EL DÉCIMO SEGUNDO DESTELLO

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    EL DÉCIMO SEGUNDO DESTELLO

    Sobre la aclaración de dos cuestiones pormenorizadas coránicas a propósito de dos preguntas menores de Ráfat*(*[1]) el noble.

    En Su nombre

    {Y no hay cosa que no glorifique con Su alabanza}

    La paz sea con vosotros y con vuestros hermanos, así como la misericordia de Allah y Su bendición.

    Querido hermano sincero Ráfat el noble:

    Tus dos preguntas en este tiempo, que no es propicio, me ponen en una posición difícil. Y en verdad que tus preguntas esta vez, aunque sean menores, por el hecho de ser a propósito de dos cuestiones pormenorizadas coránicas y tratar tu pregunta relativa al globo terráqueo de la oposición de las ciencias de la geografía y la astronomía a los sietes niveles de la Tierra y los siete niveles de los cielos, se convierten en importantes para mí, y por ello se explican dos cuestiones pormenorizadas resumidamente dentro de la explicación de dos nobles aleyas de una manera científica y general sin considerar el carácter menor de ambas preguntas, de manera que extraigas de ambas una porción por tus dos preguntas menores. La primera cuestión pormenorizada son dos puntos:

    El primer punto:

    son dos puntos

    El primer punto

    La provisión está en la mano del Poderoso, el Majestuoso, y sale de la despensa de Su misericordia sin intermediario, por el secreto de la aleya: {Y cuántos animales que no llevan su provisión, Allah los provee, así como a vosotros} (Sura de la Araña, 60) y de la aleya: {En verdad Allah es el Proveedor, Dueño de la fuerza, el Firme.} (Sura de Los que Levantan un torbellino, 58). De manera que puesto que la provisión de todo dotado de vida está bajo un compromiso divino, no debería existir la muerte de hambre y sin embargo son muchos los que, aparentemente, mueren de hambre y por la falta de provisión. La solución de esta realidad y de este secreto, es que el compromiso divino es verídico y no existe quien muere por la falta de provisión.

    Y ello es porque el Sabio, el Sublime almacena algo de la provisión que envía al cuerpo del dotado de vida en forma de grasa y sebo por precaución, incluso almacena una parte de la provisión que envía a cada célula del cuerpo en un rincón de ella también y la reserva a modo de depósito de precaución para que la emplee en el momento en el que no llegue la provisión desde el exterior en el futuro.

    De manera que mueren antes de que se agote esa provisión preventiva almacenada, por lo que la muerte no es por la falta de provisión, sino que ellos mueren por una enfermedad derivada de dejar la costumbre generada por el mal hábito y la mala elección.

    En efecto: La provisión natural almacenada en forma de grasa en el cuerpo de los seres vivos permanece cuarenta días completos por término medio, incluso puede duplicarse como consecuencia de una enfermedad o arrobamiento espiritual. Salió en los periódicos hace trece años que un hombre había vivido con salud e integridad setenta días en la prisión de Londres sin comer nada a causa de una fuerte obstinación.

    De manera que si la provisión natural permanece desde cuarenta hasta setenta y ochenta días y las manifestaciones del nombre el Proveedor son atestiguadas en la faz de la Tierra de una manera amplia y las provisiones fluyen desde el pecho y brotan en los árboles desde donde no se espera, entonces ese nombre alcanza a mantener a ese ser vivo antes de que se agote la provisión natural y no deja camino a la muerte por hambre en ningún caso, siempre que no se interponga la elección del ser humano dañino y no interfiera.

    Así pues los que mueren de hambre, si mueren antes de cuarenta días, no es definitivamente por la falta de provisión sino que procede de una enfermedad que se produce por el abandono de la costumbre que surge de la mala elección, por el secreto de que dejar las costumbres es parte de las cosas que llevan a la perdición. De manera que cabe decir que la muerte no es por el hambre.

    En efecto: Se puede observar que la provisión es en proporción inversa a la capacidad y la elección, así pues, por ejemplo, el niño es proveído, de manera que no necesita mover la boca, antes de nacer cuando está privado totalmente de la capacidad y la elección, en el vientre de su madre.

