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("Y si nos hizo este palacio y este país como lugar de hospedaje y lugar de comercio hermoso, necesariamente ha de tener un libro y un cuaderno en el que explique Sus relaciones con nosotros y lo que pide de nosotros, y ese libro sagrado y perfecto es el Corán de elocuencia inimitable en cuarenta aspectos, el que difunde la Luz y está en lengua de al menos cien millones de personas cada minuto y del que cada una de sus letras da como fruto diez recompen..." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu) |
("Y la llave de ese tesoro eterno es la Fe, el sometimiento, prestarle atención, aceptarlo y recitarlo." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu) |
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92. satır: | 92. satır: | ||
Y si nos hizo este palacio y este país como lugar de hospedaje y lugar de comercio hermoso, necesariamente ha de tener un libro y un cuaderno en el que explique Sus relaciones con nosotros y lo que pide de nosotros, y ese libro sagrado y perfecto es el Corán de elocuencia inimitable en cuarenta aspectos, el que difunde la Luz y está en lengua de al menos cien millones de personas cada minuto y del que cada una de sus letras da como fruto diez recompensas y diez buenas obras como mínimo y a veces diez mil y a veces treinta mil buenas obras y frutos y luces de las Luces del mundo intermedio y los frutos del Jardín por el secreto de la noche del Decreto. Y no hay en el mundo un libro que se le asemeje en esta estación y nadie puede manifestar algo como él. | Y si nos hizo este palacio y este país como lugar de hospedaje y lugar de comercio hermoso, necesariamente ha de tener un libro y un cuaderno en el que explique Sus relaciones con nosotros y lo que pide de nosotros, y ese libro sagrado y perfecto es el Corán de elocuencia inimitable en cuarenta aspectos, el que difunde la Luz y está en lengua de al menos cien millones de personas cada minuto y del que cada una de sus letras da como fruto diez recompensas y diez buenas obras como mínimo y a veces diez mil y a veces treinta mil buenas obras y frutos y luces de las Luces del mundo intermedio y los frutos del Jardín por el secreto de la noche del Decreto. Y no hay en el mundo un libro que se le asemeje en esta estación y nadie puede manifestar algo como él. | ||
Y si el Corán que tenemos ante nosotros es la palabra del Creador de los cielos y de la tierra, la proclamación de ese Creador Sublime y la mina de Su misericordia que emana del punto de su señorío absoluto, de la parte de la grandeza de Su divinidad y del lado de lo que abarca Su misericordia, aférrate a él, pues ciertamente que en él hay un remedio para cada mal, una luz para cada oscuridad y una esperanza para cada desesperación. | |||
Y la llave de ese tesoro eterno es la Fe, el sometimiento, prestarle atención, aceptarlo y recitarlo. | |||
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