LA VIGÉSIMO TERCERA PALABRA

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    11.44, 18 Aralık 2023 tarihinde Ferhat (mesaj | katkılar) tarafından oluşturulmuş 51925 numaralı sürüm ("'''Mientras que si se sabe huésped y gasta la mercancía de su vida dentro del círculo del permiso del Generoso de Quien es huésped, se esforzará por una vida larga y eterna dentro de un círculo amplio, y luego descansará y se solazará. Y más tarde, podrá ascender a lo más alto de lo alto. Además, todos los mecanismos y sistemas dados al hombre serán felices con él y testificarán a su favor en el más allá.'''" içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu)

    LA VIGÉSIMO TERCERA PALABRA

    Şu sözün iki mebhası vardır.

    بِسْمِ اللّٰهِ الرَّحْمٰنِ الرَّح۪يمِ

    {En verdad que hemos creado al ser humano en la más hermosa constitución⁕ Luego lo convertimos en el más bajo de unos bajos⁕ Excepto los que creen y llevan a cabo las acciones rectas…} (Azora de los Higos, aleyas 4-6)

    TEMA PRIMERO

    Entre los miles de excelencias de la Fe explicaremos sólo cinco de ellas en cinco puntos.

    PUNTO PRIMERO:

    A través de la luz de la Fe, el hombre asciende a lo más alto de lo más alto y adquiere un valor digno del Jardín. Y a través de la oscuridad de la incredulidad, desciende a lo más bajo de lo bajo y cae a una posición digna de Ŷahannam (la Gehena o el Infierno). Porque la Fe pone en relación al ser humano con su Hacedor, Dueño de majestad. Así pues, el ser humano adquiere valor en virtud de la obra divina y las inscripciones de los nombres divinos que se manifiestan en él por medio de la Fe. La incredulidad rompe esa relación, y debido a esa ruptura la obra divina queda oculta. Su valor es entonces sólo considerando la materia. Y En cuanto a la materia su valor es prácticamente inexistente por ser perecedera, efímera y tener una vida animal temporal.

    Y vamos a explicar este secreto por medio de un símil:
    

    Del mismo modo que el valor de una obra y el valor de la materia son distintos en lo que hace el ser humano, por ejemplo. A veces son iguales, a veces el material es más valioso, y a veces sucede que el valor de cinco dinares de una obra de arte se encuentra en un material como el hierro que vale cinco dirhams. A veces, incluso, una obra de arte antigua vale un millón mientras que el material del que está compuesta no vale ni cinco dirhams. Si una obra de arte así se lleva al mercado de antigüedades y se atribuye a un artista brillante y consumado de antaño, y es anunciada mencionando al artista y ese arte, puede venderse por un millón. Mientras que, si se lleva al mercado de los chatarreros, podrían pagar cinco dirhams según el valor del hierro.

    Del mismo modo, el ser humano es una antigua obra de arte de Allah, sea ensalzado. Es el milagro más sutil y delicado de los milagros de Su poder, sea ensalzado, pues Él creó al ser humano en la forma del lugar de manifestación de las manifestaciones de todos Sus nombres, el eje de Sus inscripciones y ejemplo en miniatura del universo.

    Si la luz de la Fe penetra en su ser, pueden leerse por esa luz todas las inscripciones dotadas de significado que hay en él y ese creyente las leerá conscientemente, y hará que otros las lean a través de esa relación. Es decir, la obra divina en el hombre se hace evidente a través de significados como: “Soy la obra del Hacedor, Dueño de majestad, y Su criatura y la manifestación de Su misericordia y generosidad”. De manera que entonces la Fe, que consiste en la afiliación con su Hacedor, manifiesta todos los efectos de Su obra que hay en ser humano. Así pues, este hombre que carece de importancia, se convierte en esta situación, en un interlocutor divino y un huésped del Señor digno del Paraíso por encima de todas las demás criaturas según esta consideración…

    Pero si la incredulidad, que consiste en la ruptura de la relación (con Allah), entra en el interior del hombre, entonces todas esas inscripciones de los Nombres Divinos, esas inscripciones provistas de significado, caen en la oscuridad y se vuelven ilegibles.Porque si se olvida al Hacedor, los aspectos espirituales que miran a Él no serán comprendidos, y caerá con la cabeza invertida como de costumbre y la mayoría de esas sublimes obras significativas y elevadas inscripciones quedarán ocultas. El resto de ello, lo que puede verse con los ojos, se atribuirá a la casualidad, la naturaleza y las causas bajas y carecerán por completo de valor. Y se convertirán en opacos trozos de cristal a pesar de que eran diamantes brillantes. Su importancia mirará sólo a su materia animal. Y como dijimos, el fin y el fruto de su ser físico será sólo pasar una vida breve y parcial como el más incapaz, necesitado y apesadumbrado de los animales. Luego decaerá y se irá.Y es así como la incredulidad destruye la naturaleza humana y, siendo un diamante, la transforma en carbón.

    PUNTO SEGUNDO:

    Así como la Fe es una luz e ilumina al ser humano y hace legibles todos los escritos relativos al Señor Absoluto (a Quien todos se dirigen en sus necesidades), que han sido escritos en él, así también ilumina el universo y libera el tiempo pasado y el futuro de las tinieblas. Y explicaremos este secreto con una analogía que presencié en un incidente, que se remite al secreto de la noble aleya en la que Allah, sea ensalzado, dice: “Allah es el Amigo-Protector de los creyentes, los saca de las tinieblas a la luz.…” (Azora de la Vaca, aleya 257)

    Se trata de que presencié en un incidente ficticio que había un puente imponente construido entre dos altas montañas situadas una frente a la otra. Debajo del puente había un valle de gran profundidad. Yo estaba sobre el puente. Una densa oscuridad había envuelto todas las partes del mundo. Miré a mi derecha y vi una inmensa tumba envuelta en una densa e interminable oscuridad, es decir, me la imaginé. Miré a mi izquierda y fue como si viera violentas tormentas y calamidades reuniéndose en medio de aterradoras olas de oscuridad. Miré debajo del puente e imaginé ver un profundo abismo. Tenía una tenue antorcha ante esta oscuridad aterradora. La usé y pude ver un poco con su luz. Se me presentó una situación espantosa. De hecho, dragones, leones y monstruos horribles aparecieron a mi alrededor y en el puente frente a mí, así que exclamé: “¡Oh! ¡Esta antorcha sólo me trae problemas!”, y con rabia la arrojé al suelo y la rompí. Entonces, al romperla, la oscuridad se dispersó de repente como si hubiera encendido el interruptor de una enorme lámpara eléctrica que iluminaba el mundo entero. Todo se llenó de la luz de la lámpara. Mostraba todo como era en realidad.

    Vi que el puente que había visto era una carretera que atravesaba una llanura pasando por encima de un terreno llano. Me di cuenta de que la vasta tumba que había visto a mi derecha consistía de arriba abajo en hermosos y verdes jardines y lugares de reunión para el culto, el servicio, la conversación y el recuerdo de Allah bajo la dirección de hombres luminosos. Los precipicios y picos a mi izquierda, que había imaginado tempestuosos y tormentosos, los veía ahora fugazmente como un vasto, encantador y elevado lugar de fiesta, recreo y gozo tras unas montañas que estaban adornadas y eran agradables. Y las criaturas que había creído monstruos terroríficos y dragones, vi que eran animales domésticos familiares como camellos, bueyes, ovejas y cabras. Y recité la noble aleya: Allah es el Amigo-Protector de los creyentes, los hace salir de las tinieblas hacia la luz. (Azora de la Vaca, aleya 257). Diciendo:الايماننوُرِعلىلِلّٰهِالحمد {La alabanza pertenece a Allah por la luz de la Fe} Y entonces desperté de ese incidente…

    Y he aquí que las dos montañas eran el principio y el fin de la vida; es decir, este mundo y el mundo intermedio. El puente era el camino de la vida. A la derecha estaba el pasado, y a la izquierda, el futuro. En cuanto a la pequeña antorcha, era el ego humano, que es egoísta, confía en lo que sabe y no atiende a la revelación celestial. Las cosas imaginadas, los monstruos, eran los acontecimientos y las criaturas extrañas del mundo.