    Y después de nacer no tiene capacidad ni elección pero sin embargo tiene un grado de disposición y un sentido potencial y por ello se le da su provisión a su boca desde los conductos del pecho con la más asombrosa predisposición natural y la forma más sutil y la más fácil de digerir y la más completa en alimento, con la necesidad de un movimiento tan simple como que su boca se adhiera al pecho.

    Luego, conforme adquiere el niño algo de capacidad y elección, esa provisión fácil y excelente se va retirando del niño y esas fuentes se secan siendo enviada su provisión desde otros sitios, sin embargo su capacidad y su elección no son suficientes para seguir su provisión y entonces el Proveedor Generoso envía la compasión de sus padres y su misericordia como ayuda para su capacidad y elección.

    Pero cuando se completa la fuerza y la voluntad, su provisión no va a él ni es conducida a él, y entonces la provisión permanece en su sitio y le dice: ¡Ven y búscame, encuéntrame y tómame!

    Así pues la provisión está en proporción inversa a la fuerza y la voluntad. Y hemos explicado en muchas partes de Risale-i Nur que los animales que no tienen voluntad ni fuerza viven y se crían de la mejor manera.

    El punto segundo:

    La posibilidad tiene tipos y clases, como la posibilidad razonable, la posibilidad habitual y la posibilidad normal. Si un determinado suceso no está dentro del círculo de la posibilidad razonable, es rechazado y si no está dentro del círculo de la posibilidad habitual es un prodigio, sin embargo no es fácil que sea un milagro, y si no existe algo semejante por uso y norma, se admite con pruebas categóricas en el grado del testimonio.

    Y en base a este secreto los estados que se salen de lo ordinario de entre las cosas extraordinarias de Sidi Aḥmad al-Badawí*(*[2]),que estaba sin comer cuarenta días, están dentro del círculo de la posibilidad habitual y son un milagro suyo, y cabe que fueran una costumbre suya fuera de lo común.En efecto: Se ha transmitido de una manera continuada y unánime que Sidi Aḥmad al-Badawí solía encontrarse en estados extraordinarios y de arrobamiento, y a veces sucedía que comía una sola vez en cuarenta días pero no ocurría así todo el tiempo, sino que ocurría a veces a modo de milagro. Y cabe la posibilidad de que en su estado de arrobamiento no necesitara de alimento y por ello se convirtió en algo equivalente a una costumbre por lo que a él respecta.Y se han transmitido este tipo de hechos extraordinarios, de una manera fiable, de muchos de los auliyá, del tipo de Sidi Aḥmad al-Badawí.

    De manera que si la provisión almacenada permanece más de cuarenta días, como hemos demostrado en el primer punto, y esa cantidad de tiempo sin comer es posible como algo habitual y tal situación ha sido transmitida de una manera fiable de individuos extraordinarios, es algo que definitivamente no se puede negar.

    La segunda cuestión pormenorizada:

    A propósito de la segunda pregunta se explican dos cuestiones importantes. Pues los que se dedican a esas ciencias, al no poder acceder al cielo del Corán y descubrir siete niveles de significados en las estrellas de los signos, con leyes cortas de entre las leyes de las ciencias de la geografía y la astronomía y con sus reglas estrechas y sus balanzas pequeñas, se han opuesto a la aleya e incluso se han esforzado en negarla como locos.

    La primera cuestión importante:

    Trata de que la Tierra está provista de siete niveles al igual que los cielos. Esta cuestión es vista por la filosofía de los tiempos modernos como no verdadera y sus ciencias que tratan de la Tierra y los cielos no la admiten, y se sirven de esta cuestión como un medio para objetar algunas verdades coránicas, de manera que vamos a escribir algunas indicaciones resumidas en relación a esta cuestión.

    La primera:

    En primer lugar: El significado de la aleya es una cosa y las singularidades de ese significado y las particularidades que confirman el significado son otra cosa, de manera que si una de las numerosas singularidades de ese significado general no está, ese significado no puede negarse. Y puede que se vean externamente siete de muchas singularidades de su significado general relativo a los niveles de los siete cielos y los niveles de las siete tierras.

