio y Compasivo, y bajo el régimen de un Regidor Justo y Poderoso, y en Su sabiduría y Su misericordia. Y por eso se mueven los seres creados y vienen y van así.

    El punto quinto:

    La grandiosa aleya: {Si amáis a Allah, seguidme que Allah os mará} (Sura de la Familia de ‘Imrán, 31) proclama de una forma definitiva que seguir la sunna es importante y necesario, y ¡cuán importante y necesario¡ En efecto: Esta noble aleya es la más fuerte y más categórica analogía de la sección de la analogía excepcional de entre las analogías lógicas (los silogismos). Lo cual consiste en que al igual que se dice en la lógica a modo de ejemplo de la analogía excepcional:

    “Si el sol ha salido, el día está”. Y se dice para una conclusión positiva: “Pero el sol ha salido” y se deduce que el día esté. Y se dice para una conclusión negativa: Pero el día no está, y se deduce que el sol no ha salido. De manera que estas dos conclusiones positiva y negativa son categóricas en la lógica.

    Y del mismo modo dice esta noble aleya: Si amáis a Allah es que seguís al amado de Allah, y si no lo seguís, se deduce que no amáis a Allah.

    Y si amáis a Allah se deduce que seguís la sunna sublime. En efecto: En verdad quien ama a Allah, Le obedece categóricamente y no hay duda de que el más corto, el más aceptado y el más recto entre los caminos de la obediencia es el camino que aclaró el amado de Allah y siguió.

    En efecto: En verdad el Generoso, Dueño de la belleza, que llenó este universo con esta abundancia de bendiciones, es obvio y evidente que pide el agradecimiento de los dotados de conciencia ante estas bendiciones. Y del mismo modo ese Generoso, Dueño de la majestad, que ha embellecido este universo con esta abundancia de prodigios de Su maestría, convierte a uno, el de más alta distinción entre los dotados de conciencia, en interlocutor e intérprete Suyo, transmisor y dirigente de Sus siervos, categóricamente y obviamente.

    Y del mismo modo ese Bello, Dueño de la perfección, que ha hecho de este universo una manifestación de las manifestaciones de Su belleza y perfecciones innumerables e incontables, le da el modo más perfecto de la servidumbre, categóricamente y obviamente,

    a una persona que es la medida más exhaustiva y el eje más perfecto de Su belleza, Su perfección, Sus nombres y Su maestría, a los que ama y quiere manifestar, y hace en cualquier caso de su modo un ejemplo para los demás y conduce a cada uno a seguirlo para que se atestigüe ese modo en otro también.
    

    La conclusión es que el amor de Allah requiere seguir la sunna sublime y lo produce, así pues bienaventuranza para quien tenga una porción abundante de seguir la sunna sublime y desgracia para quien no sea capaz y entre en las innovaciones.

    El punto sexto:

    El más noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo:

    {Toda innovación es extravío y todo extravío está en el Fuego}.

    Es decir que la invención de las innovaciones - provocadas por el sentido de ver las normas de la sunna deficientes y el sentimiento de no aprobarlas, ¡lejos están de eso!, por medio de invenciones nuevas, después de haberse completado las normas de la Sharía honorable y haberse perfeccionado las reglas de la sunna sublime por el secreto de Sus palabras, sea ensalzado: {Hoy os he completado vuestro din (vuestra forma de adoración)} (Sura de la Mesa Servida, 3) – esa invención, es extravío y fuego.

