LA SEXTA PALABRA

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    14.34, 16 Kasım 2023 tarihinde Ferhat (mesaj | katkılar) tarafından oluşturulmuş 21967 numaralı sürüm ("Así por ejemplo, el intelecto es un instrumento, si no lo vendes a Allah sino que lo utilizas en favor del deseo y el ego, se convierte en un instrumento nefasto, inoportuno e infructuoso que carga sobre tu infortunada cabeza sufrimientos tristes pertenecientes a los sufrimientos del tiempo pasado y terrores temibles pertenecientes a los terrores del futuro, de manera que desciende al nivel de instrumento perjudicial y no favorable. Y por esto el depra..." içeriğiyle yeni sayfa oluşturdu)

    LA PALABRA SEXTA بِسْمِ اللّٰهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيمِ

    اِنَّ اللّٰهَ اشْتَرٰى مِنَ الْمُؤْمِن۪ينَ اَنْفُسَهُمْ وَاَمْوَالَهُمْ بِاَنَّ لَهُمُ الْجَنَّةَ

    Si quieres entender cuán rentable negocio y noble grado es vender la persona y la riqueza a Allah, sea ensalzado, y convertirse en un siervo y soldado Suyo, presta atención a este relato en forma de parábola:

    En una ocasión un sultán confió a dos de sus súbditos dos haciendas, a modo de depósito, en las que había todo lo preciso en cuanto a máquinas, aparejos, caballos y armas, sin embargo era un tiempo tempestuoso de guerra y por ello no quedaba nada en su sitio pues o bien había sido destruido o se había transformado o terminado. De manera que el sultán movido por su misericordia absoluta envió su más noble mensajero a estos dos soldados para decirles por medio de un comunicado lleno de misericordia:

    Vendedme las haciendas que os dejé como depósito para que así las pueda preservar y no se pierdan en vano; y una vez haya terminado la guerra os las devolveré de la mejor manera y os pagaré un gran precio, como si ese depósito de confianza fueran vuestras propiedades. Y los instrumentos que ahora están en vuestra posesión serán utilizados en mi nombre y en mi factoría y su precio y su retribución subirán de uno a mil y os daré toda esa recompensa. Además vosotros dos sois incapaces y pobres y no podéis asumir los gastos de esos asuntos enormes, de manera que yo asumiré todos los gastos y requisitos y os daré todos los ingresos y beneficios, y los dejaré en vuestras manos hasta el tiempo de la desmovilización. Y tendréis cinco grados que intervienen en la ganancia.

    Y si no me las vendéis veréis que nadie puede preservar lo que tiene y saldrá de vuestras manos como cada uno y se irá en vano y os quedaréis privados de ese precio elevado. Y en verdad esas herramientas y balanzas de precisión valiosas perderán totalmente el valor puesto que no habrá minas y asuntos relativos al sultán y quedará la prueba de la administración y el cargo de la preservación en vuestro deber y encontraréis la retribución de la traición en lo que se os ha confiado. De manera que tendréis cinco niveles de ganancias en una misma transacción.

    Y además vendérmelas supone ser reclutados por mí y desenvolverse en mi nombre de manera que seréis dos consejeros militares libres y especiales de un sultán elevado en lugar de ser dos cautivos comunes o dos soldados irregulares.

    Y después de haber prestado atención a este aviso y comunicado, dijo el que de los dos hombres era juicioso:

    A tus órdenes: Yo vendo con orgullo y doy mil gracias.

    Y el otro que era presuntuoso, engreído e inadvertido, no tenía conocimiento de las sacudidas de la vida de este mundo y su agitación y pensó que iba a vivir en esa hacienda para siempre y dijo:

    No. ¿Quién es el sultán? Yo no vendo mi propiedad ni cambio mi deleite.No. ¿Quién es el sultán? Yo no vendo mi propiedad ni cambio mi deleite.

    Y al poco tiempo el primer hombre ascendió a un grado que era envidiado por todos y se convirtió en la manifestación de la benevolencia del sultán y vivió feliz en el propio palacio del sultán. El otro, en cambio, fue afligido por una situación por la que todo el mundo le compadecía y decían: Lo merece porque su felicidad y su dominio han desaparecido como resultado de su falta y padece el pago y el castigo.

