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20. satır: 20. satır:
Así pues, has de saber alma mía que la primera persona es un descreído o un descarriado negligente, y este mundo es la morada de un funeral general a sus ojos y todos los dotados de vida son huérfanos que lloran por la bofetada de la separación y la desaparición, y los seres humanos y los animales vagan errantes sin protector, desgarrados por la garra del plazo final de la vida, y que las cosas existentes enormes como las montañas y los mares son como cadáveres terribles e inertes. Y así, de su incredulidad y su extravío, surgen imaginaciones como estas muy molestas y dolorosas que lo atormentan en espíritu.
Así pues, has de saber alma mía que la primera persona es un descreído o un descarriado negligente, y este mundo es la morada de un funeral general a sus ojos y todos los dotados de vida son huérfanos que lloran por la bofetada de la separación y la desaparición, y los seres humanos y los animales vagan errantes sin protector, desgarrados por la garra del plazo final de la vida, y que las cosas existentes enormes como las montañas y los mares son como cadáveres terribles e inertes. Y así, de su incredulidad y su extravío, surgen imaginaciones como estas muy molestas y dolorosas que lo atormentan en espíritu.


Así pues entra en razón y purifica tu corazón  hasta que se retire de tu vista este infortunado velo y puedas ver la realidad, porque el reino de un rey caritativo y capaz, amante del orden, protector de los súbditos, justo y compasivo al grado más alto y un reino que ha mostrado ante los ojos los efectos de progresos y excelencias en este grado, no es posible que sea en la forma que muestra tu imaginación. Luego este infeliz entró en razón, se arrepintió y dijo: Sí, es verdad, he enloquecido a causa de la embriaguez y que Allah esté complacido contigo ya que me has salvado de un estado infernal.
En cuanto al otro hombre es un creyente que conoce al Creador y cree en Él, y este mundo, a sus ojos, es la morada del Recuerdo del Misericordioso y un lugar de enseñanza para el ser humano y los animales, así como  un espacio donde poner a prueba a los seres humanos y a los genios.
Y todas las defunciones animales y humanas son exenciones del servicio, y en verdad aquellos que cumplen la función de sus vidas parten de esta morada efímera contentos espiritualmente hacia otro mundo no tumultuoso dejando sitio a oficiales nuevos para que vengan y actúen.  
En cuanto a todas las generaciones que nacen de animales y seres humanos, son un acudir a alistarse, armarse y ejercer un cometido, y todos los dotados de vida son soldados, oficiales, alegres, recibiendo órdenes, rectos y contentos. Y todas las voces son o bien recuerdo y glorificación en el ejercicio del cometido o bien agradecimiento y júbilo proveniente de su interrupción o melodías resultantes de la euforia de la acción. Y en verdad todas las cosas existentes a ojos de ese creyente son sirvientes afables, oficiales amigos y libros sutiles de su Señor el Generoso y su Rey Compasivo.
Y así se revelan muchas verdades como estas, muy agradables, elevadas y sutiles y se manifiestan por su fe.


Así pues, has de saber alma mía que la primera persona es un descreído o un descarriado negligente, y este mundo es la morada de un funeral general a sus ojos y todos los dotados de vida son huérfanos que lloran por la bofetada de la separación y la desaparición, y los seres humanos y los animales vagan errantes sin protector, desgarrados por la garra del plazo final de la vida, y que las cosas existentes enormes como las montañas y los mares son como cadáveres terribles e inertes. Y así, de su incredulidad y su extravío, surgen imaginaciones como estas muy molestas y dolorosas que lo atormentan en espíritu.
De manera que la fe encierra la semilla de la Ṭuba* de un Paraíso de significado mientras que la incredulidad oculta la semilla del Ẓaqqum  de un Infierno de significado.


En cuanto al otro hombre es un creyente que conoce al Creador y cree en Él, y este mundo, a sus ojos, es la morada del Recuerdo del Misericordioso y un lugar de enseñanza para el ser humano y los animales, así como  un espacio donde poner a prueba a los seres humanos y a los genios.
En cuanto al otro hombre es un creyente que conoce al Creador y cree en Él, y este mundo, a sus ojos, es la morada del Recuerdo del Misericordioso y un lugar de enseñanza para el ser humano y los animales, así como  un espacio donde poner a prueba a los seres humanos y a los genios.