    Y en verdad la sunna sublime tiene grados. Una parte de ella es obligatoria sin que se pueda dejar, y esa parte ha sido explicada con sus detalles en los libros de la honorable Sharía y son normas exactas que no pueden cambiar de ninguna manera. Hay otra parte de ella que es del tipo de lo voluntario y lo voluntario es de dos tipos también. Un tipo son sunnas sublimes relativas a los actos de adoración y están explicadas en los libros de la Sharía también y cambiarlas es innovación. Y el otro tipo se hace referencia a él con “las cortesías” y están mencionadas en los libros de la sublime biografía profética y a lo que es contrario a ellas no se le aplica el nombre de innovación, sin embargo es un tipo de contravención a las cortesías proféticas y dejar el beneficio de su luz. Y parte de esa cortesía verdadera y este tipo, es seguir los actos del más noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, conocidos por la transmisión ininterrumpida en sus tratos naturales y en la usanza y las costumbres,

    de manera que existen muchas sunnas sublimes que explican las cortesías de la convivencia por ejemplo, y este tipo de sunnas reciben el nombre de cortesías. Solo que el que sigue estas cortesías convierte sus costumbres en actos de adoración y se beneficia enormemente de esa cortesía. Y la observancia de la más pequeña de las cortesías hace recordar al Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz, y le proporciona luz al corazón.

    Y en verdad la más importante de las sunnas sublimes son las sunnas relacionadas con los ritos que son los signos distintivos del Islam. Y los ritos son actos de adoración, del tipo de los deberes generales, que incumben a la comunidad y de los que se beneficia esa comunidad en general, al igual que hace mal dejándolos toda la comunidad. Este tipo de ritos se hacen públicamente y no entra en ellos la afectación y aunque sean del tipo de lo voluntario son más importantes que los preceptos individuales.

    El punto séptimo:=

    La sunna sublime es cortesía y no hay ninguna cuestión de ella debajo de la cual no haya una luz y una cortesía. Y el Mensajero más noble, al que Alla le dé Su gracia y paz, dijo: {Me ha educado mi Señor y ha hecho excelente mi educación}. Es decir: Mi Señor me ha educado y me ha favorecido enseñándome la cortesía de una manera buena. En efecto: Quien ha meditado acerca de las conductas proféticas y conoce la sunna sublime, sabe categóricamente que Allah, sea ensalzado, ha reunido todos los tipos de cortesía en Su amado, de manera que quien deja su sunna sublime, deja la cortesía y se confirma en él una regla: “Quien no tiene cortesía, se ve privado de la gentileza del Señor” y cae en una insolencia perdedora.

    Una pregunta: ¿Cómo es la cortesía delante del Conocedor de las cosas ocultas, que sabe y ve todas las cosas y no hay nada que se le escape ni se ocultan de Él estados que causan vergüenza? Siendo una clase de cortesía ocultar y tapar los estados que causan desagrado, si bien no es posible esconderse del Conocedor de las cosas ocultas.

    La respuesta:

    En primer lugar el Hacedor, Dueño de majestad, al igual que quiere mostrar Su maestría hermosa con total interés, y deja las cosas abominables bajo el velo y atrae el examen de la mirada a Sus bendiciones en el sentido de adornar esas bendiciones, del mismo modo quiere mostrar Sus criaturas y Sus siervos hermosos al resto de los dotados de conciencia, y que se muestren en estados malos se convierte en una clase de desobediencia y antítesis de la cortesía frente a Sus nombres como el Hermoso, el Embellecedor, el Sutil y el Sabio.

    De manera que la cortesía en la sunna sublime es revestirse de un estado de pura cortesía en los límites de los nombres de ese Hacedor, Majestuoso.

    Y en segundo lugar: Al igual que un médico determinado mira las partes de mayor inviolabilidad de alguien de quien no está permitido verlas en razón de la medicina, y se descubren para él en caso necesario, y no se dice que es contrario a la cortesía, sino que se dice que la cortesía de la medicina requiere eso, y sin embargo ese médico no puede mirar esas partes inviolables como hombre, predicador o erudito y la cortesía no dictamina que se le descubran como tal, y el hecho de que se le descubran en ese sentido es dejar la vergüenza, del mismo modo el Hacedor Majestuoso tiene muchos nombres y cada nombre tiene otra manifestación.

