EL CUARTO DESTELLO

    Risale-i Nur Tercümeleri sitesinden
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    (Se ha considerado oportuno que se aplicara a esta carta el nombre de “el método de la sunna”)

    La cuestión del imamato, a pesar de ser una cuestión accesoria, debido al gran interés por ella, la he incluido en los estudios de la Fe, acerca de los libros de la ciencia del kalam y las raíces del Din, y ha pasado a ser, desde este aspecto, algo conectado con nuestro servicio esencial que es el servicio del Corán y la Fe y la he estudiado con un estudio detallado.

    En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

    {Os ha venido un mensajero de vosotros mismos, es duro para él lo que os aflige, está empeñado en vosotros (en guiaros), con los creyentes es clemente, compasivo. Y si dan la espalda, di: Allah me basta, no hay dios sino Él, en Él me confío y Él es el Señor del Trono Inmenso.} (Sura at-Tauba, 128, 129) {Di: No os pido recompensa por ello excepto el afecto hacia los parientes.} (Sura de la Consulta, 23)

    Haremos alusión a un conjunto de grandes realidades de las que están llenas estas ilustres aleyas y ello dentro de dos estaciones:

    LA PRIMERA ESTACIÓN

    «Que consiste en cuatro puntos»

    El primer punto:

    Expresa la perfección de la clemencia del Mensajero más noble, que Allah le dé Su gracia y paz, y la culminación de su misericordia para con su comunidad. En efecto, han aparecido transmisiones auténticas que explican el alcance de su clemencia perfecta y su compasión total por su comunidad, cuando el día de la Gran Reunión él implorará: ¡Mi comunidad, mi comunidad!, en el momento en el que todos, incluso los profetas, se con ellos la Paz, implorarán: ¡Mi alma, mi alma!*(*[1]), debido al terror de ese día y su pavor.

    Y del mismo modo que estas transmisiones dejan claro su enorme compasión para con su comunidad, su madre oyó en el momento de su nacimiento que decía en confidencia: ¡Mi comunidad, mi comunidad!, como es creído por parte de la gente de descubrimiento entre los amigos de Allah rectos. Y así es su admirable vida, toda ella. Y lo que se propagó por los horizontes en cuanto a las nobles cualidades de carácter coronadas por la compasión y la misericordia, deja claro la perfección de su clemencia y de su compasión, al igual que pone de manifiesto su enorme compasión por su comunidad a través de manifestar su necesidad que no se limita a las oraciones de su comunidad por él, ésas oraciones que aclaran el alcance de su conexión clemente con todas las cosas que suponen la felicidad de su comunidad.

    Y a la luz de esta clemencia general y esta misericordia extensa de este guía clemente y compasivo, que Allah le dé Su gracia y paz, cuán enorme desagradecimiento, e incluso muerte del sentimiento, sería el apartarse de su sunna sublime. Pondera esto en ti mismo y considera.

    El punto segundo:

    Es que el Mensajero más noble, que Allah le dé Su gracia y paz, manifestó una enorme clemencia hacia asuntos y materias particulares, específicas, dentro de su misión profética general y universal. De manera que parece que la dedicación de esa enorme compasión y extensa clemencia a esos asuntos particulares y esas materias específicas no se corresponde, en apariencia, con la gran tarea de profecía y no es propio de ella. Sin embargo el hecho y la realidad es que esa materia particular y ese asunto específico representan un extremo de una serie que asume en el futuro una misión profética general.

    Por eso se le ha dado a algo similar a ella esta importancia trascendental. El ejemplo de esto es que el hecho de que el Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, mostrara una compasión superior y una importancia trascendente hacia al-Ḥasan y al-Ḥusain, que Allah esté complacido con ambos, siendo niños no es sólo una compasión innata y un amor surgido de sentir el vínculo de parentesco, sino que surge también de que ambos son el comienzo de una serie luminosa que continúa una de las misiones de la gran profecía y porque cada uno de ellos son el origen de una gran comunidad de herederos de la profecía, así como un ejemplo de ella y un modelo a seguir de ella.