    Así pues, quien confía en su ego, quien cae en la oscuridad de la falta de atención y es afligido por la negrura del extravío, se asemeja a mi primer estado en la visión, que, como con la antorcha de bolsillo y debido a un conocimiento deficiente y equivocado, vi el pasado en la forma de una enorme tumba en medio de la oscuridad impregnada de inexistencia. Mostraba el futuro como tormentoso y desolado yermo gobernado por la casualidad, y los acontecimientos y seres, que son todos sumisos funcionarios de Uno Todo Sabio y Todo Compasivo para ser monstruos. Una persona como manifiesta la aleya: “Y aquellos que se niegan a creer, sus amigos-protectores son los ṭaguts (todo lo que se adora fuera de Allah) que los sacan de la luz y los llevan a las tinieblas” (Azora de la Vaca, aleya 257).

    Pero si tal hombre alcanza la guía divina y la fe entra en su corazón, y si la tiranía de su alma es aplastada y hace caso al Libro de Allah, se parecerá a mi segundo estado en la visión. Entonces el universo de repente tomará el color del día y se llenará de luz divina. El mundo recitará la aleya: “Allah es la luz de los cielos y de la Tierra.”(Azora de la Luz, aleya 35). Entonces verá con el ojo del corazón que el pasado no es una gran tumba, sino donde los grupos de espíritus purificados que cada siglo han cumplido sus deberes de adoración bajo el liderazgo de un profeta o santo exclaman:“¡Allah es más Grande!” al completar de los deberes de sus vidas, y vuelan a moradas elevadas y prosiguen hacia el futuro. Y mirará hacia el lado de la izquierda, y por medio de la luz de la Fe, distinguirá a lo lejos que un convite de un Misericordioso ha sido colocado en los palacios de la felicidad en los jardines del Paraíso, detrás de algunas mutaciones del mundo intermedio y la Otra vida, parecidas a montañas. Y se dará cuenta de que las tormentas y los terremotos y los acontecimientos tempestuosos son todos empleados sumisos, y comprenderá que son los medios para instancias de sabiduría que, aunque aparentemente duras, son en realidad muy suaves, como las tormentas y las lluvias de primavera. Verá incluso que la muerte es la entrada a la vida eterna, y la tumba, la puerta a la felicidad eterna. Y puedes deducir otros aspectos por ti mismo. ¡Aplica la realidad a la comparación!

    TERCER PUNTO:

    La Fe es luz y fuerza. En efecto: El ser humano que consigue la verdadera fe puede desafiar al universo entero y salvarse de la presión de los acontecimientos de acuerdo con la fuerza de su fe; y decir: “Pongo mi confianza en Allah”, y desplazarse en el barco de la vida con total seguridad en medio de las olas como montañas de los acontecimientos. Y depositar todas sus cargas en la mano del poder del Poderoso Absoluto, y pasar por el mundo con tranquilidad y descansar en el mundo intermedio. Luego podrá volar hasta el Paraíso para entrar en la felicidad eterna. Y de lo contrario, si no pone su confianza en Allah, en lugar de volar, las cargas del mundo no ayudarán su vuelo, sino que lo arrastrarán a lo más bajo de lo bajo. Es decir, la Fe implica la afirmación de la unicidad Divina, y la afirmación de la unicidad Divina implica la sumisión a Allah, y la sumisión a Allah implica la confianza en Allah, y la confianza en Allah implica la felicidad en ambas moradas (este mundo y el otro).

    Pero no malinterpretes esto, porque poner la confianza en Allah no es rechazar totalmente las causas, sino que es más bien saber que las causas son el velo de la mano del poder y tenerlas en cuenta. Sabiendo que adherirse a las causas es una especie de ruego activo, de manera que busque los efectos de las causas sólo procedentes del Real, sea ensalzado, y sepa que los resultados provienen sólo de Él y se convierta en gratitud hacia Él.

    El parecido del que pone su confianza en Allah y el que no, es como la semblanza de los dos hombres de esta historia:

    En un momento determinado dos hombres cargaron pesadas cargas sobre sus cabezas y sus espaldas, y recibieron un billete y embarcaron en un gran barco. En cuanto lo abordaron, uno de ellos dejó su carga en la cubierta, y sentado sobre ella la vigiló. El otro, sin embargo, como era tan estúpido como arrogante, no dejó su carga.

    Cuando le dijeron: “Deja esa pesada carga en cubierta y ponte cómodo”,

    respondió: “No, no la dejaré, podría perderse. Yo soy fuerte, protegeré mi propiedad llevándola sobre mi cabeza y mi espalda”.

    Se le dijo de nuevo: “Este fiable barco real que te lleva a ti y a nosotros es más fuerte, puede protegerla mejor que tú. Puedes marearte y caer al mar junto con tu carga. De todos modos, perderá gradualmente su fuerza, y por grados esas cargas se harán más pesadas y tu espalda encorvada y tu cabeza sin cerebro no tendrán fuerza para soportarlas. Y si el capitán te ve en este estado, o bien dirá que estás loco y te expulsará del barco, o bien pensará que eres un desagradecido, que acusas a nuestro barco y te burlas de nosotros, y ordenará que te metan en la cárcel. Además, estás haciendo el ridículo delante de todo el mundo. Los perspicaces pueden ven que con tu engreimiento demuestras debilidad, con tu orgullo impotencia, y con tu pretensión humillación e hipocresía, y así te has convertido en el hazmerreír de la gente. Todo el mundo se ríe de ti”. Y después de que se le dijo eso, el desgraciado recapacitó y dejó su carga sobre el suelo y se sentó sobre ella y dijo: “¡Ah! Me he salvado de la fatiga, de la cárcel y de hacer el ridículo, así pues, que Allah esté complacido contigo”.

    ¡Oh hombre que no pones tu confianza en Allah! Entra tú también en razón como aquel hombre y pon tu confianza en Él, para que seas librado de mendigar ante todo el universo, de temblar ante cualquier acontecimiento, de la soberbia, del ridículo, de la desgracia en la Otra Vida, y de la prisión de la estrechez de este mundo...

    CUARTO PUNTO:

    La Fe convierte al ser humano en ser humano, es más, lo convierte en un sultán. De manera que la tarea original del hombre es la fe y la súplica. Mientras que incredulidad convierte al ser humano en un animal salvaje extremadamente incapaz…

    Y entre miles de pruebas de este asunto, está que la diferencia entre el ser humano y el animal simplemente en su venida al mundo es una prueba clara y una evidencia categórica de esa cuestión. En efecto: Esta diferencia entre el ser humano y el animal en su venida a este mundo demuestra que la humanidad solo se convierte en humanidad por medio de la Fe. Pues cuando los animales vienen al mundo, es decir, son enviados, vienen completos en todos los aspectos de acuerdo con sus capacidades como si hubieran sido perfeccionados en otro mundo. Ellos aprenden todas las condiciones de su vida, sus relaciones con el universo y las leyes de la vida en dos horas, dos días o dos meses, y llegan a dominarlas. Animales como los gorriones y las abejas adquieren en veinte días, es decir, se les inspira, lo que el hombre sólo adquiere en veinte años en cuanto a la capacidad de vivir y la facultad de actuar.

    Esto significa que la tarea original de los animales no es perfeccionarse a través del aprendizaje y el progreso mediante la adquisición de conocimientos, ni buscar ayuda y rogar mostrando su incapacidad, sino que su tarea es trabajar, actuar y adorar de hecho, según su predisposición.
    

    En cuanto al hombre, necesita aprenderlo todo cuando viene al mundo; es ignorante, y ni siquiera puede aprender completamente las condiciones de la vida en veinte años. Sino que necesita seguir aprendiendo hasta el final de su vida. Además, es enviado al mundo de la forma más débil e impotente, y sólo puede ponerse de pie en uno o dos años. Y sólo en quince años puede distinguir entre el bien y el mal, y solo puede atraer lo que le es ventajoso y evitar lo que le es perjudicial con la ayuda de la vida humana.

