Translations:On Yedinci Lem'a/91/es: Revizyonlar arasındaki fark
("Y así mismo las gallinas que cuidan de sus polluelos, se sacrifican a sí mismas por ellos y son capaces de atacar a un perro por su causa y capaces de pasar hambre para saciar sus polluelos. De manera que obtienen un placer en ese servicio que supera el dolor del hambre y es preferible al dolor de la muerte. Y en verdad las madres del reino animal protegen a sus hijos con placer cuando son pequeños, y ello por la existencia de su función, pero cuand..." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu) |
Değişiklik özeti yok |
||
1. satır: | 1. satır: | ||
Y así mismo las gallinas que cuidan de sus polluelos, se sacrifican a sí mismas por ellos y son capaces de atacar a un perro por su causa y capaces de pasar hambre para saciar sus polluelos. De manera que obtienen un placer en ese servicio que supera el dolor del hambre y es preferible al dolor de la muerte. | Y así mismo las gallinas que cuidan de sus polluelos, se sacrifican a sí mismas por ellos y son capaces de atacar a un perro por su causa y capaces de pasar hambre para saciar sus polluelos. De manera que obtienen un placer en ese servicio que supera el dolor del hambre y es preferible al dolor de la muerte. | ||
Y en verdad las madres del reino animal protegen a sus hijos con placer cuando son pequeños, y ello por la existencia de su función, pero cuando crecen sus hijos, la función se anula y desaparece el placer, y es capaz de golpear a su hijo y quitarle el grano de la mano. No obstante, en el caso de las madres del género humano, sus funciones perduran un cierto tiempo porque existe en el ser humano un tipo de niñez siempre y necesita compasión en cada momento considerando su debilidad e incapacidad. |
21.36, 5 Mayıs 2024 itibarı ile sayfanın şu anki hâli
Y así mismo las gallinas que cuidan de sus polluelos, se sacrifican a sí mismas por ellos y son capaces de atacar a un perro por su causa y capaces de pasar hambre para saciar sus polluelos. De manera que obtienen un placer en ese servicio que supera el dolor del hambre y es preferible al dolor de la muerte. Y en verdad las madres del reino animal protegen a sus hijos con placer cuando son pequeños, y ello por la existencia de su función, pero cuando crecen sus hijos, la función se anula y desaparece el placer, y es capaz de golpear a su hijo y quitarle el grano de la mano. No obstante, en el caso de las madres del género humano, sus funciones perduran un cierto tiempo porque existe en el ser humano un tipo de niñez siempre y necesita compasión en cada momento considerando su debilidad e incapacidad.