    Así pues, por ejemplo; El nombre “el Muy Perdonador” implica la existencia de los pecados, y el nombre “El que vela las faltas” requiere la existencia de las faltas, al igual que el nombre “el Bello” no se complace con la visión de lo feo. Y los nombres de belleza y de perfección como el Sutil, el Generoso, el Sabio y el Compasivo implican que las cosas creadas estén hechas en la mejor forma y en el más bello de los estados posibles. Y esos nombres de belleza y de perfección implican mostrar sus bondades en las miradas de los ángeles y los seres espirituales, los hombres y los genios,
    

    a través de las situaciones de las cosas creadas hermosas y sus cortesías buenas, de manera que las cortesías en la sunna sublime son signos que indican estas cortesías elevadas y reglas, y ejemplos suyos.

    El punto octavo:

    Es que la aleya: {En verdad os ha venido un Mensajero de vosotros mismos…} que precede a la aleya: {Y si dan la espalda…}, después de dejar claro la total compasión del más noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, y su extrema clemencia para con su comunidad, dice junto con esta aleya: ¡Oh gente, oh musulmanes! Sabéis que es contrario a la conciencia y al intelecto dar la espalda a la sunna de un Profeta clemente que os guía con su compasión ilimitada y emplea toda su fuerza en vuestro beneficio, y cura vuestras enfermedades espirituales y las trata con sus normas y su sunna sublime con la que vino, con total compasión, así como que os apartéis de las normas que transmite, es una deserción en el grado de negar su compasión evidente y sospechar de su clemencia atestiguada por el ojo.

    ¡Oh Mensajero compasivo, oh Profeta clemente! Si ellos no conocen tu enorme compasión y tu gran clemencia y se apartan de ti y no te prestan atención, es por su necedad, así pues no te entristezcas, pues en verdad Allah, el Majestuoso, te basta, Aquel bajo Cuyo mando están los ejércitos de los cielos y la Tierra y la soberanía de Su señorío gobierna bajo el Trono inmenso que todo lo abarca, pues Él reunirá en torno a ti grupos obedientes con una obediencia verdadera y hará que te presten atención y hará que tus normas sean aceptadas por ellos.

    En efecto: No hay cuestión en la sharía muḥammadía y en la sunna Aḥmadía que no tenga múltiples sabidurías, y yo, este pobre, afirmo esta afirmación, y yo, con toda mi deficiencia e incapacidad, estoy preparado para demostrarlas. Y además las setenta u ochenta epístolas de Risale i Nur que hasta el momento han sido compuestas se han convertido en el equivalente a setenta u ochenta testigos veraces de que las cuestiones de la sunna Aḥmadía y la sharía Muḥammadía poseen sabiduría y verdad. Y si hubiera capacidad y se compusieran sobre este tema, no serían bastante setenta epístolas, ni siquiera setenta mil, para abarcar esas sabidurías.

    Además quizás tenga mil experiencias personales de haber observado y haber probado que las cuestiones de la sharía y las normas de la sunna sublime, son una medicina útil para las enfermedades del espíritu, la mente y el corazón, especialmente en las enfermedades sociales. Y yo he sentido por observación directa que las cuestiones filosóficas y sapienciales no las pueden suplir y le hice saber esto a otros en un grado determinado en las Epístolas (Risale i Nur). Y quien dude de esta afirmación mía que se remita a las partes de las Risale i Nur y las mire.
    

    Y compruebe que el esfuerzo de seguir la sunna de un Profeta así, en la medida de la capacidad, ¡qué gran ganancia es y qué gran felicidad es para la vida eterna y cuán beneficiosa para la vida de aquí y en qué medida!

    El punto noveno:

    Seguir cada uno de los tipos de la sunna sublime en su totalidad y de hecho, sólo es asequible para la élite de la élite, y aunque no exista el seguimiento de hecho, cada uno puede buscarlo con la intención y el propósito, la lealtad y el compromiso. Y en las dos partes de lo preceptivo y lo obligatorio existe la necesidad de seguirlas. En cuanto a sunna sublime deseable en la adoración, aunque no haya falta en dejarla, sí hay pérdida de una enorme recompensa y una gran falta en cambiarla. En cuanto a la sunna sublime en los usos y tratos, cada vez que se siguen esos usos, se convierten en actos de adoración. Y si no la lleva a cabo, no hay reprobación en ello, sin embargo mengua su beneficiarse de las luces de las cortesías de la vida del amado de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz.