    Esto significa que la tarea innata del hombre es perfeccionarse mediante el aprendizaje, así como la servidumbre (a Allah) junto con la súplica. Y ello es por medio de saber que es por la misericordia de Allah que su vida es tan sabiamente administrada, y que es por Su generosidad que es criado con una crianza tan compasiva y que es por Su benevolencia que tan delicadamente es alimentado y atendido. Y que suplique al Proveedor de las necesidades y le pida y le ruegue por medio de la lengua de la incapacidad y la pobreza en relación a sus necesidades de las que su mano no alcanza sino una entre mil. Y ello por medio de volar con las alas de la impotencia y la pobreza hacia la más alta estación de la servidumbre a Allah.

    De manera que el hombre vino a este mundo para perfeccionarse mediante el conocimiento y la súplica. Y el fundamento de todos los conocimientos verdaderos, su mina, su luz y su espíritu es el conocimiento de Allah, sea ensalzado; y la base de su fundamento es la fe en Allah, sea ensalzado.

    Además, la tarea del ser humano original e innata es la súplica, después de la Fe, porque que el ser humano está expuesto a tribulaciones sin fin y es puesto a prueba por el ataque de innumerables enemigos además de su incapacidad sin límites, y sufre de infinitas necesidades y tiene innumerables deseos además de su pobreza sin límites. Y en verdad la súplica, es la base de la servidumbre a Allah. Y del mismo modo que un niño, para conseguir un deseo que no puede obtener, llora o pide con la lengua de su incapacidad una petición de hecho o de palabra, y tiene éxito en su propósito; así mismo, el ser humano es como un niño delicado y mimado en el mundo de los seres vivos. Y tiene que llorar por medio de su debilidad e incapacidad, o suplicar por medio de su pobreza y necesidad, ante la puerta del Misericordioso y Compasivo para que las cosas que pretende le sean sometidas, o cumpla con el agradecimiento de ese sometimiento. De lo contrario, es como un niño tonto que crea un alboroto por una mosca, y dice: “Subyugo con mi propia fuerza estas cosas sorprendentes- que no es posible subyugar y son mil veces más fuertes que él-y hago que me obedezcan por medio de mi pensamiento y planificación”, y se desvía hacia ser ingrato con las bendiciones. Y eso es contrario a la naturaleza innata original del ser humano, al igual que se hace a sí mismo merecedor de un castigo severo.

    QUINTO PUNTO:

    La Fe implica la súplica como medio categórico y la condición innata del ser humano la pide con fuerza, del mismo modo que Allah, sea ensalzado, dice también,“Di: ¿Qué haría con vosotros mi Señor sino fuera por vuestra súplica?” (Azora del Discernimiento, aleya 77), que tiene el significado de: ¿Qué valor tendríais si no fuera por vuestra súplica? Y ordena con Sus palabras, sea ensalzado:“Invocadme y os responderé.” (Azora Ghafir, aleya 6º).

    Y si dices: Pedimos muchas veces y no se acepta, a pesar de que la aleya es general y afirma que toda súplica es respondida.

    La respuesta es: Responder es una cosa y aceptar es otra. Toda súplica tiene una respuesta, pero que sea aceptada y que se dé exactamente lo que se pedía depende de la sabiduría de Allah, sea ensalzado. Por ejemplo, si un niño enfermo llama al médico diciendo: “¡Doctor, doctor!”, y él responde: “Aquí estoy, ¿qué quieres?”, y el niño dice: “¡Deme tal medicina!”, el médico le dará exactamente lo que pide o algo mejor y más beneficioso para él. O sabiendo que la medicina es perjudicial para su enfermedad, no le dará nada. Así, puesto que Allah, sea ensalzado es Absolutamente Sabio y está Presente y lo ve todo, responde a la súplica del siervo y transforma la desolación de la soledad y la lejanía en familiaridad, por Su presencia y Su respuesta. Pero no da de acuerdo a las exigencias caprichosas e inoportunas del ser humano, sino que da de acuerdo a los requerimientos de la sabiduría del Señorío; da lo que se busca o lo que es mejor, o no da nada en absoluto.

    Además, la súplica es servidumbre (adoración) y los frutos de la servidumbre pertenecen a la Otra vida. En cuanto a los objetivos pertenecientes a este mundo son los momentos de ese tipo de súplica y adoración. Y no son esos objetivos sus metas. Así pues, por ejemplo, la oración por la lluvia y su súplica es una forma de adoración. Y la sequía es el momento de esa adoración. Y si no, esa adoración y esa súplica no serían para atraer la lluvia. Pues si se realizan sólo con esa intención, no merecen ser aceptadas, porque no serían sinceras. Y del mismo modo que la puesta del sol es el momento de la oración de magrib y que los eclipses de sol y de luna son los momentos de dos actos de adoración particulares conocidos como la oración del al-kusuf y la oración de al-Jusuf. Quiero decir que Allah, sea ensalzado, llama a Sus siervos a un tipo de adoración en ese momento para que sea el eje del anuncio de la grandeza divina por medio de velar los dos signos luminosos de la noche y el día. Y si no, esa oración no es para descubrir el eclipse de la luna y el eclipse del sol cuyo descubrimiento se especifica. Y la medida de la permanencia de ambos es según el astrólogo. De la misma manera, la sequía también es el momento de la oración para pedir la lluvia, y en verdad cuando las pruebas toman control sobre nosotros y las cosas que hacen daño nos dominan, son momentos específicos para ciertas súplicas, de manera que el ser humano se da cuenta de su impotencia en esos momentos y, a través de sus súplicas y ruegos, busca refugio en la puerta de Aquel que posee el poder absoluto.

    Incluso si se hacen muchas súplicas y, a pesar de ello, las calamidades no se retiran, no se dice que la súplica no ha sido aceptada, sino que se dice que el tiempo de la súplica no se ha cumplido aún. Y si Allah, sea ensalzado, por Su favor y generosidad, retira la calamidad, será luz sobre luz, y el tiempo de la súplica habrá terminado y se habrá cumplido.

    De manera que la súplica es el secreto de la servidumbre y la servidumbre ha de ser necesariamente solo por la faz de Allah, por lo que debe manifestar su incapacidad y refugiarse únicamente en Él, por medio de la súplica, sin inmiscuirse en Su señorío, dejándole el control de los asuntos a Él y apoyándose en Su sabiduría sin poner en duda Su misericordia, sea ensalzado.

    En efecto: Cada una de las cosas existentes glorifica con una glorificación específica, adora con una adoración específica y se postra con una postración específica; y esto está demostrado en sí mismo y queda aclarado por las aleyas claras (del Corán).

    Del mismo modo que una súplica se eleva desde todo el universo hacia la Puerta Divina y ello es, bien a través de la lengua de su predisposición, como la súplica de todas las plantas y los animales, pues cada uno de ellos busca con la lengua de su predisposición una forma del Munífico Absoluto y pide una manifestación que ponga al descubierto Sus Nombres; o bien a través de la lengua de la necesidad innata.

    Y es la súplica de todos los dotados de vida de sus necesidades necesarias que no están dentro de su capacidad, de manera que cada uno de ellos pide con la lengua de esa necesidad innata, del Generoso Absoluto, algunas peticiones que equivalen a un tipo de provisión para la continuidad de sus vidas.
    
    O bien una súplica a través de la lengua de su necesidad acuciante, pues todo dotado de espíritu que está en una situación de necesidad acuciante suplica por un refugio categórico y se refugia en un protector suyo desconocido; e incluso se dirige a su Señor, el Compasivo… Y estas tres clases de súplicas son siempre aceptadas sino hay nada que lo impida.
    

    El cuarto tipo de súplica es el más conocido: Se trata de nuestra súplica y es de dos clases: Una de ellas es activa y de estado, y la otra, de corazón y de palabra. Así pues, por ejemplo, recurrir a las causas es una oración activa. Pues reunir las causas no es para crear el efecto, sino que es adoptar un estado satisfactorio para buscar el efecto de Allah, sea ensalzado, mediante la lengua de la situación. Incluso arar un campo es llamar a la puerta del tesoro de la misericordia. Y este tipo de súplica activa es una manifestación de la aceptación en la absoluta mayoría de los casos porque se dirige al nombre del Generoso Absoluto y a Su enunciado…

    El segundo tipo es una súplica con la lengua y con el corazón. Y pedir algunas de sus peticiones que su mano no puede alcanzar. Y el aspecto más importante, el objetivo más bello, el fruto más dulce de este tipo es que el ser humano que pide comprende que hay Uno que escucha los pensamientos de su corazón, Uno Cuya mano puede alcanzar todas las cosas, Uno que puede satisfacer cada una de sus peticiones, y Uno que se apiada de su incapacidad y socorre su pobreza.