    En efecto, el hecho de que el Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, llevara a al-Ḥasan, que Allah esté complacido con él, en su regazo y le besara la cabeza con absoluta compasión y misericordia, es por los muchos herederos de la profecía, equiparables al mahdi, portadores de la noble sharia, surgidos de la estirpe de al-Ḥasan, descendientes de su linaje luminoso, bendito, como es el caso del shaij al-Kilani*(*[2]). De manera que el noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, vio con la visión de la profecía las misiones puras y sublimes que asumirían en el futuro ésos nobles. Y así aprobó sus servicios y estimó sus acciones, de manera que besó la cabeza de al-Ḥasan, que Allah esté complacido con él, como señal de estima y ánimo.

    Luego, la enorme preocupación que el noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, tuvo por al-Ḥusain, que Allah esté complacido con él, y su fuerte inclinación hacia él, fue por aquéllos grandes imames herederos de la profecía, verdaderos, equiparables al mahdi, como Ẓain al-‘Abidin y Ŷa’far aṣ-Ṣadiq, que surgirían de su linaje luminoso. En efecto y besó, que Allah le dé Su gracia y paz, el cuello de al-Ḥusain, que Allah esté complacido con él, y le mostró su máxima compasión y perfecta preocupación, (y fue) por aquéllos que levantarían la causa del Islam y llevarían a cabo la tarea del mensaje después de él.

    En efecto, la mirada del Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, que veía con su corazón, familiarizado con el No-visto, el espacio de la Reunión extendido en la eternidad mientras aún estaba en este mundo, en el mejor de los siglos, y que veía el Jardín en los cielos elevados y miraba los ángeles allí estando en la tierra, y el que veía los sucesos ocultos con los velos oscuros del pasado desde el tiempo de nuestro señor Adam, sea con él la Paz, e incluso alcanzó Su visión, sea ensalzado. Esta mirada luminosa y visión que penetra en el futuro, no hay duda de que vió los grandes polos e imames herederos de la profecía y los mahdis descendientes de al-Ḥasan y al-Ḥusain, y besó las cabezas de ambos en nombre de todos ellos. En efecto en el hecho de que besara, que Allah le dé Su gracia y paz, la cabeza de al-Ḥasan, que Allah esté complacido con él, hay una parte enorme para el shaij al-Kilani.

    El punto tercero:

    El significado de Sus palabras, sea ensalzado: {Excepto el afecto a los parientes.}, según una opinión, es que el Mensajero más noble, al que Allah le dé Su gracia y paz, al llevar a cabo la misión del mensaje no pedía recompensa de nadie excepto el amor a la gente de su casa sin más.

    Y si se dice: Una recompensa en relación al parentesco del linaje se toma en consideración según este significado mientras que la noble aleya: { En verdad el más noble de vosotros ante Allah es el que más le teme.} (Sura de los Aposentos privados, 13) indica que la tarea del mensaje continúa en relación al acercamiento a Allah a través del temor de Él y no en relación al parentesco del linaje.

    La respuesta es que el Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, vio con la mirada de la profecía, familiarizada con el No-visto, que la gente de su casa serían como un gran árbol luminoso cuyas ramas se extenderían por el mundo del Islam, de forma que aquéllos que habrían de encaminar, en las distintas generaciones del mundo del Islam, a la guía y al bien y habrían de ser ejemplos sobresalientes de las perfecciones humanas en conjunto, aparecerían en su mayoría absoluta entre la gente de la Casa.Y descubrió la aceptación de la súplica de su comunidad en relación a la gente de la Casa que aparece en el tashahhud, que es: “Oh Allah, haz oración por Muḥammad y por la familia de Muḥammad como hiciste oración por Ibrahim y por la familia de Ibrahim en los mundos, en verdad Tú eres Digno de alabanza, Sublime.” Es decir: Al igual que la mayor parte de los conductores guías luminosos de la religión de Ibrahim, sea con él la Paz, eran profetas de su estirpe y familia, así vio, que Allah le dé Su gracia y paz, que los polos de la gente de su casa serían como los profetas de los hijos de Israíl en la comunidad de Muḥammad, cumpliendo la tarea de servir al Islam en la diversidad de sus caminos y vías. Y por esto, fue ordenado, que Allah le dé Su gracia y paz, decir: {Di: Nos os pido recompensa por ella excepto el afecto por los parientes.} Y pidió el afecto de su comunidad hacia la gente de su casa.