    Así pues: ¡Oh alma seducida por el deseo! Mira con el anteojo de este ejemplo la cara de la realidad. Pues en vedad que ese sultán es tu Señor y Creador, que es el Sultán del tiempo anterior al tiempo y la eternidad y esas haciendas, maquinarias, herramientas y balanzas son lo que has poseído en el círculo de tu vida, lo que hay en esa posesión en cuanto a tu cuerpo, tu espíritu y tu corazón y lo que hay en ellos en cuanto a tus sentidos externos e internos como el ojo y la lengua, el intelecto y la imaginación. Y en verdad ese consejero generoso es el Mensajero más noble, que Allah le dé Su gracia y paz, y ese comunicado sabio es el Corán Sabio, que informa de este negocio grandioso por medio de la aleya:

    اِنَّ اللّٰهَ اشْتَرٰى مِنَ الْمُؤْمِن۪ينَ اَنْفُسَهُمْ وَاَمْوَالَهُمْ بِاَنَّ لَهُمُ الْجَنَّةَ

    Y el ámbito tumultuoso de la guerra es la superficie de este mundo tempestuoso que no es estable sino que es mudable y cambiante e inspira en el intelecto de todo ser humano este pensamiento: Si todo ha de salir de nuestras manos y se extinguirá y desaparecerá, ¿no habrá un medio para hacerlo permanente y cambiarlo por lo permanente? Y mientras dice y reflexiona así el Corán hacer oír su eco celestial y dice: Sí, existe un medio y es un medio hermoso y ligero que contiene una enorme ganancia en cinco grados.

    Una pregunta: ¿Cuál es?

    La respuesta: Es la venta del depósito de confianza a su

    Dueño Verdadero y en esa venta se incluyen cinco ganancias en una.

    La primera ganancia es que la riqueza efímera se convierte en permanente, porque esta vida efímera, que fue otorgada por el Ser Dueño de majestad, Aquel que se mantiene a Sí mismo y a todo lo demás y es el Permanente, y ha sido gastada en Su camino, se convierte en permanente y da frutos permanentes. De manera que en ese momento se extinguen las sutilezas de la vida normalmente y se disuelven externamente como las semillas y las simientes, pero abren las flores de la felicidad y echan espigas en el mundo de la permanencia y se convierten en visiones luminosas, amables en el mundo intermedio.

    La segunda ganancia es que se otorga un precio como el Jardín.

    La tercera ganancia es que el valor de cada miembro y sentido se eleva de uno a mil.

    Así por ejemplo, el intelecto es un instrumento, si no lo vendes a Allah sino que lo utilizas en favor del deseo y el ego, se convierte en un instrumento nefasto, inoportuno e infructuoso que carga sobre tu infortunada cabeza sufrimientos tristes pertenecientes a los sufrimientos del tiempo pasado y terrores temibles pertenecientes a los terrores del futuro, de manera que desciende al nivel de instrumento perjudicial y no favorable. Y por esto el depravado en la mayoría de los casos se refugia en la embriaguez o la diversión para librarse de la molestia del intelecto y su inutilidad. Pero, por el contrario, si vende el intelecto a su Dueño Verdadero y lo usa en Su camino, se convertirá en una llave maestra que abrirá un número infinito de tesoros de la misericordia y tesoros escondidos de la sabiduría; y con esto ascenderá al grado de guía divino que preparará a su poseedor para la felicidad eterna.

    Y el ojo, por ejemplo, es un sentido por cuya ventana el espíritu contempla este mundo, y si no lo vendes a Allah, sea ensalzado, sino que lo usas en la vía del ego, se convertirá es un servidor al nivel de un alcahuete para el apetito y los delirios del ego por medio de contemplar algunas visiones y atractivos temporales que no permanecen. Pero si vendes la vista a su Hacedor, el que todo lo ve, y la usas en Su camino y en el círculo de Su permiso, entonces esta vista ascenderá al grado de leer el gran libro del universo, contemplar los prodigios de la hechura divina en este mundo y ser una abeja bendita de las flores de la misericordia que hay en el jardín de la Tierra.

    Y en verdad el sentido del gusto en la lengua, por ejemplo, si no lo vendes a su Originador Sabio, sino que lo usas para satisfacer tus propios apetitos y en nombre del estómago, se rebajará y caerá al nivel de un portero del establo del estómago y su fábrica. Pero si lo vendes al Proveedor, Generoso, el sentido del gusto de la lengua se elevará entonces al grado de un observador experto de los tesoros de la misericordia divina y un inspector agradecido de las cocinas del poder del Señor Absoluto.