    ¡Oh ser humano incapaz y en necesidad! No descuides un medio como la súplica, que es la llave del tesoro de la misericordia y de una fuerza inagotable. ¡Aférrate a ella! Sube a lo más alto de la humanidad, incluye en tus súplicas las de todo el universo, como un sultán, y di: اِيَّاكَ نَسْتَعِينُ “Sólo en Ti buscamos ayuda” como un siervo universal y un guardián general! ¡Y conviértete en la mejor constitución para los seres del universo!

    SEGUNDO TEMA

    Que incluye cinco puntos sobre la felicidad del ser humano y su desgracia…

    El ser humano ha sido enviado a este mundo en tanto que es un milagro del poder divino, el resultado de la creación y la maravilla de la obra divina; y se han abierto ante él dos caminos que conducen a una caída y una subida sin fin, y ha sido arrojado a un terreno de prueba, es posible caer y entrar en estaciones y rangos, grados y niveles siendo descrito desde el más bajo de los bajos al más elevado de los altos y desde el suelo hasta el Trono y desde la mota de polvo hasta el sol, porque él ha sido creado en la más hermosa constitución y se le ha dado una predisposición exhaustiva al máximo…. Así pues, explicaremos el secreto de la impresionante ascensión y declive del ser humano en cinco puntos…

    Primer punto:

    El ser humano está necesitado de la mayoría de las clases de seres del universo y está conectado con ellos. Sus necesidades se extienden por todas las partes del mundo y sus esperanzas se prolongan hasta la eternidad. Pues del mismo modo que busca una flor, busca también una primavera magnífica. Y del mismo modo que desea un jardín también desea el Paraíso eterno. Y del mismo modo que anhela ver a un amigo suyo, anhela también ver al Bello, Dueño de majestad. Y del mismo modo que necesita visitar a un ser querido suyo que vive en otra casa, y que se le abra la puerta de esa casa, también necesita visitar al noventa y nueve por ciento de sus amigos que han viajado al reino intermedio y, para salvarse de la separación eterna, necesita refugiarse en la puerta de un Poderoso Absoluto que cierre la puerta de este inmenso mundo y abra la puerta de la Otra Vida, que es una exhibición de maravillas, y se lleve este mundo y construya la Otra Vida y la ponga en el lugar de este mundo.

    Así pues, para el hombre en esta posición el único Verdadero Objeto de Adoración será Aquel en Cuya mano están las riendas de todas las cosas, con Quien están los tesoros de todas las cosas, Quien ve todas las cosas y está presente en todas partes, Quien está más allá del lugar, más allá de la incapacidad, más allá de la limitación y de la carencia, porque Aquel que satisface las necesidades humanas sin límite solo puede ser Uno que tenga un poder sin límites y un conocimiento que todo lo abarca y Él es el Digno de ser adorado.

    ¡Oh hombre!, si eres siervo solo de Él, te ganarás un lugar superior a todas las criaturas. Pero si te abstienes de la servidumbre a Él, te convertirás en un esclavo humillado de criaturas impotentes. Y si te apoyas en tu ego y en tu propio poder y abandonas la confianza en Allah y la súplica, y te desvías hacia el orgullo y la pretensión, entonces caerás más bajo que una abeja o una hormiga respecto a la bondad y la creación, y te volverás más débil que una araña o una mosca. Y te volverás más pesado que una montaña y más dañino que una peste, en lo que respecta al mal y la destrucción.

    En efecto: Hay en ti, ¡oh hombre! dos aspectos: Uno de ellos es el de la existencia, la creación, el bien, la positividad y la acción. El otro es el aspecto de la inexistencia, la destrucción, el mal, la negatividad y la pasividad. En cuanto al primer aspecto, eres más bajo que una abeja o un gorrión, y más débil que una araña o una mosca. En cuanto al segundo, superas a las montañas, la tierra y el cielo, y asumes una carga que ellos rehusaron y ante la que expresaron su incapacidad, y asumes una esfera más extensa y vasta que ellos con respecto al segundo aspecto; porque cuando haces el bien y creas, sólo eres capaz de hacerlo en la medida de tu capacidad y hasta donde alcanza tu mano y en un grado que alcanza tu fuerza. Pero si haces el mal y la destrucción, entonces tu mal va más allá y tu destrucción se extiende.

    Pues ciertamente la incredulidad, por ejemplo, es un mal, una destrucción y una ausencia de confirmación. Pero ese mal comprende menospreciar a todo el universo, adulterar todos los Nombres Divinos y despreciar a toda la humanidad. Porque estos seres existentes tienen una posición elevada y una tarea importante; ya que son escritos, espejos y funcionarios divinos. Pero la incredulidad los hace bajar de su posición de ser espejos, responsables de una tarea e indicadores del significado, y los rebaja al nivel de la futilidad y los juegos de azar. Y mediante la destrucción, la desaparición y la separación, los rebaja al grado de ser materia efímera, decadente, en rápida mutación y al grado de ser carente de toda importancia y valor, y al grado de no ser nada. Así mismo también, mediante la negación, adultera los Nombres Divinos, cuyas inscripciones, manifestaciones y bellezas se contemplan en todo el universo y en los espejos de los seres existentes. Y arroja a la humanidad, de la que se dice que es un poema de la sabiduría que anuncia bien las manifestaciones de los nombres puros divinos, y es un milagro evidente del poder divino que se parece a un núcleo que reúne los órganos de un árbol permanente, y el dueño del rango de ser el lugarteniente de Allah en la Tierra que se elevó por encima de la Tierra, el cielo y las montañas y adquirió superioridad sobre los ángeles, por medio de cargar sobre sí la fianza mayor –la arroja-a un nivel más bajo y débil, más impotente y necesitado que el del más humilde animal efímero y perecedero, y al nivel de una tabla común, sin orden y sin significado, que cambia con rapidez.

    En resumidas cuentas: En el aspecto de la destrucción y el mal, el alma que manda el mal puede cometer infinitos crímenes, pero en la creación y el bien, su poder es extremadamente pequeño y parcial. En efecto: Puede destruir una casa en un día, mientras que no puede construirla en cien días. Sin embargo, si el ser humano abandona el egoísmo y busca el bien y la existencia de la asistencia divina, y se aparta de apoyarse en sí mismo y pide perdón y se convierte en un siervo de Allah completo, entonces se convertirá en una manifestación del secreto de Sus palabras, sean ensalzado: يُبَدِّلُ اللّٰهُ سَيِّئَاتِهِمْ حَسَنَاتٍ Allah sustituirá sus maldades por buenas obras.(Azora del Discernimiento, aleya 70) Y su infinita capacidad para el mal se transformará en una infinita capacidad para el bien. Y adquirirá el valor de la mejor constitución y ascenderá a lo más alto de lo alto…

    Así pues, ¡Oh hombre inadvertido! ¡Contempla el favor de Allah y Su generosidad, sea ensalzado! Aunque sería justo escribir una mala acción como mil y una sola buena acción como una o no escribirla, Él escribe una mala acción como una, y una sola buena acción como siete, o a veces, como setenta, o a veces, como setecientas, o a veces, como siete mil…Y entiende por este punto que entrar en Ŷahannam, que es tan espantoso, es la retribución de la acción y pura justicia, mientras que entrar en el Paraíso es puro favor.

    SEGUNDO PUNTO:

    En el hombre hay dos caras: una, relativa a su ego, mira a la vida de este mundo. La otra, relativa a la adoración y servidumbre a Allah, mira a la vida eterna.

    Con respecto a la primera cara es una criatura miserable cuyo capital en cuanto a la elección es una parte de una elección parcial como un cabello; y en cuanto al poder, una débil adquisición; y en cuanto a la vida, una llama que se apaga rápidamente; y en cuanto a la duración de la vida, un breve tiempo fugaz; y en cuanto a la existencia, un pequeño cuerpo que se descompone rápidamente. Junto con esta situación suya, existe como un individuo débil y delicado entre innumerables individuos de las ilimitadas variedades de seres que han sido extendidos en los niveles del universo.