    Y en verdad las cosas modificadas nuevas son innovación y las innovaciones son rechazadas porque contradicen el secreto de Sus palabras, sea ensalzado: {Hoy he completado para vosotros vuestro din}. No obstante si son del tipo de las oraciones de las tariqas que se recitan, sus invocaciones y sus escuelas, y su base está tomada del Libro y la Sunna, no constituyen innovación a pesar de ser de distintas maneras y formas, con la condición de que no sean contrarias a los fundamentos de la sunna sublime y no cambien sus principios establecidos. No obstante algunos eruditos han incluido una parte de esto en la innovación, solo que lo han llamado innovación buena.

    El imam venerable renovador del segundo milenio dice: En mi recorrido del camino espiritual veía las palabras transmitidas del Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz, luminosas brillando con los rayos de la sunna sublime y cuando veía estados y series de invocaciones fuertes y brillantes no trasmitidos de él, no tenían esa luz, y lo más brillante de ese tipo no era equiparable a lo menos brillante de lo primero, y supe de esto que los rayos de la sunna sublime eran un elixir y que esa sunna basta a aquéllos que buscan la luz y no hay necesidad de buscar la luz fuera de ella.

    De manera que el juicio de un héroe tal, que es el héroe de la realidad y de la sharía, indica que la sunna sublime es el fundamento de la felicidad de ambas moradas, la mina de las palabras y su fuente.

    ¡Oh Allah concédenos seguir la sunna sublime! Amin.

    {Señor nuestro, hemos creído en lo que has hecho descender y hemos seguido al Mensajero, así pues inscríbenos con los que dan testimonio.} (Sura de la Familia de ‘Imrán, 53)

    El punto décimo:

    Es que en la aleya: {Di: Sí amáis a Allah, seguidme, Allah os amará} hay una concisión prodigiosa porque en estas tres frases están incluidas muchas frases. Y eso es porque esta aleya dice: Si creéis en Allah, entonces lo amáis, y si lo amáis, entonces sabéis lo que Él ama y lo que Allah, sea ensalzado, ama es que obréis como aquel a quien Allah ama, y asemejarse a él es seguirlo y cuando lo sigáis, Allah os amará y vosotros amaréis a Allah para que Él os ame también.

    De manera que todas estas frases solo son un contenido sucinto y resumido de esta aleya. Así pues el primer propósito y el más elevado del ser humano es ser una manifestación del amor de Allah, sea ensalzado, y con el texto de esta aleya se aclara que el camino de ese objetivo superior es seguir al amado de Allah y emular su sublime sunna. Así pues llegados a este punto, si se demuestran tres puntos quedará clara la realidad anterior en su totalidad.

    El primer punto

    es que el ser humano ha sido creado innatamente en un amor sin límite hacia el Creador de este universo porque en la condición innata del ser humano hay un amor hacia lo bello, una querencia hacia la perfección y una pasión por el bien. Y este amor se incrementa según los grados de la belleza, la perfección y el bien, y asciende hasta la cúspide de los grados del enamoramiento. Y también este ser humano pequeño tiene un corazón pequeño que abarca todo el universo en amor. En efecto: El hecho de que se pueda grabar la cantidad de mil libros equivalentes a una biblioteca en la memoria, que es una caja del corazón con el tamaño de una lenteja, indica que el corazón contiene el universo y comprende esa magnitud de amor.