    Y lo que apoya esta realidad es lo que viene en otras transmisiones en el sentido de que dijo: “¡Oh gentes! He dejado entre vosotros aquello que si os aferráis a ello no os extraviaréis: El libro de Allah y mi familia, la gente de mi casa”. Eso es porque la gente de la casa son el manantial de la noble sunna y los que la preservaron y los primeros responsables de aferrarse a ella.

    Y así queda claro la realidad de este ḥadiz en base a lo que se acaba de mencionar. Es decir: Por medio de seguir por completo el Libro y la noble sunna. Es decir: A lo que se refiere con la gente de la casa, en relación a la tarea del mensaje, es al seguimiento de la sunna profética; de manera que el que deja la noble sunna, no es en realidad de la gente de la casa, como no es posible que sea un seguidor verdadero de la gente de la casa.

    Luego, la sabiduría que hay en su voluntad, que Allah le dé Su gracia y paz, de reunir a la comunidad (la umma) en torno a la gente de la casa es que el noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, supo, con el permiso divino, que la descendencia de la gente de la casa sería muy numerosa con el paso del tiempo mientras que el Islam llegaría a la debilidad; de manera que en estas circunstancias sería necesaria la existencia de un grupo unido por un vínculo, apoyándose mutuamente, con la mayor fuerza y abundancia, para ser un centro y un eje para elevar el mundo del Islam del significado. Y supo esto, que Allah le dé Su gracia y paz, por este permiso divino, y animó a que su umma se reuniera alrededor de la gente de su casa.

    En efecto, los miembros de la gente de la casa aunque no fueron precursores y adelantados a otros en la Fe y la Creencia, se adelantaron mucho a ellos en el sometimiento, la adhesión y la lealtad al Islam, porque ellos eran leales al Islam por condición innata, naturaleza y linaje. De manera que la lealtad natural no se abandona aunque esté en debilidad y carencia de notoriedad o incluso en lo falso. Y ni que decir tiene la lealtad de la realidad con la que está vinculada la cadena de sus abuelos que sacrificaron sus espíritus desinteresadamente por su causa y alcanzaron la nobleza por ello. De manera que esa realidad es extremadamente fuerte y está en la cima de la nobleza y sobre la verdad evidente. ¿Acaso podría quien siente espontáneamente el alcance de la raíz de esta lealtad innata, dejarla? Así pues, la gente de la casa, gracias a esta fuerte adhesión al Islam que es una adhesión innata, ven una simple señal adyacente al Islam como una fuerte prueba, porque ellos son leales al Islam por una tendencia innata mientras que los demás no se adhieren sino después de abrazarlo por medio de una prueba fuerte.

    El punto cuarto:

    A propósito del tercer punto hacemos una breve alusión a una cuestión que se ha magnificado sobremanera hasta el punto de haber entrado en los libros de los dogmas y haberse vinculado a los cimientos de la Fe. Y es la cuestión de la disputa entre la gente de la sunna y los shi’a.

    Tal cuestión consiste en que la

    gente de la sunna y la ŷama’a (la comunidad) dicen que nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, es el cuarto de los califas rectamente guiados y que Abu Bakr, que Allah esté complacido con él, es mejor que él y con más derecho a ser califa y se hizo cargo del califato en primer lugar.

    Y los shi’a dicen: El derecho del califato pertenecía a ‘Alí, que Allah esté complacido con él, pero fue objeto de injusticia; y ‘Alí, que Allah esté complacido con él, es mejor que todos. Y el resumen de las pruebas que aportan para su afirmación es que dicen: Hay muchos nobles ḥadices sobre las virtudes de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y sobre que él es una referencia para la mayoría absoluta de los amigos de Allah y las ṭariqas sufíes, hasta el punto de que es apodado el sultan de los amigos de Allah, junto a las elevadas cualidades con las que es descrito en el campo del conocimiento, la valentía y la adoración, además de la fuerte relación que manifiesta el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, con él y con la gente de la casa que vienen de su linaje. Todo lo cual indica que él era el mejor, de manera que el califato era su derecho pero le fue usurpado.