    Y con respecto a la segunda cara y especialmente en el sentido de la incapacidad y la pobreza, que está orientado hacia la servidumbre, el ser humano tiene verdaderamente una gran amplitud y una gran importancia. Porque el Creador Sabio ha incluido en la naturaleza espiritual del ser humano una enorme incapacidad sin fin y una colosal pobreza sin límite pobreza, para que se convierta en un gran espejo que reúna las innumerables manifestaciones de la esencia de un Poderoso y Compasivo Cuyo poder no tiene fin, y un Rico Generoso Cuya riqueza no tiene fin.

    En efecto: El hombre se asemeja a una semilla. Esta semilla ha sido dotada de importantes mecanismos inmateriales por el poder divino y de un programa sutil y valioso por el decreto divino, para que pueda trabajar bajo la tierra; de manera que sale de ese estrecho mundo y entra en el amplio mundo del aire, y pide a su Creador con la lengua de su predisposición convertirse en un árbol y encuentra una perfección digna de ella.

    Y si, debido a una mala mezcla, la semilla utiliza los mecanismos inmateriales que le han sido dados en atraer ciertas sustancias nocivas bajo tierra, en poco tiempo se pudrirá y decaerá en ese estrecho lugar sin beneficio alguno.

    Pero si la semilla se conforma al mandato creacional de Aquel que hiende el grano y la semilla y utiliza bien esos mecanismos inmateriales (فَالِقُ الْحَبِّ وَالنَّوَى), saldrá de ese mundo estrecho, y se convertirá en un gran árbol lleno de frutos. Y por ello, su pequeña realidad particular y su pequeño espíritu inmaterial adoptarán la forma de una gran realidad universal.

    Y del mismo modo, mecanismos importantes y programas valiosos han sido depositados en la naturaleza del hombre por parte del poder y del decreto divinos. Y si el hombre utiliza esos mecanismos inmateriales en los deseos de su alma y en placeres menores bajo el suelo de la vida mundana en este mundo terrenal estrecho, decaerá y se descompondrá como una semilla podrida, en una vida breve, en un lugar estrecho, y en un estado opresivo por un placer parcial y se cargará la responsabilidad inmaterial sobre su desafortunado espíritu, y luego partirá y dejará este mundo.

    Si, por el contrario, nutre esa semilla de la predisposición con el agua del Islam y la luz de la Fe bajo el suelo de la servidumbre a Allah, y acata los mandamientos del Corán y orienta sus mecanismos inmateriales hacia sus verdaderos objetivos, no hay duda de que se convertirá en un fruto iluminado y bendito del árbol de este universo y un órgano brillante y una semilla valiosa que reunirá los órganos de una realidad eterna y un árbol permanente que se ramificará en ramas en el mundo de la similitud y el mundo intermedio y se convertirá en un eje de perfecciones y bendiciones sin límite en el mundo de la Otra Vida y el Paraíso...

    En efecto: El verdadero progreso consiste en volver los rostros del corazón, el espíritu, el intelecto e incluso de la imaginación y otras facultades sutiles dadas al hombre hacia la vida eterna y que cada uno se ocupe con la tarea de una servidumbre y adoración propia y exclusiva de él. Y si no, como se imagina la gente del extravío, sumergirse en la vida de este mundo en todos sus minuciosos detalles y para saborear toda clase de placeres, incluso los más bajos, someter al alma que manda el mal todas las facultades sutiles y el corazón y el intelecto, y hacer que le ayuden; hacer esto no es progreso, sino decadencia. Vi esta realidad en un suceso imaginario en una analogía:

    Estaba entrando en una gran ciudad cuando miré y vi que en esa ciudad había grandes palacios. Y miraba las puertas de algunos palacios y veía que había una situación atractiva que llamaba la atención y los entretenía a todos como un teatro brillante y festivo al máximo. Miré atentamente y vi que el señor de aquel palacio había salido a la puerta jugando con un perro y contribuyendo a sus juegos. Las damas conversaban agradablemente con jóvenes extranjeros. Las muchachas adolescentes organizaban los juegos de los niños. Y el ujier había asumido el papel de dirigirlos. Entonces me di cuenta de que el interior de ese enorme palacio estaba vacío y que todos sus refinados quehaceres permanecían sin hacer y que las cualidades de carácter de sus habitantes habían decaído de tal manera que habían adoptado esta forma en la puerta.

    Luego proseguí y me encontré de repente otro gran palacio también y vi que había un perro fiel echado junto a la puerta y un ujier tranquilo, agudo y seco y un estado latente. Y miré: ¿Por qué aquel era como era y este es así? Y entonces entré y vi su interior muy habitado y la gente del palacio estaban ocupados en diferentes quehaceres refinados, piso sobre piso. Unos hombres en el primer piso supervisaban la administración y el funcionamiento del palacio. En el piso de arriba, las niñas y los niños estudiaban. Y en un piso por encima de este, las damas se ocupaban de refinadas manualidades y estampados extremadamente lindos. Y en el piso superior, el señor hablaba con el sultán y se ocupaba de elevados quehaceres propios de él para asegurar la tranquilidad de la gente y para sus propios complementos y promociones. Y yo no era visible para ellos y por eso no me detuvieron y pude deambular por los alrededores.

    Luego salí y miré a mi alrededor y vi que había por todos los lados de esa ciudad esos dos tipos de palacios y pregunté por ellos y dijeron: “Esos palacios cuya puerta está habitada y cuyo interior está vacío pertenecen a los principales de los incrédulos y a la gente del extravío. El resto pertenecen a los notables de los musulmanes honorables”. Entonces en una esquina me encontré de repente con un palacio en el que estaba escrito mi nombre: “Sa’id”. Sentí curiosidad y miré más de cerca y me pareció ver mi imagen en él. Y entonces grité con total desconcierto y volví en mí y desperté.

    Y ahora interpretaré para ti este suceso imaginario. Que Allah haga que salga algo bueno de ello.

    Esa ciudad es la vida social humana y la ciudad de la civilización humana. Y cada uno de esos palacios es un ser humano y los habitantes de ese palacio son las facultades sutiles del hombre como los ojos, los oídos, el corazón, el fuero interno, el intelecto y el espíritu, y cosas como el alma y el deseo, y la potencia lujuriosa y la ira. Y cada una de las facultades del hombre tiene un deber de adoración diferente, y diferentes placeres y dolores. El alma y el deseo, y las potencias de la lujuria y la ira, son como el ujier y el perro. De manera que someter esas elevadas facultades sutiles al alma y al deseo y hacerles olvidar sus deberes fundamentales es ciertamente decadencia y no progreso. Puedes interpretar el resto por ti mismo.

    TERCER PUNTO:

    El hombre es un animal débil y una criatura incapaz en el sentido de la acción y el trabajo y en cuanto al esfuerzo material. El círculo de su capacidad de disposición y control en este sentido es tan estrecho que no va más allá de lo que alcanza su mano. Incluso los animales domésticos, cuyas riendas han sido dadas al hombre, han tomado cada uno una parte de su debilidad, impotencia y pereza, de modo que, si se comparan con sus congéneres salvajes, se aprecia una gran diferencia. (Como las cabras y reses domésticas, y las cabras y reses salvajes).

    Pero en lo que respecta a la pasividad, la aceptación, la súplica y la petición, el hombre es un viajero querido en esta hospedería del mundo. Y se ha convertido en un huésped de un Generoso que le ha abierto infinitos tesoros de Su misericordia y ha puesto a su servicio un número ilimitado de Sus siervos y de Sus obras maravillosas. Y ha abierto un círculo enorme y lo ha preparado para solaz de ese huésped y para su diversión y su provecho de manera que la mitad del diámetro de ese círculo –es decir: desde el centro hasta el perímetro- es amplio en la medida de lo que abarca la vista e incluso extendiéndose hacia un lugar que alcanza la imaginación.

    Así pues, si el hombre se apoya en su egoísmo, y hace de la vida de este mundo su meta imaginada, y se esfuerza en obtener placeres temporales, en medio de la prueba por ganarse la vida, se sumerge en un círculo extremadamente constreñido, y se va. Y se quejan de él todos los mecanismos, instrumentos y facultades sutiles que le han sido otorgados y testifican contra él y presentan una demanda contra él el día de la Resurrección.