    Y si está en la condición innata humana la predisposición de un amor ilimitado así hacia el bien, la belleza y la perfección y el Creador del universo tiene una belleza purísima sin límite cuya realidad se demuestra obviamente por Sus efectos que se muestran en el universo, y una perfección purísima sin límite cuya certeza se verifica necesariamente por los grabados de Su maestría que se manifiestan en las cosas existentes, y bondades sin límite cuya existencia se verifica por la certeza y aún más por la contemplación con el número ilimitado de los tipos de Su bondad y Sus favores que se manifiestan en todos los dotados de vida. De manera que no hay duda de que suponen un amor ilimitado por parte del ser humano que es, de entre los dotados de conciencia, el de una esencia más exhaustiva, el de mayor necesidad, el de más reflexión y el de más anhelo.
    

    En efecto cada ser humano está predispuesto a un amor ilimitado hacia ese Creador, Majestuoso, al igual que ese Creador tiene más derecho que nadie a un amor ilimitado en honor a Su belleza, Su perfección y Su bien. Incluso los tipos de amor y los apegos fuertes en el ser humano creyente hacia su vida y su permanencia, su existencia y su vida mundanal, su propia persona y las cosas existentes, son efusiones de la predisposición de ese amor divino, hasta el punto de que las emociones del ser humano, intensas y variadas son la transformación de esa predisposición y sus efusiones que adoptan otras formas.

    Y es sabido que el ser humano se deleita con su propia felicidad, al igual que se deleita con la felicidad de aquéllos con los que tiene relación. Y ama a quien lo salva de la tribulación, al igual que ama también a quien salva a sus seres queridos.

    Y consecuentemente a esta situación espiritual, si el ser humano reflexiona, de entre todas las bondades divinas que afectan a todo ser humano, simplemente acerca de esta bondad que es: Mi Creador me ha salvado de la inexistencia que son tinieblas eternas y me ha dado en esta vida del mundo una vida hermosa, al igual que me salvará también, cuando llegue mi plazo, de la destrucción y la extinción que es una ejecución eterna y me agraciará con un mundo eterno colosal en un mundo permanente y me favorecerá con sentidos externos e internos que se beneficiarán de todas las clases de placeres de ese mundo y de sus excelencias y deambularán recreándose por ese mundo. Al igual que hará de todos mis parientes, seres queridos y los hijos de mi género, a los que amo mucho y con los que tengo una fuerte relación, una manifestación de bondades también ilimitadas. Y esas bondades me afectarán a mí en un sentido determinado, porque yo pasaré a estar feliz y me deleitaré con sus felicidades.

    Así pues, si reflexiona acerca de ello simplemente, diría: Si en cada uno hay una servidumbre ante la bondad, por el secreto del dicho de que el hombre es esclavo de la bondad, si tengo un corazón del tamaño del universo ante bondades eternas como éstas que no tienen límite, implica que se llene de amor hacia esa bondad, y yo quiero llenarlo; y si no realizo de hecho ese amor, lo haré por medio de la predisposición y la fe, por medio de la intención y la aceptación, por medio de la estima y el anhelo y por medio del compromiso y la voluntad. Y así es la comparación del amor que manifiesta el ser humano hacia la belleza y la perfección con el amor hacia la bondad al que nos hemos referido sucintamente. En cuanto al descreído, es hostil a la belleza, la perfección y la bondad en el sentido de la incredulidad con una enemistad ilimitada, y aún más oculta una enemistad injusta despreciativa hacia todos los seres y cosas existentes.

    El punto segundo:

    El amor a Allah requiere seguir la sunna muḥammadía, porque el amor de Allah es que el hombre haga las cosas que Le complacen y las cosas que Le complacen se muestran en la más perfecta forma en la persona de Muḥammad, al que Allah le dé Su gracia y paz, y asemejarse a él en las obras y los actos tiene dos aspectos:

    El primero de ellos es que el obedecer el mandato de Allah y actuar en el círculo de las cosas que Le complacen en el sentido del amor de Allah implican ese seguimiento, porque el imam más perfecto en esta acción es la persona de Muḥammad.