    En segundo lugar: En aleya no se mencionan explícitamente siete

    niveles de la Tierra, pues lo que la aleya { Allah creó siete cielos y de la Tierra como ellos} (Sura del Divorcio, 12) dice aparentemente es que Allah, sea ensalzado, creó la Tierra y la hizo lugar de residencia de las criaturas también, al igual que esos siete cielos, y no dice: Yo la creé como siete niveles. En cuanto a la expresión: “como ellos” es una similitud con ellos en el hecho de ser creados y ser un lugar de residencia de las criaturas.
    

    La segunda:

    Es que el globo terráqueo, aun siendo pequeño en relación a los cielos, por el hecho de ser algo equivalente a un lugar de propagación de creaciones divinas ilimitadas y algo como su lugar de manifestación, su lugar de reunión y su centro, se corresponden con los cielos inmensos, que no tienen límite, a modo de un corazón y un centro en significado de ellos, al igual que el corazón se corresponde con el cuerpo.

    Zeminin küçük mikyasta eskiden beri yedi (*[3]) iklimi

    hem Avrupa, Afrika, Okyanusya, iki Asya, iki Amerika namlarıyla maruf yedi kıtası

    hem denizle beraber şark, garp, şimal, cenup, bu yüzdeki ve Yeni Dünya yüzündeki malûm yedi kıtası

    hem merkezinden tâ kışr-ı zâhirîye kadar hikmeten, fennen sabit olan muttasıl ve mütenevvi yedi tabakası

    hem zîhayat için medar-ı hayat olmuş yetmiş basit ve cüz’î unsurları tazammun edip ve “yedi kat” tabir edilen meşhur yedi nevi küllî unsuru

    hem dört unsur denilen su, hava, nâr, toprak (türab) ile beraber “mevalid-i selâse” denilen maadin, nebatat ve hayvanatın yedi tabakaları ve yedi kat âlemleri

    hem cin ve ifrit ve sair muhtelif zîşuur ve zîhayat mahlukların âlemleri ve meskenleri olduğu, çok kesretli ehl-i keşif ve ashab-ı şuhudun şehadetiyle sabit yedi kat arzın âlemleri

    hem küre-i arzımıza benzeyen yedi küre-i uhra dahi bulunmasına, zîhayata makarr ve mesken olmasına işareten yedi tabaka yani yedi küre-i arziye bulunmasına işareten küre-i arz dahi yedi tabaka âyât-ı Kur’aniyeden fehmedilmiştir.

    İşte yedi nevi ile yedi tarzda, arzın yedi tabakası mevcud olduğu tahakkuk ediyor. Sekizincisi olan âhirki mana, başka nokta-i nazarda ehemmiyetlidir; o yedide dâhil değildir.

    La tercera:

    Puesto que el Sabio Absoluto no despilfarra ni crea cosas en vano y la existencia de las criaturas es a causa de los dotados de conciencia y encuentran la perfección por medio de los dotados de conciencia, prosperan por ellos y se salvan de la futilidad gracias a ellos, y ese Sabio Absoluto y ese Poderoso Sublime llena el elemento del aire, el mundo del agua y el nivel de la tierra con ilimitados dotados de vida y el agua y el aire no impiden la circulación de los animales, al igual que no impide algo como la tierra y la piedra, de entre las sustancias densas,

    la circulación de materias similares a la electricidad y los rayos x, del mismo modo, necesariamente, ese Sabio, Dueño de la perfección y ese Hacedor sin interrupción, no deja vacíos y vacantes los siete niveles generales del globo de nuestra Tierra, que están conectados unos con otros, desde su centro a esta corteza externa, que es nuestra morada y nuestro centro, ni sus espacios, sus mundos y sus grutas extensos, sino que los llena y crea criaturas provistas de conciencia apropiadas para llenar esos mundos y acordes a ellos e indudablemente los hace morar en ellos. 
    

    Y ya que es necesario que esas criaturas provistas de conciencia, pertenezcan al género de los ángeles y de los seres espirituales, los niveles más densos y duros serán en relación a ellos como el mar en relación a los peces y el aire en relación a las aves, incluso cabe que el fuego imponente en el centro de la Tierra sea en relación a esas criaturas dotadas de conciencia como el calor del sol para nosotros, y en verdad esos seres espirituales dotados de conciencia por el hecho de ser de luz, el fuego se convierte para ellos como la luz.