    La respuesta es: La declaración de nuestro señor ‘Alí en contra sí mismo repetidas veces, el hecho de haber sido partidario de los tres califas, haber aceptado el cargo de “maestro de los jueces” y haber sido de los que hacían y deshacían a lo largo de veinte años o más, todo ello invalida la afirmación de los shi’a. Luego las conquistas del Islam y la lucha contra el enemigo en el tiempo de los tres califas, al contrario de los sucesos y conflictos que sucedieron en el tiempo del califato de ‘Alí, que Allah esté complacido con él, invalidan también la pretensión de los shi’a en relación al califato.

    Es decir: La afirmación de la gente de la sunna y la ŷama’a es verdad. Y si se dice que los shi’a son de dos tipos: Unos de ellos son los shi’a de la wilaya (la cercanía a Allah) y otros los shi’a s del califato. Digamos que esta segunda parte no tiene razón al mezclar la política y los intereses en sus afirmaciones, pero no hay intereses ni ambiciones políticas en el primer tipo. Independientemente de esto, los shi’a de la wilaya se unieron con los shi’a del califato. Es decir: Una parte de los amigos de Allah en las ṭariqas sufíes ven que nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, es el mejor y creen la afirmación de los shi’a del califato, que están en el lado de la política.

    La respuesta es: Que hay que mirar a nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, desde dos ángulos o desde dos aspectos: El primer aspecto es mirarlo desde el ángulo de sus virtudes y su elevada estación personal. El segundo aspecto es mirarlo desde el ángulo de que él representa la persona en significado de la gente de la casa y la persona en significado de la gente de la casa refleja un carácter de la esencia del noble Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz.

    Así pues, si se considera el primer aspecto, toda la gente de la realidad, y al frente de ellos nuestro señor ‘Alí, ponen delante a nuestro señor Abu Bakr, que Allah esté complacido con ambos. Y ellos han visto la estación de ambos como la más elevada en el servicio del Islam y la cercanía divina. Y desde el aspecto segundo, es decir: El hecho de que nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, representa la persona en significado de la gente de la casa, tal persona en significado de la gente de la casa por el hecho de ser representante de la realidad muhammadiana está por encima de cualquier comparación. Y la abundancia de ḥadices proféticos que aparecen acerca del elogio de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y explicando sus excelencias son por este segundo aspecto. Y entre lo que refuerza esta realidad está una transmisión autentificada con este significado: (El linaje de todo profeta viene de él y mi linaje viene de ‘Alí)*(*[3]).

    En cuanto a la causa de la propagación de los ḥadices referentes a la personalidad de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y el elogio hacia él más que al resto de los califas rectamente guiados, es que la gente de la sunna y la ŷama’a, que son la gente de la verdad, difundieron las transmisiones que han llegado en relación a nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, frente a los ataques de los omeyas y los jawariŷ contra él, y su menoscabo de lo concerniente a él, injustamente. Mientras que los demás califas rectamente guiados no fueron expuestos a la crítica y la impugnación hasta ese extremo, por ello no vieron necesidad de difundir loa ḥadices que mencionan sus virtudes. Además el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, vio con la mirada de la profecía que nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, se vería expuesto a sucesos dolorosos y conflictos internos y lo consoló y orientó a la umma con nobles ḥadices como: (Aquel de quien yo sea su maula, ‘Alí es su maula*)(*[4]) Y ello para poner a salvo a nuestro señor ‘Alí de la desesperación y salvar a la umma de pensar mal de él.