    Mientras que si se sabe huésped y gasta la mercancía de su vida dentro del círculo del permiso del Generoso de Quien es huésped, se esforzará por una vida larga y eterna dentro de un círculo amplio, y luego descansará y se solazará. Y más tarde, podrá ascender a lo más alto de lo alto. Además, todos los mecanismos y sistemas dados al hombre serán felices con él y testificarán a su favor en el más allá.

    Evet insana verilen bütün cihazat-ı acibe, bu ehemmiyetsiz hayat-ı dünyeviye için değil, belki pek ehemmiyetli bir hayat-ı bâkiye için verilmişler. Çünkü insanı hayvana nisbet etsek görüyoruz ki insan, cihazat ve âlât itibarıyla çok zengindir, yüz derece hayvandan daha ziyadedir. Hayat-ı dünyeviye lezzetinde ve hayvanî yaşayışında yüz derece aşağı düşer. Çünkü her gördüğü lezzetinde bir elem izi vardır. Geçmiş zamanın elemleri ve gelecek zamanın korkuları ve her bir lezzetin dahi elem-i zevali, onun zevklerini bozuyor ve lezzetinde bir iz bırakıyor. Fakat hayvan öyle değil. Elemsiz bir lezzet alır, kedersiz bir zevk eder. Ne geçmiş zamanın elemleri onu incitir, ne de gelecek zamanın korkuları onu ürkütür. Rahatla yaşar, yatar, Hâlık’ına şükreder.

    Demek ahsen-i takvim suretinde yaratılan insan, hayat-ı dünyeviyeye hasr-ı fikr etse; yüz derece sermayece hayvandan yüksek olduğu halde, yüz derece serçe kuşu gibi bir hayvandan aşağı düşer. Başka bir yerde bir temsil ile bu hakikati beyan etmiştim. Münasebet geldi, yine o temsili tekrar ediyorum. Şöyle ki:

    Bir adam, bir hizmetkârına on altın verip “Mahsus bir kumaştan bir kat elbise yaptır.” emreder. İkincisine bin altın verir, bir pusula içinde bazı şeyler yazılı o hizmetkârın cebine koyar, bir pazara gönderir. Evvelki hizmetkâr, on altın ile a’lâ kumaştan mükemmel bir elbise alır. İkinci hizmetkâr, divanelik edip evvelki hizmetkâra bakıp, cebine konulan hesap pusulasını okumayarak bir dükkâncıya bin altın vererek bir kat elbise istedi. İnsafsız dükkâncı da kumaşın en çürüğünden bir kat elbise verdi. O bedbaht hizmetkâr, seyyidinin huzuruna geldi ve şiddetli bir te’dib gördü ve dehşetli bir azap çekti. İşte edna bir şuuru olan anlar ki ikinci hizmetkâra verilen bin altın, bir kat elbise almak için değildir. Belki mühim bir ticaret içindir.

    Aynen onun gibi insandaki cihazat-ı maneviye ve letaif-i insaniye ki her birisi hayvana nisbeten yüz derece inbisat etmiş. Mesela, güzelliğin bütün meratibini fark eden insan gözü ve taamların bütün çeşit çeşit ezvak-ı mahsusalarını temyiz eden insanın zaika-i lisaniyesi ve hakaikin bütün inceliklerine nüfuz eden insanın aklı ve kemalâtın bütün envaına müştak insanın kalbi gibi sair cihazları, âletleri nerede? Hayvanın pek basit, yalnız bir iki mertebe inkişaf etmiş âletleri nerede? Yalnız şu kadar fark var ki hayvan, kendine has bir amelde (münhasıran o hayvanda bir cihaz-ı mahsus) ziyade inkişaf eder. Fakat o inkişaf, hususidir.

    İnsanın cihazat cihetiyle zenginliği şu sırdandır ki: Akıl ve fikir sebebiyle insanın hâsseleri, duyguları fazla inkişaf ve inbisat peyda etmiştir. Ve ihtiyacatın kesreti sebebiyle çok çeşit çeşit hissiyat peyda olmuştur. Ve hassasiyeti çok tenevvü etmiş. Ve fıtratın câmiiyeti sebebiyle pek çok makasıda müteveccih arzulara medar olmuş. Ve pek çok vazife-i fıtriyesi bulunduğu sebebiyle âlât ve cihazatı ziyade inbisat peyda etmiştir. Ve ibadatın bütün envaına müstaid bir fıtratta yaratıldığı için bütün kemalâtın tohumlarına câmi’ bir istidat verilmiştir.

    İşte şu derece cihazatça zenginlik ve sermayece kesret, elbette ehemmiyetsiz muvakkat şu hayat-ı dünyeviyenin tahsili için verilmemiştir. Belki şöyle bir insanın vazife-i asliyesi, nihayetsiz makasıda müteveccih vezaifini görüp acz ve fakr ve kusurunu ubudiyet suretinde ilan etmek ve küllî nazarıyla mevcudatın tesbihatını müşahede ederek şehadet etmek ve nimetler içinde imdadat-ı Rahmaniyeyi görüp şükretmek ve masnuatta kudret-i Rabbaniyenin mu’cizatını temaşa ederek nazar-ı ibretle tefekkür etmektir.

    Ey dünya-perest ve hayat-ı dünyeviyeye âşık ve sırr-ı ahsen-i takvimden gafil insan! Şu hayat-ı dünyeviyenin hakikatini bir vakıa-i hayaliyede Eski Said görmüş. Onu Yeni Said’e döndürmüş olan şu vakıa-i temsiliyeyi dinle:

    Gördüm ki ben bir yolcuyum. Uzun bir yola gidiyorum, yani gönderiliyorum. Seyyidim olan zat, bana tahsis ettiği altmış altından tedricen birer miktar para veriyordu. Ben de sarf edip pek eğlenceli bir hana geldim. O handa bir gece içinde on altını kumara mumara, eğlencelere ve şöhret-perestlik yoluna sarf ettim. Sabahleyin elimde hiçbir para kalmadı. Bir ticaret edemedim. Gideceğim yer için bir mal alamadım. Yalnız o paradan bana kalan elemler, günahlar ve eğlencelerden gelen yaralar, bereler, kederler benim elimde kalmıştı.

    Birden ben o hazîn halette iken orada bir adam peyda oldu. Bana dedi: “Bütün bütün sermayeni zayi ettin. Tokada da müstahak oldun. Gideceğin yere de müflis olarak elin boş gideceksin. Fakat aklın varsa tövbe kapısı açıktır. Bundan sonra sana verilecek bâki kalan on beş altından her eline geçtikçe yarısını ihtiyaten muhafaza et. Yani gideceğin yerde sana lâzım olacak bazı şeyleri al.” Baktım, nefsim razı olmuyor. “Üçte birisini” dedi. Ona da nefsim itaat etmedi. Sonra “Dörtte birisini” dedi. Baktım, nefsim müptela olduğu âdetini terk edemiyor. O adam hiddetle yüzünü çevirdi, gitti.

    Birden o hal değişti. Baktım ki ben, tünel içinde sukut eder gibi bir süratle giden bir şimendifer içindeyim. Telaş ettim. Fakat ne çare ki hiçbir tarafa kaçılmaz. Garaibden olarak o şimendiferin iki tarafında pek cazibedar çiçekler, leziz meyveler görünüyordu. Ben de akılsız acemiler gibi onlara bakıp elimi uzattım. O çiçekleri koparmak, o meyveleri almak için çalıştım. Fakat o çiçekler ve meyveler, dikenli mikenli, mülakatında elime batıyor, kanatıyor. Şimendiferin gitmesiyle müfarakatından elimi parçalıyorlar, bana pek pahalı düşüyorlardı. Birden şimendiferdeki bir hademe dedi: “Beş kuruş ver, sana o çiçek ve meyvelerden istediğin kadar vereceğim. Beş kuruş yerine elin parçalanmasıyla yüz kuruş zarar ediyorsun. Hem de ceza var, izinsiz koparamazsın.”

