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("'''El tercer absurdo:''' Es el que la cosa existente, si tiene una sola unidad, necesariamente tiene que provenir de un único factor y de una única mano, en virtud de la regla axiomática establecida: “El uno no proviene excepto del uno”. De manera que si esa cosa existente está en el máximo de la armonía y la medida, y en el extremo de la precisión y la perfección y posee una vida total, es obvio que no ha surgido de manos numerosas en absolu..." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu) |
("Pero dejemos este absurdo y pasémoslo temporalmente para fijarnos en la influencia de las causas materiales que se completa con el contacto y la relación directa. Así, mientras tanto, vemos que el contacto de esas causas naturales es un contacto con el exterior del ser vivo simplemente, y vemos que el interior de ese ser, al que no llegan las manos de esas causas materiales y no pueden tocarlo con nada, es más preciso en disposición y de más armon..." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu) |
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78. satır: | 78. satır: | ||
Es el que la cosa existente, si tiene una sola unidad, necesariamente tiene que provenir de un único factor y de una única mano, en virtud de la regla axiomática establecida: “El uno no proviene excepto del uno”. De manera que si esa cosa existente está en el máximo de la armonía y la medida, y en el extremo de la precisión y la perfección y posee una vida total, es obvio que no ha surgido de manos numerosas en absoluto-que son motivo de discrepancia y disputa-sino que necesariamente proviene de una sola mano de Uno, Único, Poderoso, Sabio. Por esto atribuir la cosa existente, armoniosa, proporcionada, medida, una, a las manos de las causas naturales, ciegas, sordas, inertes, imprecisas, que carecen de conciencia e intelecto, y que están en una fuerte mezcla que aumenta su ceguera y su sordera. Luego la pretensión de que estas causas son las que llevan a cabo la creación de esa cosa existente extraordinaria y su elección de entre posibilidades y probabilidades sin límite. Digo que aceptar esta atribución y pretensión es, en realidad, aceptar cien y un absurdos, ya que está totalmente lejos de todos los criterios del intelecto y sus juicios. | Es el que la cosa existente, si tiene una sola unidad, necesariamente tiene que provenir de un único factor y de una única mano, en virtud de la regla axiomática establecida: “El uno no proviene excepto del uno”. De manera que si esa cosa existente está en el máximo de la armonía y la medida, y en el extremo de la precisión y la perfección y posee una vida total, es obvio que no ha surgido de manos numerosas en absoluto-que son motivo de discrepancia y disputa-sino que necesariamente proviene de una sola mano de Uno, Único, Poderoso, Sabio. Por esto atribuir la cosa existente, armoniosa, proporcionada, medida, una, a las manos de las causas naturales, ciegas, sordas, inertes, imprecisas, que carecen de conciencia e intelecto, y que están en una fuerte mezcla que aumenta su ceguera y su sordera. Luego la pretensión de que estas causas son las que llevan a cabo la creación de esa cosa existente extraordinaria y su elección de entre posibilidades y probabilidades sin límite. Digo que aceptar esta atribución y pretensión es, en realidad, aceptar cien y un absurdos, ya que está totalmente lejos de todos los criterios del intelecto y sus juicios. | ||
Pero dejemos este absurdo y pasémoslo temporalmente para fijarnos en la influencia de las causas materiales que se completa con el contacto y la relación directa. Así, mientras tanto, vemos que el contacto de esas causas naturales es un contacto con el exterior del ser vivo simplemente, y vemos que el interior de ese ser, al que no llegan las manos de esas causas materiales y no pueden tocarlo con nada, es más preciso en disposición y de más armonía que lo externo, e incluso más sutil que él en constitución y más perfecto en precisión. | |||
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