    Así pues ¡Oh intelecto! Razona: ¿Cómo se puede comparar un instrumento nefasto con la llave del universo? Y ¡Oh vista! Mira bien y dime: ¿Cómo se puede comparar un alcahuete despreciable con un observador versado de la biblioteca divina? Y ¡Oh ser humano! Saborea bien. ¿Cómo puede ser comparable el portero de un establo y el de una fábrica con el observador del tesoro especial de la misericordia?

    Ve daha bunlar gibi başka âletleri ve azaları kıyas etsen anlarsın ki hakikaten mü’min cennete lâyık ve kâfir cehenneme muvafık bir mahiyet kesbeder. Ve onların her biri, öyle bir kıymet almalarının sebebi; mü’min, imanıyla Hâlık’ının emanetini, onun namına ve izni dairesinde istimal etmesidir. Ve kâfir, hıyanet edip nefs-i emmare hesabına çalıştırmasıdır.

    Dördüncü kâr: İnsan zayıftır, belaları çok. Fakirdir, ihtiyacı pek ziyade. Âcizdir, hayat yükü pek ağır. Eğer Kadîr-i Zülcelal’e dayanıp tevekkül etmezse ve itimat edip teslim olmazsa, vicdanı daim azap içinde kalır. Semeresiz meşakkatler, elemler, teessüfler onu boğar; ya sarhoş veya canavar eder.

    Beşinci kâr: Bütün o aza ve âletlerin ibadeti ve tesbihatı ve o yüksek ücretleri, en muhtaç olduğun bir zamanda, cennet yemişleri suretinde sana verileceğine ehl-i zevk ve keşif ve ehl-i ihtisas ve müşahede ittifak etmişler.

    İşte bu beş mertebe kârlı ticareti yapmazsan şu kârlardan mahrumiyetten başka, beş derece hasaret içinde hasarete düşeceksin.

    Birinci hasaret: O kadar sevdiğin mal ve evlat ve perestiş ettiğin nefis ve heva ve meftun olduğun gençlik ve hayat zayi olup kaybolacak, senin elinden çıkacaklar. Fakat günahlarını, elemlerini sana bırakıp boynuna yükletecekler.

    İkinci hasaret: Emanette hıyanet cezasını çekeceksin. Çünkü en kıymettar âletleri, en kıymetsiz şeylerde sarf edip nefsine zulmettin.

    Üçüncü hasaret: Bütün o kıymettar cihazat-ı insaniyeyi, hayvanlıktan çok aşağı bir derekeye düşürüp hikmet-i İlahiyeye iftira ve zulmettin.

    Dördüncü hasaret: Acz ve fakrın ile beraber, o pek ağır hayat yükünü, zayıf beline yükleyip zeval ve firak sillesi altında daim vaveylâ edeceksin.

    Beşinci hasaret: Hayat-ı ebediye esasatını ve saadet-i uhreviye levazımatını tedarik etmek için verilen akıl, kalp, göz ve dil gibi güzel hediye-i Rahmaniyeyi, cehennem kapılarını sana açacak çirkin bir surete çevirmektir.

    Şimdi satmaya bakacağız. Acaba o kadar ağır bir şey midir ki çokları satmaktan kaçıyorlar. Yok, kat’â ve aslâ! Hiç öyle ağırlığı yoktur. Zira helâl dairesi geniştir, keyfe kâfi gelir. Harama girmeye hiç lüzum yoktur. Feraiz-i İlahiye ise hafiftir, azdır.

    Allah’a abd ve asker olmak, öyle lezzetli bir şereftir ki tarif edilmez.

    Vazife ise yalnız, bir asker gibi Allah namına işlemeli, başlamalı. Ve Allah hesabıyla vermeli ve almalı. Ve izni ve kanunu dairesinde hareket etmeli, sükûnet bulmalı.

    Kusur etse istiğfar etmeli. “Yâ Rab! Kusurumuzu affet, bizi kendine kul kabul et, emanetini kabzetmek zamanına kadar bizi emanette emin kıl, âmin!” demeli ve ona yalvarmalı.