    El amor desmedido que los shi’a de la wilaya profesan a nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y su preferencia por él desde el punto de vista de la ṭariqa, no les hace tener una responsabilidad como la que tienen los shi’a del califato, porque la gente de la wilaya miran con la mirada del amor hacia su guía según su camino. Y parte de lo que es propio del amor es la exageración y el exceso y el deseo de ver a su amado por encima de su estación, y ellos ven así el asunto de hecho.Y a la gente de los estados del corazón puede que se les excuse cuando el amor hierve en ellos y les sobrepasa, pero con la condición de que su preferencia surgida del amor no les lleve a censurar a los califas rectamente guiados y ser enemigos de ellos, y no les saque del círculo de los principios del Islam.

    En cuanto a los shi’a del califato, teniendo en cuenta la intrusión de los intereses políticos en ellos, no pueden estar a salvo de la enemistad y los intereses personales, y pierden el derecho de ser excusados y son privados de él. Ellos llegan incluso a manifestar su venganza de ‘Umar en la forma del amor a ‘Alí- y eso es porque el nacionalismo iraní fue herido por la mano de nuestro señor ‘Umar, que Allah esté complacido con él- hasta que llegaron a ser la demostración de las palabras: No por el amor a ‘Alí sino por el odio a ‘Umar. Y la salida de ‘Amr Ibn al-‘Aṣ contra nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y la lucha de ‘Umar Ibn Sa’d contra nuestro señor al-Ḥusain, que Allah esté complacido con él, en la desgraciada y dolorosa batalla, todo ello hizo heredar a los shi’a un fuerte odio y una enemistad extrema contra el nombre de ‘Umar.

    En cuanto a los shi’a de la wilaya, no tienen derecho a censurar a la gente de la sunna y la ŷama’a, porque la gente de la sunna, al igual que no menoscaban nada de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y lo aman con un amor sincero y respetuoso, son precavidos de exagerar en el amor cuyo daño y peligro aparece en el noble ḥadiz. En cuanto al elogio profético a los shi’a (los partidarios) de ‘Alí, que Allah esté complacido con él, como aparece en los ḥadices proféticos, se refiere a la gente de la sunna y la ŷama’a porque ellos son los seguidores de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, de acuerdo con lo correcto, por eso ellos son los partidarios (shi’a) de ‘Alí, que Allah esté complacido con él. Y aparece con claridad en un ḥadiz autentificado que el peligro de exagerar en el amor por nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, es como el peligro de exagerar en el amor por ‘Isa, sea con él la Paz, para los cristianos*(*[5]).

    Y si dicen los shi’a de la wilaya: Después de aceptar virtudes extraordinarias de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, no cabe aceptar la superioridad de nuestro señor aṣ-Ṣiddiq, que Allah esté complacido con él.

    La respuesta es: Si se colocan en un plato de la balanza las virtudes personales de nuestro señor Abu Bakr, que Allah esté complacido con él, o las virtudes de nuestro señor ‘Umar al-Faruq, que Allah esté complacido con él, y los insignes servicios desde el punto de vista de la herencia profética que cada uno de ellos llevó a cabo en el tiempo del califato de ambos, y se pone en el otro plato de la balanza las cualidades extraordinarias de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y los esfuerzos del califato en su tiempo y las guerras internas a las que se vio forzado, sangrientas y dolorosas, y la mala opinión a la que por ello se vio expuesto, no hay duda de que el plato de nuestro señor aṣ-Ṣiddiq, que Allah esté complacido con él, o el plato de nuestro señor ‘Umar al-Faruq, que Allah esté complacido con él, o el plato de nuestro señor “el de las dos luces”*(*[6]), que Allah esté complacido con él, es el que más pesa. Y esta preponderancia es la que observó la gente de la sunna y la ŷama’a, y sobre ella construyeron su preferencia.