    Birden sıkıntıdan ne vakit tünel bitecek diye başımı çıkarıp ileriye baktım. Gördüm ki tünel kapısı yerine çok delikler görünüyor. O uzun şimendiferden o deliklere adamlar atılıyorlar. Bana mukabil bir delik gördüm. İki tarafında iki mezar taşı dikilmiş. Merak ile dikkat ettim. O mezar taşında büyük harflerle “Said” ismi yazılmış gördüm. Teessüf ve hayretimden “Eyvah!” dedim. Birden o han kapısında bana nasihat eden zatın sesini işittim. Dedi: “Aklın başına geldi mi?” Dedim: “Evet geldi fakat kuvvet kalmadı, çare yok.” Dedi: “Tövbe et, tevekkül et.” Dedim: “Ettim!”

    Ayıldım… Eski Said kaybolmuş. Yeni Said olarak kendimi gördüm.

    İşte o vakıa-i hayaliyeyi –Allah hayretsin– bir iki kısmını ben tabir edeceğim, sair cihetleri sen kendin tabir et.

    O yolculuk ise âlem-i ervahtan, rahm-ı maderden, gençlikten, ihtiyarlıktan, kabirden, berzahtan, haşirden, köprüden geçen ebedü’l-âbâd tarafına bir yolculuktur. O altmış altın ise altmış sene ömürdür ki bu vakıayı gördüğüm vakit kendimi kırk beş yaşında tahmin ediyordum. Senedim yok, fakat bâki kalan on beşinden yarısını âhirete sarf etmek için Kur’an-ı Hakîm’in hâlis bir tilmizi beni irşad etti. O han ise benim için İstanbul imiş. O şimendifer ise zamandır. Her bir yıl bir vagondur. O tünel ise hayat-ı dünyeviyedir. O dikenli çiçekler ve meyveler ise lezaiz-i nâmeşruadır ve lehviyat-ı muharremedir ki mülakat esnasında tasavvur-u zevaldeki elem, kalbi kanatıyor. Müfarakatında parçalıyor. Cezayı dahi çektiriyor. Şimendifer hademesi demişti: “Beş kuruş ver, onlardan istediğin kadar vereceğim.” Onun tabiri şudur ki insanın helâl sa’yiyle meşru dairede gördüğü zevkler, lezzetler keyfine kâfidir. Harama girmeye ihtiyaç bırakmaz. Sair kısımları sen tabir edebilirsin…

    DÖRDÜNCÜ NÜKTE

    İnsan, şu kâinat içinde pek nazik ve nâzenin bir çocuğa benzer. Zaafında büyük bir kuvvet ve aczinde büyük bir kudret vardır. Çünkü o zaafın kuvvetiyle ve aczin kudretiyledir ki şu mevcudat ona musahhar olmuş. Eğer insan zaafını anlayıp kālen, halen, tavren dua etse ve aczini bilip istimdad eylese; o teshirin şükrünü eda ile beraber matlubuna öyle muvaffak olur ve maksatları ona öyle musahhar olur ki iktidar-ı zatîsiyle onun öşr-i mi’şarına muvaffak olamaz. Yalnız bazı vakit lisan-ı hal duasıyla hasıl olan bir matlubunu yanlış olarak kendi iktidarına hamleder. Mesela, tavuğun yavrusunun zaafındaki kuvvet, tavuğu arslana saldırtır. Yeni dünyaya gelen arslanın yavrusu, o canavar ve aç arslanı kendine musahhar edip onu aç bırakıp kendi tok oluyor. İşte cây-ı dikkat zaaftaki bir kuvvet ve şâyan-ı temaşa bir cilve-i rahmet…

    Nasıl ki nazdar bir çocuk ağlamasıyla ya istemesiyle ya hazîn haliyle matlublarına öyle muvaffak olur ve öyle kavîler ona musahhar olurlar ki o matlublardan binden birisine bin defa kuvvetçiğiyle yetişemez. Demek zaaf ve acz, onun hakkında şefkat ve himayeti tahrik ettikleri için küçücük parmağıyla kahramanları kendine musahhar eder. Şimdi böyle bir çocuk, o şefkati inkâr etmek ve o himayeti ittiham etmek suretiyle ahmakane bir gurur ile “Ben kuvvetimle bunları teshir ediyorum.” dese, elbette bir tokat yiyecektir.

    İşte insan dahi Hâlık’ının rahmetini inkâr ve hikmetini ittiham edecek bir tarzda küfran-ı nimet suretinde Karun gibi اِنَّمَٓا اُوتٖيتُهُ عَلٰى عِل۟مٍ yani “Ben kendi ilmimle, kendi iktidarımla kazandım.” dese, elbette sille-i azaba kendini müstahak eder.

    Demek şu meşhud saltanat-ı insaniyet ve terakkiyat-ı beşeriye ve kemalât-ı medeniyet; celb ile değil, galebe ile değil, cidal ile değil, belki ona, onun zaafı için teshir edilmiş, onun aczi için ona muavenet edilmiş, onun fakrı için ona ihsan edilmiş, onun cehli için ona ilham edilmiş, onun ihtiyacı için ona ikram edilmiş. Ve o saltanatın sebebi, kuvvet ve iktidar-ı ilmî değil, belki şefkat ve re’fet-i Rabbaniye ve rahmet ve hikmet-i İlahiyedir ki eşyayı ona teshir etmiştir. Evet, bir gözsüz akrep ve ayaksız bir yılan gibi haşerata mağlup olan insana, bir küçük kurttan ipeği giydiren ve zehirli bir böcekten balı yediren; onun iktidarı değil, belki onun zaafının semeresi olan teshir-i Rabbanî ve ikram-ı Rahmanîdir.

    Ey insan! Madem hakikat böyledir, gururu ve enaniyeti bırak. Uluhiyetin dergâhında acz ve zaafını, istimdad lisanıyla; fakr ve hâcatını, tazarru ve dua lisanıyla ilan et ve abd olduğunu göster. Ve حَس۟بُنَا اللّٰهُ وَنِع۟مَ ال۟وَكٖيلُ de, yüksel.

    Hem deme ki: “Ben hiçim, ne ehemmiyetim var ki bu kâinat bir Hakîm-i Mutlak tarafından kasdî olarak bana teshir edilsin, benden bir şükr-ü küllî istenilsin?”

    Çünkü sen, çendan nefsin ve suretin itibarıyla hiç hükmündesin. Fakat vazife ve mertebe noktasında, sen şu haşmetli kâinatın dikkatli bir seyircisi, şu hikmetli mevcudatın belâgatlı bir lisan-ı nâtıkı ve şu kitab-ı âlemin anlayışlı bir mütalaacısı ve şu tesbih eden mahlukatın hayretli bir nâzırı ve şu ibadet eden masnuatın hürmetli bir ustabaşısı hükmündesin.

    Evet ey insan! Sen, nebatî cismaniyetin cihetiyle ve hayvanî nefsin itibarıyla sağir bir cüz, hakir bir cüz’î, fakir bir mahluk, zayıf bir hayvansın ki bütün dehşetli mevcudat-ı seyyalenin dalgaları içinde çalkanıp gidiyorsun. Fakat muhabbet-i İlahiyenin ziyasını tazammun eden imanın nuruyla münevver olan İslâmiyet’in terbiyesiyle tekemmül edip; insaniyet cihetinde, abdiyetin içinde bir sultansın ve cüz’iyetin içinde bir küllîsin, küçüklüğün içinde bir âlemsin ve hakaretin içinde öyle makamın büyük ve daire-i nezaretin geniş bir nâzırsın ki diyebilirsin: “Benim Rabb-i Rahîm’im dünyayı bana bir hane yaptı. Ay ve güneşi, o haneme bir lamba; ve baharı, bir deste gül; ve yazı, bir sofra-i nimet; ve hayvanı, bana hizmetkâr yaptı. Ve nebatatı, o hanemin ziynetli levazımatı yapmıştır.”

    Netice-i kelâm: Sen eğer nefis ve şeytanı dinlersen esfel-i safilîne düşersin. Eğer Hak ve Kur’an’ı dinlersen a’lâ-yı illiyyîne çıkar, kâinatın bir güzel takvimi olursun.