    Y el segundo es que la persona de Muḥammad, al ser el más importante medio hacia las bondades divinas que no tienen límite es digna de un amor ilimitado por la causa de Allah, sea ensalzado. Y en verdad el ser humano busca de forma innata parecerse a quien ama si esa semejanza es posible. De manera que quien ama al amado de Allah, necesariamente ha de esforzarse por parecerse a él y seguir su sunna sublime.

    El tercer punto:

    Es que Allah, sea ensalzado, es una misericordia sin límite, al igual que tiene un amor sin límite, pues Él se hace amar con una forma sin límite por medio de las bondades de todas las cosas creadas que existen en el mundo y su embellecimiento, al igual que ama a Sus obras, especialmente los dotados de conciencia, de entre las criaturas, los que corresponden a Su hacerse amar con el amor. Y aquel del que todas las sutilezas del Jardín, sus bondades, sus placeres y sus matices, son una manifestación de Su misericordia, es sabido obviamente que el esfuerzo para atraer la mirada de Su amor, cuán propósito elevado es.

    Y si el ser humano se convierte en un lugar de manifestación de Su amor, sea ensalzado, simplemente por medio de seguir la sunna Aḥmadía, según el texto de Su palabra, se verifica definitivamente que seguir la sunna Aḥmadía es el mayor propósito humano y la función más importante del ser humano.

    El punto undécimo

    que son tres cuestiones

    La primera cuestión:

    La fuente de la sunna del más noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, son tres cosas: Sus dichos, sus actos y sus estados. Y estas tres partes tienen a su vez tres partes: Los preceptos, las cosas voluntarias y sus buenas costumbres.

    En la parte de lo preceptivo y lo obligatorio existe una necesidad del seguimiento, y en dejarlo hay un castigo y una sanción y cada individuo es responsable de seguirlo.

    Y en verdad la gente de la fe, son responsables también en la parte de las cosas voluntarias en virtud del mandato de lo recomendable, aunque no hay castigo ni sanción en dejarlo mientras que en hacerlo y en seguirlo hay recompensas enormes. Y cambiarlo y sustituirlo es innovación y extravío y una falta enorme.

    En cuanto a sus costumbres sublimes y sus movimientos recomendables, imitarlos y seguirlos es recomendable al máximo por sabiduría y provecho teniendo en cuenta la vida personal, la genérica y la social, porque en cada uno de sus movimientos normales haya muchos beneficios vitales, al igual que esas cortesías y costumbres, si se siguen, se convierten en algo equivalente a actos de adoración.

    En efecto: Si la persona de Aḥmad, que Allah le dé Su gracia y paz, es una manifestación de los grados más altos de las excelencias del carácter, habiendo en ello coincidencia entre los amigos y los enemigos, y fue la personalidad más conocida y distinguida del género humano, y el hombre más perfecto y el mejor guía, como lo indican miles de sus prodigios y el testimonio de sus perfecciones, así como el testimonio del mundo del Islam que fundó y la confirmación de las verdades del Corán Sabio, el cual se convirtió en sí mismo en un transmisor e intérprete suyo, y hubo millones de la gente de perfección que fueron elevados en los grados de las perfecciones, y se convirtieron en manifestación de la felicidad de las dos moradas por el fruto de seguirlo, siendo los movimientos de esa persona el mejor ejemplo a seguir y el indicio más salvo para seguir sus huellas y la más sabia de las normas para tomarlas como reglamentos… entonces el feliz es aquel cuya porción en seguir la sunna es mayor.

    Y quien no sigue la sunna, si es por pereza, es una enorme pérdida, y si la ve sin valor, es un delito enorme, y si es una crítica que implica desmentir, es un claro extravío.