    Luego, el grado de la profecía es mucho más elevado y más alto que el grado de la wilaya, hasta el punto de que una alhaja del peso de un dirham de profecía supera a un arrelde de alhaja de la wilaya, como hemos demostrado en la “Palabra duodécima y en la Palabra vigésimo cuarta” de “Las Palabras”, y desde este punto de vista, la parte tanto del Ṣiddiq como del Faruq, que Allah esté complacido con ambos, en cuanto a la herencia de la profecía y el instauración de las normas del mensaje, es un extra por el lado divino, de manera que el éxito que se alió con ambos en el tiempo de su califato se ha convertido en un indicio para la gente de la sunna y la ŷama’a. Y como quiera que las virtudes personales de nuestro señor ‘Alí no quedan exentas de la autoridad de esa parte extra, abundante, que proviene de la herencia de la profecía; nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, se convirtió en el maestro de los honrados jueces en el tiempo del califato de ambos y estuvo bajo su obediencia. La gente de la verdad, la gente de la sunna y la ŷama’a, que aman a nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y lo respetan, ¿cómo no habrían de amar a aquéllos a quien el propio nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, amaba y ponía por encima?

    Aclaremos esta realidad con un ejemplo: Un hombre muy rico reparte su herencia y sus riquezas enormes entre sus hijos. Y a uno de ellos le da veinte arreldes de plata y cuatro arreldes de oro, a otro, cinco arreldes de plata y cinco arreldes de oro y a otro, tres arreldes de plata y cinco arreldes de oro. No hay duda pues de que los dos últimos, a pesar de haber tomado menos que el primero en cantidad han tomado algo más elevado que él en calidad.

    Y así mismo, a la luz de este ejemplo, un extra exiguo, en la parte de los dos maestros, del oro de la realidad de la cercanía divina que se manifiesta desde la herencia de la profecía y la instauración de las normas del mensaje, pesa más que la abundancia de las virtudes personales y las piedras preciosas de la wilaya y la cercanía divina de nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, por lo que al sopesar se debe mirar desde este ángulo y tomarlo en consideración y si no, se cambiará la imagen de la realidad si el contrapeso se lleva a cabo con la valentía, el conocimiento personal y el terreno de la wilaya.

    Luego, no hay nadie que compita con nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, en el terreno de ser el representante en sí mismo de la persona en significado de la gente de la casa y el que se manifiesta en esta personalidad en significado en cuanto a la herencia profética absoluta. Y eso es porque el gran secreto del mensajero sublime, al que Allah le dé Su gracia y paz, está en este lado.

    En cuanto a los shi’a del califato no tienen razón excepto avergonzarse ante la gente de la sunna y la ŷama’a, porque éstos menoscaban a nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, al pretender un amor excesivo cuando lo que hace su doctrina es mancharlo con el mal carácter, líbrelo Allah, cuando dicen: Nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, se avino a nuestros señores aṣ-Ṣiddiq y a al-Faruq, que Allah esté complacido con ambos, a pesar de que no tenían derecho y se guardó de ellos. Lo que en el lenguaje específico de los shi’a se llama la taqiyya, que quiere decir que los temía pero fingía ante ellos en sus actos. Describir así a este gran héroe del Islam que fue llamado “el león de Allah” y se convirtió en general junto a los dos veraces y ministro de ambos…Digo que describirlo como que aparentó, temió y fingió el amor hacia quien no amaba de verdad y su seguimiento a los que no lo merecían, durante más de veinte años, y que se acomodó a ellos bajo el látigo del miedo, no forma parte del amor en nada. Y nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, está libre de un amor así.

    Y así es, la doctrina de la gente de la verdad no menoscaba a nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, en ningún sentido, ni sospechan sobre sus cualidades de carácter en absoluto, ni le atribuyen a semejante valeroso héroe el miedo. Y dicen: Si nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, no hubiera visto el derecho de los califas rectamente guiados, no les habría dado la lealtad ni por un segundo, y desde el principio no se habría sometido a su gobierno ”. Lo que significa que él, que Allah esté complacido con él, supo que ellos estaban en la verdad y reconoció su excelencia y entregó su valentía sobresaliente en el camino del amor por la verdad.

    Concluimos de lo anterior: Que no hay bien en el exceso y en el defecto en nada. Y que la mesura es el límite medio que eligió la gente de la sunna y la ŷama’a, pero lamentablemente, al igual que algunas ideas de los jawariŷ y de los wahabíes son tapadas con la cortina de la gente de la sunna y la ŷama’a, hay una parte de los tentados por la política y los herejes que critican a nuestros señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, y dicen: Él no tuvo éxito del todo en la dirección del timón del califato debido a su ignorancia-Allah lo libre- de la política, de manera que no fue capaz de dirigir a la umma en su tiempo. Así pues en vista de esta acusación falsa por parte de éstos, los shi’a adoptaron la fase del odio y el resentimiento contra la gente de la sunna.