    BEŞİNCİ NÜKTE

    İnsan, şu dünyaya bir memur ve misafir olarak gönderilmiş, çok ehemmiyetli istidat ona verilmiş. Ve o istidadata göre ehemmiyetli vazifeler tevdi edilmiş. Ve insanı, o gayeye ve o vazifelere çalıştırmak için şiddetli teşvikler ve dehşetli tehditler edilmiş. Başka yerde izah ettiğimiz vazife-i insaniyetin ve ubudiyetin esasatını şurada icmal edeceğiz. Tâ ki “ahsen-i takvim” sırrı anlaşılsın.

    İşte insan, şu kâinata geldikten sonra iki cihet ile ubudiyeti var: Bir ciheti; gaibane bir surette bir ubudiyeti, bir tefekkürü var. Diğeri; hazırane, muhataba suretinde bir ubudiyeti, bir münâcatı vardır.

    Birinci vecih şudur ki: Kâinatta görünen saltanat-ı rububiyeti, itaatkârane tasdik edip kemalâtına ve mehasinine hayretkârane nezaretidir.

    Sonra, esma-i kudsiye-i İlahiyenin nukuşlarından ibaret olan bedî’ sanatları, birbirinin nazar-ı ibretlerine gösterip dellâllık ve ilancılıktır.

    Sonra, her biri birer gizli hazine-i maneviye hükmünde olan esma-i Rabbaniyenin cevherlerini idrak terazisiyle tartmak, kalbin kıymet-şinaslığı ile takdirkârane kıymet vermektir.

    Sonra, kalem-i kudretin mektubatı hükmünde olan mevcudat sahifelerini, arz ve sema yapraklarını mütalaa edip hayretkârane tefekkürdür.

    Sonra, şu mevcudattaki ziynetleri ve latîf sanatları istihsankârane temaşa etmekle onların Fâtır-ı Zülcemal’inin marifetine muhabbet etmek ve onların Sâni’-i Zülkemal’inin huzuruna çıkmaya ve iltifatına mazhar olmaya bir iştiyaktır.

    İkinci vecih, huzur ve hitap makamıdır ki eserden müessire geçer, görür ki: Bir Sâni’-i Zülcelal, kendi sanatının mu’cizeleri ile kendini tanıttırmak ve bildirmek ister. O da iman ile marifet ile mukabele eder.

    Sonra görür ki bir Rabb-i Rahîm, rahmetinin güzel meyveleriyle kendini sevdirmek ister. O da ona hasr-ı muhabbetle, tahsis-i taabbüdle kendini ona sevdirir.

    Sonra görüyor ki bir Mün’im-i Kerîm, maddî ve manevî nimetlerin lezizleriyle onu perverde ediyor. O da ona mukabil; fiiliyle, haliyle, kāliyle, hattâ elinden gelse bütün hâsseleri ile cihazatı ile şükür ve hamd ü sena eder.

    Sonra görüyor ki bir Celil-i Cemil, şu mevcudatın âyinelerinde kibriya ve kemalini ve celal ve cemalini izhar edip nazar-ı dikkati celbediyor. O da ona mukabil, “Allahu ekber, Sübhanallah” deyip mahviyet içinde hayret ve muhabbet ile secde eder.

    Sonra görüyor ki bir Ganiyy-i Mutlak, bir sehavet-i mutlak içinde nihayetsiz servetini, hazinelerini gösteriyor. O da ona mukabil, tazim ve sena içinde kemal-i iftikar ile sual eder ve ister.

    Sonra görüyor ki o Fâtır-ı Zülcelal, yeryüzünü bir sergi hükmünde yapmış. Bütün antika sanatlarını orada teşhir ediyor. O da ona mukabil, “Mâşâallah” diyerek takdir ile “Bârekellah” diyerek tahsin ile “Sübhanallah” diyerek hayret ile “Allahu ekber” diyerek istihsan ile mukabele eder.

    Sonra görüyor ki bir Vâhid-i Ehad, şu kâinat sarayında taklit edilmez sikkeleriyle, ona mahsus hâtemleriyle, ona münhasır turralarıyla, ona has fermanlarıyla bütün mevcudata damga-i vahdet koyuyor ve tevhidin âyâtını nakşediyor. Ve âfak-ı âlemin aktarında vahdaniyetin bayrağını dikiyor ve rububiyetini ilan ediyor. O da ona mukabil, tasdik ile iman ile tevhid ile iz’an ile şehadet ile ubudiyet ile mukabele eder.

    İşte bu çeşit ibadat ve tefekküratla hakiki insan olur, ahsen-i takvimde olduğunu gösterir. İmanın yümnüyle emanete lâyık, emin bir halife-i arz olur.

    Ey ahsen-i takvimde yaratılan ve sû-i ihtiyarıyla esfel-i safilîn tarafına giden insan-ı gafil! Beni dinle. Ben de senin gibi gençlik sarhoşluğuyla gaflet içinde dünyayı hoş ve güzel gördüğüm halde, gençlik sarhoşluğundan ihtiyarlık sabahında ayıldığım dakikada, o güzel zannettiğim âhirete müteveccih olmayan dünyanın yüzünü nasıl çirkin gördüğümü ve âhirete bakan hakiki yüzü ne kadar güzel olduğunu, On Yedinci Söz’ün İkinci Makamı’nın 233-234’üncü sahifelerinde yazılan iki levha-i hakikate bak, sen de gör:

    Birinci Levha: Ehl-i dalalet gibi fakat sarhoş olmadan gaflet perdesiyle eskiden gördüğüm ehl-i gaflet dünyasının hakikatini tasvir eder.

    İkinci Levha: Ehl-i hidayet ve huzurun hakikat-i dünyalarına işaret eder. Eskiden ne tarzda yazılmış, o tarzda bıraktım. Şiire benzer fakat şiir değillerdir.

    سُب۟حَانَكَ لَا عِل۟مَ لَنَٓا اِلَّا مَا عَلَّم۟تَنَٓا اِنَّكَ اَن۟تَ ال۟عَلٖيمُ ال۟حَكٖيمُ

    رَبِّ اش۟رَح۟ لٖى صَد۟رٖى ۝ وَيَسِّر۟ لٖٓى اَم۟رٖى ۝ وَاح۟لُل۟ عُق۟دَةً مِن۟ لِسَانٖى ۝ يَف۟قَهُوا قَو۟لٖى

    اَللّٰهُمَّ صَلِّ وَ سَلِّم۟ عَلَى الذَّاتِ ال۟مُحَمَّدِيَّةِ اللَّطٖيفَةِ ال۟اَحَدِيَّةِ شَم۟سِ سَمَاءِ ال۟اَس۟رَارِ وَ مَظ۟هَرِ ال۟اَن۟وَارِ وَ مَر۟كَزِ مَدَارِ ال۟جَلَالِ وَ قُط۟بِ فَلَكِ ال۟جَمَالِ اَللّٰهُمَّ بِسِرِّهٖ لَدَي۟كَ وَ بِسَي۟رِهٖ اِلَي۟كَ اٰمِن۟ خَو۟فٖى وَ اَقِل۟ عُث۟رَتٖى وَ اَذ۟هِب۟ حُز۟نٖى وَ حِر۟صٖى وَ كُن۟ لٖى وَ خُذ۟نٖى اِلَي۟كَ مِنّٖى وَ ار۟زُق۟نِى ال۟فَنَاءَ عَنّٖى وَ لَا تَج۟عَل۟نٖى مَف۟تُونًا بِنَف۟سٖى مَح۟جُوبًا بِحِسّٖى وَاك۟شِف۟ لٖى عَن۟ كُلِّ سِرٍّ مَك۟تُومٍ يَا حَىُّ يَا قَيُّومُ يَا حَىُّ يَا قَيُّومُ يَا حَىُّ يَا قَيُّومُ وَ ار۟حَم۟نٖى وَار۟حَم۟ رُفَقَائٖى وَ ار۟حَم۟ اَه۟لَ ال۟اٖيمَانِ وَ ال۟قُر۟اٰنِ اٰمٖينَ يَا اَر۟حَمَ الرَّاحِمٖينَ وَ يَا اَك۟رَمَ ال۟اَك۟رَمٖينَ

    وَ اٰخِرُ دَع۟وٰيهُم۟ اَنِ ال۟حَم۟دُ لِلّٰهِ رَبِّ ال۟عَالَمٖينَ