    La segunda cuestión:

    Cenab-ı Hak Kur’an-ı Hakîm’de:

    {Y en verdad tú estás hecho de un carácter magnánimo} (Sura del Cálamo, 4). Y se ha transmitido en una transmisión auténtica que los nobles Compañeros, como ‘Aisha, que Allah esté complacido con ella, cuando describían al Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, decían: “Su carácter era el Corán”. Es decir: que Muḥammad, al que Allah le dé Su gracia y paz, era el ejemplo de las bondades de carácter que explica el Corán y creado innatamente con esas buenas cualidades de carácter y las cumplió antes que ningún otro.

    De manera que quien no se preocupa por la sunna de un Profeta como él, cuyos actos, estados, dichos y movimientos merecen ser un ejemplo para el género humano, y quiere cambiarla, de entre los olvidadizos que creyeron en él siendo de su umma, hasta los locos saben que es tremendamente desgraciado.

    La tercera cuestión

    es que el Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz, por haber sido creado innatamente en el estado más justo y la forma más perfecta, sus movimientos y sus estados de quietud transcurrieron en moderación y rectitud, y su conducta sublime indica de una manera categórica que en todos sus movimientos se comportó con rectitud y mesura y temió tanto el exceso como el defecto.
    

    En efecto: El Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz, por su acatamiento de la orden de {Sé recto como se te ha ordenado} (Sura de Hud, 112) en su totalidad, la rectitud se atestigua de una forma categórica en todos sus actos, dichos y estados.

    Así, por ejemplo: Su potencia intelectual se movió siempre en el lado de la sabiduría, que es el término medio y el eje de la rectitud, exenta de la estupidez y la falacia, que son la exageración y la carencia de esa facultad equivalentes a su corrupción, al igual que su potencia iracunda se movió en la valentía purísima, que es el término medio y el eje de la rectitud de la potencia iracunda, exenta y más allá del miedo y la temeridad,

    que son la exageración y la carencia de esa potencia y su corrupción, además de que su potencia libidinosa adoptó la continencia en el mayor de los grados de la protección, como guía para ella, y se movió siempre en la continencia,

    que es el eje de la rectitud de esa potencia purificada de la abulia y la inmoralidad, que son la corrupción de la potencia libidinosa, su exceso y su carencia.
    
    Así eligió el término de la rectitud en todas sus sunnas sublimes, sus estados naturales y sus normas de la ley revelada y evitó el derroche, el despilfarro, el exceso y la carencia, que son oscuridad y tinieblas, y aún más adoptó el término medio como guía en su palabra, su comida y su bebida y tuvo cuidado terminantemente de excederse en ellas.
    

    Se han escrito miles de volúmenes sobre los detalles de esta realidad, pero por el secreto de que al conocedor le basta la alusión, hemos resumido bastándonos una gota de este mar.

    اَللّٰهُمَّ صَلِّ عَلٰى جَامِعِ مَكَارِمِ ال۟اَخ۟لَاقِ وَ مَظ۟هَرِ سِرِّ «وَ اِنَّكَ لَعَلٰى خُلُقٍ عَظٖيمٍ» اَلَّذٖى قَالَ

    مَن۟ تَمَسَّكَ بِسُنَّتٖى عِن۟دَ فَسَادِ اُمَّتٖى فَلَهُ اَج۟رُ مِاَةِ شَهٖيدٍ

    اَل۟حَم۟دُ لِلّٰهِ الَّذٖى هَدٰينَا لِهٰذَا وَ مَا كُنَّا لِنَه۟تَدِىَ لَو۟ لَٓا اَن۟ هَدٰينَا اللّٰهُ لَقَد۟ جَٓائَت۟ رُسُلُ رَبِّنَا بِال۟حَقِّ

    {¡Gloria a Ti, no tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado, en verdad Tú eres el Conocedor, el Sabio!}


    1. *[Se trata del shaij Aḥmad Ibn ‘Abdil-Aḥad as-Sirhindí al-Faruqi (971-1034 de la Hégira, 1564-1624 d.C.) apodado “el renovador del segundo milenio” por su enseñanza renovadora y su resistencia frente a las desviaciones de la época del emperador mogol Akbar.]