    La cuarta:

    Se ha mencionado en el Escrito Décimo Octavo una semblanza sobre la explicación de los detalles que la gente de develamiento ha explicado, fuera del límite de la razón, en relación a las maravillas de los niveles de la Tierra. Y en resumen es: Que el globo terráqueo es un núcleo en el mundo de lo visible y es como un árbol inmenso en el mundo de la similitud y el mundo intermedio, equiparable a los cielos en grandeza. Y la contemplación de la gente de develamiento del nivel específico de los ifrits en el globo terráqueo a la distancia de mil años no está en el núcleo del globo terráqueo que se remite al mundo de lo visible, sino que es la manifestación de sus ramas y niveles en el mundo de la similitud.

    Y si un nivel del globo terráqueo que no tiene importancia externamente tiene asimismo manifestaciones enormes en otros mundos, cabe que se diga que tiene siete niveles frente a los niveles de los siete cielos. Y las aleyas coránicas indican los puntos mencionados mostrando esta Tierra pequeña en correspondencia con los niveles de los siete cielos de una manera prodigiosa como recordatorio de esos puntos.

    La segunda cuestión importante:

    Es que numerosas aleyas, como la aleya: {Lo glorifican los siete cielos, la Tierra y quienes hay en ellos.} (Sura del Viaje Nocturno, 44) y

    {Luego se dirigió al cielo y lo conformó en siete cielos y Él es Conocedor de toda cosa.} (Sura de la Vaca, 29),

    explican que el cielo son siete cielos. Y es apropiado que escribamos aquí una simple sinopsis de esa cuestión, que ya habíamos explicado resumidamente al máximo, por la necesidad de abreviar, en el comentario de las indicaciones del carácter prodigioso del Corán, que escribimos en el frente de combate el primer año de la primera guerra mundial.

    Y es que la sabiduría antigua había concebido los cielos como nueve cielos, incluyendo lo que se denomina en el lenguaje de la sharía el Trono y el Pedestal, además de los cielos de una forma sorprendente. Y en verdad las brillantes explicaciones de los ingeniosos sabios de esa sabiduría antigua tomaron la especie humana bajo su influencia durante muchas eras, hasta el punto de que muchos de los comentaristas del Corán se vieron forzados a adaptar el sentido externo de las aleyas a su doctrina y en ese sentido se corrió un tipo de velo frente al carácter prodigioso del Corán.

    En cuanto a la filosofía nueva denominada la ciencia moderna frente a la exageración de la filosofía antigua en relación a los cielos sosteniendo que no aceptan el paso y el tránsito, la perforación y la penetración, se va a otro extremo y es como si negaran la existencia de los cielos, y así exageraron los primeros y se quedaron cortos los últimos, y no pudieron explicar la verdad en su totalidad.

    Y en cuanto a la sabiduría sagrada del Sabio Corán, abandonó ambos extremos eligiendo el término medio y dice: El Hacedor Sublime, creó siete cielos superpuestos y las estrellas glorifican y nadan en el cielo como los peces en el mar. Y se ha dicho en el ḥadiz: “El cielo es una ola contenida” Es decir: El cielo es un mar cuyas olas se han estabilizado.

    Y vamos a demostrar esta verdad coránica con siete reglas y con siete aspectos del significado de una manera resumida.

    La primera regla:

    Está demostrado por ciencia y filosofía que el espacio del mundo, este que es ilimitado no es un vacío infinito, sino que está lleno con una sustancia que denominan éter.

    La segunda regla:

    Está demostrado por ciencia y filosofía, incluso por observación, que el vínculo de las leyes de los cuerpos celestes como la atracción y la repulsión y la propagadora de las fuerzas existentes en las materias como la luz, el calor, la electricidad y su transportadora, es una sustancia existente que llena ese espacio.