    Y el hecho es que los reglamentos de la gente de la sunna y el fundamento de su doctrina no implican estas ideas sino que corroboran lo contrario a ellas. Por esto no es posible en absoluto acusar a la gente de la sunna de ideas que vienen de los jawariŷ y de los herejes, sino que la gente de la sunna son más fieles y tienen más amor a nuestro señor ‘Alí, que Allah esté complacido con él, que los shi’a, pues ellos en todas sus alocuciones y prédicas mencionan a nuestro señor ‘Alí con el elogio que merece y elevada consideración, especialmente los amigos (de Allah) y los puros que en su gran mayoría siguen la doctrina de la gente de la sunna y la ŷama’a, y ellos lo toman como su guía y su maestro.

    Por lo que nos shi’a no deben enfrentarse a la gente de la sunna con enemistad dejando a los jawariŷ y a los herejes, que son los enemigos de los shi’a y de la gente de la sunna a la vez. Hasta el punto de que una parte de los shi’a abandonan la sunna profética por oposición a la gente de la sunna. Y en cualquier caso nos hemos extendido en esta cuestión puesto que se ha tratado mucho entre los eruditos.

    Así pues ¡Oh gente de la verdad! Que son la gente de la sunna y de la ŷama’a. Y ¡Oh gente de la shi’a! Que habéis tomado el amor por la gente de la casa como camino para vosotros. Acabad pronto con esta disputa que hay entre vosotros, esta disputa que no tiene significado ni realidad y es falsa y perjudicial al mismo tiempo. Y si no elimináis esta disputa, la herejía que ahora gobierna con gobierno fuerte se servirá de uno de vosotros contra el otro y lo usará como un instrumento para acabar con el otro, y después de haber acabado con él aniquilará también a ese instrumento. Así pues, renunciad a las cuestiones partidarias que suscitan la disputa, porque vosotros sois la gente de la unicidad (que reconoce y declara la unicidad de Allah), entre vosotros existen cientos de lazos inviolables que llaman a la hermandad y a la unión.

    La estación segunda

    La estación segunda Se dedicará a explicar la segunda realidad de la noble aleya: {Y si os dais la vuelta, di: Allah me basta, no hay dios sino Él y Él es el Señor del Trono inmenso.}(*[7])


    El Tercer Destello ⇐ | Destellos | ⇒ El Quinto Destello

    1. *[Es decir:¡Qué será de mí, qué será de mí!]
    2. *[El shaij ‘Abdul-Qadir Ibn Abi Ṣaliḥ Abu Muḥammad al-Ŷili, nacido en el año 470 de la Hégira y muerto en el año 561.]
    3. *[El ḥadiz textualmente dice: “En verdad Allah, sea ensalzado, ha puesto la descendencia de todo profeta en su espina dorsal y ha puesto mi descendencia en la espina dorsal de ‘Alí Ibn Abi Ṭalib”.]
    4. *[Maula se aplica al vínculo, similar al de parentesco, que se establece entre el esclavo manumitido y su antiguo dueño.]
    5. *[El texto del ḥadiz es: De ‘Ali Ibn Abi Ṭalib, que Allah esté complacido con él, que dijo: El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “¡Oh ‘Alí! En ti hay algo parecido a ‘Isa, los judíos lo odiaron hasta calumniar a su madre y los cristianos lo amaron hasta ponerlo en un lugar que no le corresponde”. Y dijo ‘Alí: “Se destruirán por mi causa dos hombres: El que exagere en amarme y el que exagere en odiarme”.]
    6. *[‘Uzmán Ibn ‘Affán, que Allah esté complacido con él. Porque estuvo casado con dos hijas del Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz.]
    7. *[Esta estación segunda se ha escrito independientemente y se corresponde con el destello onceavo. El autor.]