    La tercera:

    Ha quedado demostrado por experiencia que el éter, aun permaneciendo como éter, existe en modos distintos y en formas variables como el resto de las materias. En efecto: Al igual que hay tres estados de la materia: el gaseoso, el líquido y el sólido, como el vapor, el agua y el hielo, que se componen de la misma sustancia, del mismo modo no hay impedimento racional y no es objetable el hecho de que la materia del éter se componga de siete tipos en cuanto a niveles.

    La cuarta:

    Si se medita sobre los cuerpos celestes se ve que existe disconformidad entre los niveles de esos mundos elevados. Así pues, por ejemplo, el nivel existente en el círculo inmenso conocido con el nombre de la Vía Láctea, que tiene la forma de una nube, no se parece en absoluto al nivel de los astros fijos, como si los astros fijos entraran en sazón y maduraran como los frutos del verano, y que las estrellas infinitas atestiguadas en la forma de nebulosas en esa galaxia, son como si salieran de nuevo y empezaran a madurar, y que el nivel de las estrellas fijas se ve cómo es diferente al nivel del sistema solar con una intuición veraz. Y así siete sistemas y siete niveles se capta con la intuición y el sentido que son diferentes unos de otros.

    La quinta:

    Ha quedado demostrado por intuición, sentido, indagación y experiencia, que una determinada materia en la que hay orden y forma, a partir de la cual se hacen diferentes productos, se compondrá incuestionablemente de niveles y formas diferentes.

    Así pues, por ejemplo, si empieza la producción de la mina del diamante, genera de esa materia los tipos de la carbonilla, el carbón y el diamante, y cuando empieza el fuego a tomar forma, por ejemplo, se divide en los niveles de la llama, el humo y el ascua, y cuando se mezcla lo que genera el agua con lo que genera la acidez por ejemplo se forman de esa mezcla niveles como el líquido, el sólido y el gaseoso.

    Así pues se entiende que si se da la formación en una materia se divide en niveles, y si es así, el poder creador cuando empezó con la formación en la materia del éter creó de él siete tipos de los cielos en niveles distintos por el secreto de Sus palabras: {Y los conformó en siete cielos}.

    La sexta:

    Es que estas indicaciones mencionadas indican necesariamente la existencia de los cielos y su multiplicidad. Y si los cielos son múltiples definitivamente y dijo el Informador Veraz por la lengua del Corán de elocuencia inimitable que son siete, entonces es que definitivamente son siete.

    La séptima:

    Es que expresiones como siete, setenta y setecientos expresan la multiplicidad en el estilo árabe, de manera que es posible que esos siete niveles universales puedan abarcar muchos niveles.

    En consecuencia: El Poderoso, Dueño de la majestad, creó siete cielos de la materia del éter y los conformó y los organizó con un orden asombroso, preciso al máximo, y sembró en ellos las estrellas. Y puesto que el Corán de inimitable elocuencia es un discurso sempiterno que habla con todos los niveles de los seres humanos y los genios juntos, cada nivel del género humano toma su porción de cada una de las aleyas coránicas. Y las aleyas del Corán, según el contenido y la alusión, son significados diversos y variados de tal forma que satisface el entendimiento de cada nivel. En efecto: La amplitud de los discursos coránicos en sus significados y sus alusiones, y sus adecuaciones y adaptaciones a los entendimientos, desde lo más bajo de los comunes hasta lo más especial de los especiales, indica que cada aleya tiene un aspecto que mira a cada nivel.

    Y en base a este secreto siete niveles humanos entienden siete niveles distintos de significados sobre el significado universal de siete cielos.

    Y así un nivel humano corto de vista y estrecho de pensamiento entiende de la aleya: {Y los conformó en siete cielos} los niveles del aire que sopla.

    Y otro nivel humano, seducido por la ciencia de la astronomía, entiende de ella las estrellas conocidas en la lengua de los seres humanos como los siete planetas y entiende sus órbitas.

    Y otra gente entiende otros siete globos celestiales que se parecen a nuestro globo y se convierten en sede de los dotados de vida.

    Y otro grupo humano entiende el sistema solar dividido en siete niveles y entiende siete sistemas solares junto con nuestro sistema solar.

    Y otro grupo entiende la composición de la materia del éter dividida en siete niveles.

    Y otro grupo de pensamiento amplio cuenta todos los cielos visibles adornados con las estrellas como un único cielo y lo admiten como el cielo de este mundo y entienden la existencia de otros seis niveles además de él.

    Y el rango séptimo y la clase elevada del género humano no ve los siete cielos confinados en el mundo de lo visible, sino que entiende la existencia de siete cielos como circunstancias que envuelven y techos que comprenden mundos del más allá y el no-visto, así como de este mundo y del mundo de las semejanzas.

    Y así existen muchos otros significados parciales de esta aleya como los siete niveles de significados de los siete niveles mencionados en la generalidad de esta aleya. De manera que cada uno toma su porción en la medida de su entendimiento y cada uno encuentra su provisión de esa mesa servida celestial.

    Y puesto que esa aleya tiene muchos puntos veraces, de los que confirman esa aleya, el ataque contra ella de los filósofos necios en esta época y el ataque de sus astrónomos enfermos contra la aleya, por medio de negar los cielos, es algo parecido a que niños estúpidos desventurados arrojen piedras a las estrellas en los cielos con la intención de hacer caer una de ellas.

    De manera que si un solo elemento de entre aquellos que confirma la aleya, de entre sus significados universales, es verídico, ese significado se convierte en verídico y verdadero. Incluso un elemento no existente en realidad pero imperante en las lenguas de la gente común cabe que entre dentro de ese significado universal en observancia a las ideas de la generalidad además de que nosotros hemos visto muchos de sus elementos verídicos y verdaderos.
    

    Así pues ahora mira esta geografía falsa y déspota y a esta astronomía embriagada y necia, cómo estas dos ciencias se han equivocado y han cerrado sus ojos con respecto al significado universal, la verdad verdadera, verídica, y no han visto muchos elementos sinceros de los que confirma y han imaginado el significado de la aleya como un elemento asombroso imaginario, de manera que han tirado piedras a la aleya y han rotos sus cabezas y han volatilizado su fe.

    La conclusión es que las ideas materialistas ateas que son como los genios y los demonios, no pueden acceder a esos sietes niveles del cielo del Corán, revelado en siete lecturas, siete aspectos, siete prodigios, siete verdades y siete fundamentos, de manera que no saben lo que hay y lo que no hay en las estrellas de las aleyas, y dan informaciones erróneas y falsas sobre las que descienden, desde las estrellas de esas aleyas, bólidos como las confirmaciones mencionadas y las queman.

    En efecto: No se accede a esos cielos coránicos con la filosofía de los filósofos, parecida a las ideas de los genios, sino que solo se asciende a las estrellas de las aleyas con las dos alas de la fe y el Islam, y con la ascensión de la sabiduría verdadera.

    ¡Oh Allah, haz oración sobre el sol del cielo del mensaje y la luna del firmamento de la profecía, así como sobre su familia y compañeros, las estrellas de la guía para quien sigue la guía!

    {¡Gloria a Ti, no tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado, en verdad Tú eres el Conocedor, el Sabio!}

    ¡Oh Allah! Señor de los cielos y la Tierra, adorna los corazones del escritor de esa epístola y sus compañeros con las estrellas de las verdades del Corán y la fe, así sea!



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    1. *[Ráfat Barutçi (1886-1975), militar retirado y uno de los primeros discípulos del Ustadh Sa’id an-Nursi con quien estuvo en la prisión de Eskishahir y Deniẓli. Tuvo el cargo de imam en Istanbul y era experto en la enseñanza del Corán.]
    2. *[Aḥmad Ibn ‘Alí Ibn Ibrahim al-Ḥusainí Abul-‘Abbás al-Badawí (1200-1276). Notable sufí fallecido en Tanta, Egipto, donde alcanzó una gran notoriedad por su enseñanza y milagros. Nació en Fez y luego viajó a oriente permaneciendo un tiempo en Meca y Medina hasta que llegó a Egipto donde fue recibido por el sultán mameluco al-Malik aḍ-Ḍhahir Baibars. Allí fundó la ṭariqa que lleva su nombre.]
    3. (*) Seb’a ile beraber yedi kelimesi yedi kere tevafuku pek güzel düşmüş.